Las clases pasaron rápido, ya es la salida y como siempre, mi hermano se va con los idiotas de amigos que tiene. ¿Y yo? Sola como un perro, me voy a mi casa.
Al llegar mis padres, ni mi hermano han llegado, por lo que antes de ir a mi cuarto y dormir un rato, me dirijo al refrigerador a tomar el jugo y servirme un poco, pero de repente suena el timbre.
– ¡Voy! – Grito desde la cocina. – Ss... – Me detuve al hablar al ver que era mi hermano. –¡Ah, eres tú!, pasa.
– Gracias, se me han olvidado las llaves.
– No me digas. – Dije como si no fuera muy obvio, para después volver a la cocina.
– Oye, Mel. – Me gire a verlo.
– ¿Qué quieres, Daniel? – Pregunte de mala gana, aún seguía enojada con él por lo de esta mañana.
– Lo siento.
– Cómo sea – Retome mi camino hacia la cocina. La verdad es que no era la primera vez que esto pasaba –lo de esta mañana–. Así que ya no me debería de afectar, mi hermano es un idiota, tal como sus amigos y yo una nerd. No puedo hacer nada al respecto, él nunca cambiara, ni yo lo haré.
– Melanie, está vez hablo en serio, lo siento. – Dijo entrando a la cocina.
– ¿Sabes qué, Daniel? – Me gire para encararlo. – Me dan igual tus lo siento. – Dije haciendo comillas con mis dedos. – No es la primera vez que haces o dices algo como lo de hoy. Y si dices que es en serio, no te creo.
Tomo aire y lo suelto en un suspiro lleno de frustración.
» Como lo dije está mañana enfrente de mamá y papá. Estoy harta de ti y de tus modos hacia mí. Si tanto me desprecias como tu hermana, porque soy nerd. ¡Perfecto! Desde hoy dejo de ser tú hermana, pero eso sí, nada de pedirme que te cubra cuando vayas a fiestas y no te dan permiso, nada de que te ayude con alguna de tus tareas, nada de pedirme dinero, nada, ni por nada del mundo me vuelves a dirigir la palabra y cuando estén mamá y papá, no me pidas que me calle, ni intentes callarme cuando me pregunten algo sobre el escuela, no me pidas algo, nunca más en esta vida. Ahora si me permites, dame permiso por favor.
Dicho ésto salí directo a mi recamara, no aguante las ganas y me eché a llorar.
¡Lo odio, lo odio, lo odio! Me gritaba a mí misma en mi cabeza.
Después de llorar un rato, caí en un sueño profundo.
Un sonido proveniente de la puerta principal hizo que me despertará.
– ¿Otra vez se le olvidaron las llaves? – me pregunté a mí misma mientras me sentaba y checaba la hora en mi celular.
5:30 pm marcaba este.
– Nah, que se quede afuera hasta que vuelvan mamá y papá. - Volví a recostarme, pero el timbre no dejaba de sonar. – Okey, es la última vez que hago esto. – Me coloque los lentes y baje a abrirle al idiota de mi hermano
– ¡Voy! – ¿Qué no pudo haberse llevado las malditas llaves? – ¡¿Qué no pudiste llevarte las putas llaves?! – Pregunte gritándole al bastardo, mientras abría la puerta.
Pero oh, oh. No era él, era...
– ¡Vaya!, ¿así reciben a la gente que viene y toca? Espera, ¿qué haces tú aquí nerd? – Si no era mi hermano, era uno de sus amigos idiotas y no sé si quería reírme de su cara o gritar por ver que era él, pero creo que eran las dos ya que yo también tenía su cara. ¿Qué hacia él aquí?, ¿a qué vino? Ah, sí claro a ver a mi hermano.
– ¿Qué no es obvio? Aquí vivo genio, perdón se me olvida que de genio no tienes nada, cabeza hueca.
Él me mira con una ceja enarcada, el hambiente comienza a ser incómodo, puesto que ninguno de los dos emite alguna palabra, hasta que el parpadea y carraspea.
– Así que era cierto lo que Daniel decía. – Me miró con una sonrisa pícara, de lado. – Eres hermana de él. ¿Quién lo iba a imaginar? La nerd, hermana de un popular. Ahora entiendo porque nos decía que no tenía hermanos. De seguro es porqué le da vergüenza del tipo de hermana rara y fea, que tiene. – Su tono burlón, comenzaba a fastidiarme, tanto que estuve a punto de soltarle un puñetazo si no hubiera sido porque no tenía ganas de golpearlo.
– ¿Nada más has venido a comprobar que soy la hermana del idiota de tú amigo y a insultarme, o a qué has venido? – Pregunte irritada.
– Tranquila, – Soltó una risa burlesca. – no creas que vine a verte a ti. No vales la pena, – Volvió a reír y me miro con desagrado. – ni mucho menos eres de mi agrado. Ahora, ¿está tu hermano? o te han dejado sola igual que aún perro.
– Número uno, no, no está y dos no, no me han dejado sola como a un perro. Ahora si no tienes más cosas por decir, largo de mi casa. – Iba a cerrar la puerta pero él la detuvó con su pie.
– ¡Ey!, tranquila nerd. No es para tanto. – ¿Qué si no es para tanto?, maldito idiota. – ¿Lo puedo esperar, ahí? – Mire hacia donde señalaba; el sofá.
– No y no eres bienvenido, así que ahora vete. – Volví a tratar de cerrar la puerta pero de nuevo lo volvió a impedir, ahora con su brazo.
– Nena, a mí no me haces eso. ¿Qué no te enseñaron modales? Ahora, hazte a un lado y déjame pasar. – Sin dejar que le dijera algo, él se adentro, se echó al sillón y sacó su celular. Cerré la puerta y me pare frente a él.
– ¿Qué no tienes modales? Me dices eso a mi, cuándo tu entras sin siquiera ser invitado. Bastardo, mal educado.
– ¿Disculpa? – El guardo su celular y me miró. – Mira, serás la hermana de uno de mis mejores amigos, pero eso no te quita el derecho de insultarme. – Se paró del sillón y sé acercó a mí, hasta que dar a unos centímetros de mí.
– Y tú serás el amigo del idiota que tengo como hermano, pero eso no te quita el derecho de entrar a mi casa, como si fuese tuya y no te he insultado, sólo he dicho lo que eres. – De inmediato pude ver como se tensaba, por la manera en que cerró los ojos y apretó los puños. Al parecer al niño bonito nunca lo habían dejado sin palabras. Así que: Melanie 1, Idiota 0.
– Bien, como digas. – No dijo más y se dirigió a la salida. – Por cierto, cuando veas a tu hermano dile que lo vine a ver y que no se preocupe porque todos se enteren de la rata de biblioteca que tiene como hermana, eso no afectara su reputación. – Dicho lo último salió de la casa.
"¡IDIOTA!", fue lo único que pude gritarle antes de salir.
¿Realmente quien se cree que es para venir, y aparte de entrar como si, insultarme?
– ¡Te odio Villalpando, odio a mi hermano! ¡Odio todo de tí Daniel! ¡Y me odio a mí!
– No querida, no digas eso. Recuerda que yo soy tú y tú eres yo, somos una misma. Y créeme, tienes una vida increíble, tal vez nuestro hermano es un idiota pero sabemos que lo queremos, por más que te lastime, te humille y te moleste, lo queremos. Y eres perfecta, pronto sucederá algo y nos cambiara la vida. – Decía mi conciencia. Si, créanme loca pero no es malo hablar contigo misma.
– ¿De qué hablas?, ¿ha que te refieres con pronto sucederá algo y nos cambiara la vida? – Bueno creo que si es malo porque ya me estoy volviendo loca.
Creo que mi día ha sido un horror, pero como dice mi voz interna (conciencia) tengo una vida increíble y a eso me refiero a que: Tengo unos padres que me aman, aunque no siempre estén en casa, tal vez sea un idiota mi hermano, pero él me quiere y aunque soy una nerd, tengo un gran promedio y gran futuro por delante. Así que me retracto.
No olviden votar y recomienden la novela, si creen que es buena. ;)
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Enamorado De La Nerd
RomanceLa historia de... Alonso Villalpando Camarena & Sharon Melanie Arriaga de los Santos. DESCRIPCIÓN: Melanie es una chica estudiosa, bonita, linda y gentil pero por desgracia es molestada junto con sus tres mejores amigas por los populares. Alonso es...