Parte 81

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Despertó tan tarde ese día que cuando lo hizo ya Jihoon no estaba por ningún lado del departamento. Él se levantó con pereza de la cama para ir a la cocina viendo un papelito pegado al refrigerador.

"Desayuna bien, no te olvides de la cita"

Taeil miro el reloj para darse cuenta que tenía una hora y media para alistarse, comer, bañarse y salir. Al inicio él no estaba tan nervioso pero conforme pasaban las horas ya estaba sintiendo algo de ansiedad que lo ponía a hacer las cosas torpemente. Antes de los minutos escucho una bocina de auto y él se asomó por la ventana mirando el vehículo negro estacionado afuera lo que le recordó las palabras de YooJin hace unos días.

"No trenes, no buses, no taxis, yo mandare al chofer de la familia"

Y exactamente eso pasó, el pelinegro pudo haber tomado un taxi pero todos en la familia de Jihoon estaban con la idea de que era peligroso y si no era el castaño quien lo trasladaba entonces debía ser alguien de confianza. Taeil tomo su billetera saliendo del departamento directo al ascensor que lo llevaría al primer nivel, se acomodó bien el abrigo al ver que hacía mucho frio y después saludo al señor que ya tenía la puerta abierta.

En todo el recorrido que duro del departamento a la clínica el pelinegro escucho preguntas como, "¿Esta bien la velocidad? ¿Tiene sed? ¿Quiere que paremos en alguna tienda? ¿Siente frio?", lo ponía más nervioso y lo hacía sentir extraño con tantos cuidados. Ya cuando al fin llegaron a su destino él le agradeció al señor por la amabilidad adentrándose al lugar para ser recibido por la misma chica en recepciones, ella le dio una boleta y Taeil fue directo al pasillo que ya conocía viendo a lo lejos a una persona bastante conocida que estaba sentado.

Al instante que sus ojos captaron la figura del hombre mayor él sentía las ganas de regresar por donde vino porque sabía cómo eso iba a funcionar pero después respiro honde caminando muy seguro hasta los asientos saludando al señor y sentándose a su costado.

-¿Cómo has estado?- pregunto el hombre sin ningún gesto en el rostro.

-Bien- respondió Taeil sin mirarlo.

Largos minutos después de esa pregunta oliendo ese aire de incomodidad entre ellos, no importaba cuantos momentos hayan compartido o los meses que han pasado, el padre de Jihoon siempre tenía un aura oscura sintiendo muchas veces que él aún no creía de la "relación".

-¿Cómo estuvo su viaje?- pregunto.

-Muy bien- respondió el señor.

Felizmente YooJin y el castaño no tardaron en llegar para romper con esa burbuja tensa que había en esos asientos, la señora llego envuelta en un aura radiante sentando junto a su esposo no sin antes saludar a su yerno.

-Al fin llego el día- exclamo ella tocando el abdomen de Taeil –Espero que se deje ver porque yo demore hasta el sexto mes para saber que iba a tener un hijo- sonrió recordando el momento –Estaba segura que Jihoon era una niña ¿verdad cariño?- le pregunto a su esposo que solo asintió sonriendo un poco.

-Mamá que vergüenza- respondió el castaño escuchando otra vez esa historia.

-Incluso compre vestiditos que le puse en algunos momento, creo que tengo fotos en casa-

Jihoon no sabía dónde ocultar el rostro al ver que Taeil disfrutando mucho esas historias hasta que una enfermera salió del consultorio.

-¿Lee Taeil?-

Todos en ese asiento se colocaron de pie y la señorita sonrió.

-Señor y señora Pyo cuanto tiempo- dijo ella haciéndolos pasar.

Devuélveme las alasWhere stories live. Discover now