18 - Un Cambio y "Cita".

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- No me creo que sean ustedes. - Hablé mirando asombrada a cada una de mis amigas.

Resulta que Roxana y Jocelyn habían faltado ayer para ir a la estética y de paso a tiendas de ropa.

Durante la mañana había pensado que mis amigas nuevamente no habían venido, pero al verlas entrar por la puerta con ropa que decían no usar jamás y cortes de pelo que realmente les asentaban bien, me quedé asombrada. Pero ¿cómo las reconocí? Pues porque ninguna traía lentillas de contacto, a pasear de que decidieron darse un cambio de ropa y de pelo, siguieron usando las gafas.

- ¿Nos vemos tan mal? - Pregunto Jocelyn preocupada.

- Para nada, realmente queda bien y al menos ustedes pueden seguir usando las gafas.

- Yo sigo sin entender porque Viago no quiso que siguieras usando tus lentes. - Hablo Rox.

- Estoy muy feliz.- Dije abrazándolas.

- Pero si es solo un cambio. - Dijo Rox riendo.

- No es sólo por eso. - Comente y las dos me miraron con picardía.

- Es por aquella cita con tu romeo desaparecido o es porque tú y Alonso ya socializaron.

- No es por nada de eso. - Dije divertida. - Es porque ayer no vinieron y estuve triste porque no tuve con quien estar. - Mentí.

< Además es porque ustedes decidieron hacerse un cambio y me dan gusto sus decisiones, aunque debieron de haberme avisado. - Dije esto último con un tono molesto.

- ¡Mel! - Dijeron las dos con tono melancólico. - Lo sentimos Mel, prometemos contarte cualquier cosa a la próxima.

~ Dos semanas después y día de la cita. ~

Cinco días después de haber sabido el paradero de Viago, me pidió que nos viéramos en la cafetería que queda cerca de mi casa.

Las chicas cuando les comenté luego, luego dijeron que muy sutilmente me invitó a salir, aunque yo estaba segura de que no era así.

Una vez en la cafetería, Viago demoró diez minutos en llegar, mientras aproveche para pedir dos bebidas calientes, ya que el frío se comenzaba a sentír fuerte, en la ciudad.

- Perdona la tardanza. - Hablo sentándose en la silla frente a mi. - ¿Llevas mucho esperándome?

- No hay problema y no, acabo de llegar. A propósito he pedido dos cafés. - Le informe.

- Gracias y ¿me has extrañado? - Pregunto burlón.

- Pedazo de imbécil, me tenías, más bien nos tenías muy preocupadas a tu madre y a mi.

- Lo siento, pero mi padre fue muy estricto conmigo, mi mamá no lo acepto al principio, pero al ver que soy su único hijo y después de que le conté que realmente yo estaba mal, me apoyo.

- ¿Mal en que sentido? - Pregunté confundida.

La camarera trajo los cafés y no se fue de ahí sin antes guiñarle un ojo a mi amigo.
Si tan sólo supiera que mi amigo es gay.

- No soy gay. - Continuó una vez que la camarera se fue.

- ¡¿QUÉ!? - Alce tanto la voz que llame la atención y me gané una mala mirada de la pocas personas que se encontraban en la cafetería.

- Cállate mujer y déjame terminar. - Dijo riendo. - Como te decía, no soy gay, me di cuenta que también me gustan las chicas.

- Ósea que te gustan tanto las chicas como los chicos. - Dije y él asintió. - ¿Cómo te diste cuenta?

- Porque hay una castaña que me trae loco hasta el punto de decir que me gusta. - Dijo sonríente y yo me alarme, abriendo tanto los ojos que Viago rió.

- Tranquila que no eres tú, su nombre es Samanta, la conocí gracias a Zack una semana antes de que comenzará a faltar, pero también hay un pelirrojo que me mueve el piso.

- Wow, gran dilema. - Dije tomando de mi café.

- Por lo cual, no quiero que sigamos con el juego de la supuesta relación que mantenemos como pareja.

- Por eso no te preocupes, sabía que en algún momento terminaría y gracias por terminar con esta farza.

- Lo segundo es que no volveré en un tiempo al escuela y yo me encargaré de que los chicos se enteren de que no estamos ya juntos, pero si crean algún mal entendido les diré que no fue porque me engañaste o porque yo te engañe, les diré la verdad, de que sólo fue un favor que me hiciste.

- Gracias dije sonríente.

Y así nos la pasamos la mayor parte de la tarde.
Después de aquí fuimos a comer a un restaurant con su madre, en donde me contó más cosas que le sucedrieron y le contó a su madre que me utilizó para ganar una apuesta.
Lo más chistoso fue cuando su mamá lo regaño y creyó que yo no había ilusionado porque el me había pedido ser su novia y creyó que a mi me gustaba.

Más tardé me llevo a casa, donde aproveche para cenar algo e irme a acostar a mi cama.

- Gracias Mel, realmente no sé qué haría sin ti tonta. - Viago.

- No agradezcas bobo, para eso están los amigos ;) - Melanie.

- Descansa, Nie. :) - Viago.

- Igual tu Vi. - Melanie.

"Nie" es como él me dice de cariño y "Vi" es como yo le digo.

A que no se esperaron que actualizaría al siguiente día. 😁
Espero les haya gustado el capítulo, nos leemos en unos días, esperen la próxima actualización.

Gracias por leer, votar y comentar. ⭐
Vane ❤

Enamorado De La NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora