Capítulo 48: Y la culpa es...

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Jack

Tuve un sueño bastante espantoso, donde se mezclaban escenas del accidente de Hadley con el de Elsa. En ambos casos, fallaba en mi misión de protegerlas. Justo cuando estaba recordando cuando mi mamá me mandó lejos un año completo a Holanda, logré despertar. Desperté en una camilla de hospital. Frente a mí estaban Chris, mi padre, Eugene y Shang, con vasos de café.

-¡Jackson!-Grita mi hermana en cuanto me ve despierto. Me llena la cara de besos.

-¿Qué pasó?-Pregunto.

-Digamos que hubo un accidente en el lago cercano de la universidad y casi te conviertes en una paleta helada-Me dice mi padre, con seriedad.

-Nos llamaron del hospital para avisar que estabas aquí, y luego nosotros llamamos a tus padres-Menciona Shang.

-¿Y ustedes vinieron hasta acá? ¿Mi mamá lo aceptó?

-Ahorita tu mamá no es importante hijo-Dice mi padre sonriendo.

-Tuviste suerte. Tus signos vitales estaban casi por los suelos cuando llegaste-Dice Eugene dándome una palmadita en los pies.

Sonrío, hasta que recuerdo el motivo del accidente. Elsa.

-¿Dónde está Elsa? ¿Qué pasó con ella? ¿Está bien? Necesito verla, en verdad-Digo yo ansiosamente.

Aunque espero que me digan que está bien, todo mundo se queda aterradoramente callado, y se miran entre ellos. Un terrible presentimiento me ataca.

-¿Qué pasa? ¡Háblenme!

-Jack, Elsa no lo logró. Elsa murió en la ambulancia-Me dice Eugene. Todos bajan la mirada.

Comienzo a llorar. No es justo. Tampoco logré salvar a Elsa. Y aparte, no logré decirle que en verdad la amaba. Que me había dado cuenta de lo mucho que la amo, y quisiera estar con ella por el resto de mi vida.

De pronto, todos se ríen, y yo no entiendo nada.

-Nah, es broma. Está en la camilla de al lado y ya despertó-Me dice Christa. Corren la cortina de mi lado izquierdo y veo a Elsa, con audífonos, oyendo música. Trae puesto un camisón de hospital y tiene el cabello suelto. Me mira y sonríe.

-Los odio-Digo yo frunciendo el ceño, y todo mundo se ríe.

Me levanto de la cama y me siento en la cama de Elsa. Ella me sonríe.

-Hola Jack-Me dice, y extiende los brazos para abrazarme. Yo la abrazo.

-Me alegro de saber que estás bien-Le digo yo sin soltarla.

-Gracias por salvarme. Fuiste muy valiente-Me dice, y me abraza más fuerte.

Anna llega corriendo con una pizza.

-Les traje algo de comer. Por lo regular la comida del hospital es casi tan mala como la del avión-Nos dice.

-Elsa, en serio lamento todo lo que pasó. Fui bastante estúpido, pero me di cuenta de que te amo de verdad-Le digo, mientras la suelto.

-Oye, ¿tuve que medio morirme para que lo notaras?-Me pregunta. Yo me río y bajo la mirada.

-Yo también te amo. Nunca dejé de hacerlo.

Elsa

Beso a Jack, y mis amigos y mi suegro aplauden.

-Debimos haber metido a Elsa al congelador desde hace mucho-Se ríe Mulán.

De pronto, mi suegra, con su cara de haberse tragado un limón entero y su aura de bruja malvada, se acerca.

-Veo que tú y tu noviecita despertaron, Jackson-Dice ella.

Todos nos quedamos callados y Jack baja la mirada.

-No fuiste capaz de salvar a tu hermana menor, pero si salvaste a la arribista grosera de tu noviecita, qué adorable. Mataste a una, pero salvaste a la que te convenía.

Jack vuelve a agachar la cabeza, y es entonces cuando me harto. Ninguna anciana gruñona va a hacer sentir mal a mi novio.

-Señora, con todo respeto, ¿podría dejarnos? Tanta negatividad en un solo pasillo le hará creer a los demás pacientes que la Muerte vino por ellos-Le digo, y mis amigos se ríen. Jack se ríe, y la mujer me mira de arriba a abajo.

-Muchacha grosera-Murmura la mujer, pero no se va.

-Mamá, tuvimos un accidente. ¿No puedes alegrarte de que estoy vivo? Además, si dejaras de insultar a Elsa, sería genial-Dice Jack mientras me abraza.

-Aparentemente nunca vas a dejar a esta pseudo cantante. Espero que por lo menos el recuerdo de tu hermana, a la que mataste, te aceche siempre-Dice la mujer.

-Ya basta, mamá-Dice Jack.

-No, nada de basta. La mataste y debes vivir con eso-Dice ella.

-YA BASTA, MAMÁ-Dice Christa desde el fondo. Todo mundo guarda silencio y miramos a Christa. Por lo que tengo entendido, ella siempre había sido la niña perfecta de mamá, y nunca le había desobedecido nada.

-Tú nunca me hablaste así.

-¿Qué quieres que haga? ¿Que siga soportando cómo tratas a mi hermano, y que lo sigas culpando por lo de Hadley? Deberías admitir que fue tu culpa-Dice Christa.

-¿Mi culpa? ¿Los salvajes de Dream-no-sé-qué te lavaron el cerebro Christa?-Pregunta la señora. Mis amigos la ven feo.

-Ningunos salvajes, mamá. Todo es tu culpa. Dejaste a tu hijo de trece años, cuidando a sus hermanas de once y seis, sin vigilarlos ni nada, en un lago congelado, mientras hablabas por teléfono. Jack era un niño, asustado. Si él hubiera muerto, ¿me hubieras culpado a mí?, ¿o a Hadley?-Pregunta Christa, y se aleja, junto a su padre. Mi suegra se aleja hacia otro lado.

-Elsa, si tú suegra manda a un cazador a que te saque el corazón, no te sorprendas-Dice Ping riendo.

Nos vamos a la casa un día después. Hay un cartel que dice: Bienvenidos Jack y Elsa, en la entrada de la casa. Baymax deja caer serpentina.

-Wiiii...bienvenidos-Dice, y parpadea.

Entramos a la casa, y vemos a todos nuestros amigos dentro.

-¡Sorpresa!

-Sólo estuvimos fuera cuarenta y ocho horas-Digo yo riendo.

-Pero estuvieron a punto de morir-Dice Alice mientras nos da un plato de cupcakes.

De acuerdo, eso no fue sutil. De hecho, nada es sutil. Hay adornos de Han Solo congelado, y dieron paletas de hielo con muñequitos de chocolate dentro. La temática era algo así como: "Qué bueno que no murieron congelados".

Noto a Jack bastante relajado. Pareciera que la tensión que tenía antes, cuando lo conocí, se fue.

-¿Sabes por qué es, princesa?-Me pregunta.

-Porque...¿tuvimos un encuentro cercano con la muerte y ahora eres un ser de luz espiritual?

-Noup. Durante años yo creí que en verdad había asesinado a Hadley. Estaba más que seguro de que todo había sido mi culpa. Y ahora que te salvé, y escuché lo que Christa dijo, me siento liberado-Dice él, y sonríe.

-Entonces no te enoja lo que le dije a tu mamá.

-Al carajo la bruja-Se ríe.

Cuando termina nuestra fiesta de "Qué bueno que no se murieron congelados", y estamos cerca de dormir, alguien toca la puerta. Hirito y Alice están dormidos, todavía tristes por lo de Dominó, así que no había quien abriera. Cuando abro la puerta, la cierro poco después con un golpe.

-¿Quién era? ¿El repartidor creepy de siempre?-Pregunta Pocahontas.

-Peor aún. ¡Es mi suegra!

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