Harry Potter y la hija de Voldemort: Firewords

Capítulo 26

Mientras desayunábamos en el gran comedor, Angelina no paraba de, según ella, impartir ánimos, pero realmente me comenzaba a poner muy nerviosa. Seguía repitiendo que no podíamos relajarnos demasiado, que si perdiamos ese partido le diríamos adiós a la copa de quidditch.

—Ya casi es hora, ¿todos comisteis bien? —insistió la capitana. 

—Tranquila, te pareces a Wood —le dijo George, Angelina se cruzó de brazos.

Draco pov:

—¿Por qué llegó Potter? —pregunté frustrado. 

—No lo sé, no había manera de que se enterara —me dijo Marcel.

—Fue así también en el bosque prohibido, hay algo que estamos pasando por alto. 

Desde luego no estaba en mis planes vencer a Voldemort realmente, es así ante los ojos de Marcel. Mi padre me pidió que tuviera muy vigilados a Harry Potter y a sus amigos, también que averiguara lo que traman para así evitarlo. Sin embargo, cada que estoy hablando con Tracy, Potter aparece y lo arruina todo. No entiendo cómo siempre se entera, es como si estuviera en todas partes.

—¿Es posible que alguien se lo diga? 

—¿Alguien... cómo quién? —preguntó sin mirarme.  

—Solo lo sabíamos tú y yo. —En cuanto lo mencioné me miró fijamente. 

—¿Qué insinúas?

—Solo que es sospechoso, Marcel. 

—Bien, si tan sospechoso te parece entonces sácame del plan, eso si es que estás seguro de que podrás con esto tú solo. —Me miró de manera amenazadora y yo no contesté, ella era la única que iba a ayudarme, la necesitaba. 

Y ella me necesitaba a mí, pero eso yo no lo sabía, de ser así las cosas pudieron resultar de otra manera. 

Tracy pov:

Ya era la hora del partido y todos nos dirigimos a los vestuarios para ponernos nuestras túnicas escarlata. Una vez que Angelina dijo sus palabras de antes del partido, salimos al campo de quidditch.

Los capitanes estrecharon la mano y el sonido del silbato resonó en el campo, tomé impulso y me elevé, recibiendo el frío aire en mi rostro. Sin perder más tiempo fui tras la quaffle y me resultó muy sencillo anotar el primer tanto a nuestro favor.

Llevábamos unos treinta minutos de juego cuando Harry descendió a toda velocidad, había visto la snitch. Diggory va justo detrás suyo, volví mi vista a la quaffle justo a tiempo, ya que Angelina me la lanzaba, la atrapé y giré a toda velocidad hacia la portería de Hufflepuff, esquivando una bludger, que luego Fred terminó de alejarla por completo de mí, y anotando otro tanto. 

Gryffindor:  80
Hufflepuff:  40

De nuevo se escuchó el silbato y la multitud de Gryffindor enloqueció: Harry atrapó la snitch, el juego terminó y ganamos. Mientras bajaba con el resto del equipo anunciaron los resultados.

Gryffindor:  230
Hufflepuff:  40

Increíble.

...

—Estuviste bien, Evans.

—Tú también, Potter. 

—Los dos habéis jugado muy bien —dijo Hermione con emoción. Ron se aclaró la garganta, Potter y yo reímos mientras ella rectificaba que él también lo había hecho excelente.

Pero eso de festejar no era lo mío, así que en cuanto terminó nuestra conversación salí de la sala común a la biblioteca. Casi no lo hago, pero igual me gusta leer. Lo sé, suena irónico. Cuando entré comencé a buscar un libro, no tenía ni idea de cuál quería pero esperaba que alguno me llamara la atención.