Harry Potter y la hija de Voldemort: Firewords

Capítulo 33

A la mañana siguiente, me levanté muy temprano, apenas iba a salir el sol y el clima estaba bastante frío, pero aun así me incorporé por completo y decidí arreglarme. Hoy sí iría a clases, no tenía más excusas para seguir faltando. Me preparé rápidamente y cuando ya estuve lista con la túnica, me puse también un abrigo y un gorro negro. Regresé mi cabello a rubio, ya que no lo había hecho y sabía que ahora se mantendría ahí.

Salí de la habitación, el día ya estaba más claro, fui directamente al cuarto de Calíope. Esperaba que ya estuviese despierta, había mucho de que hablar y, honestamente, necesitaba hacerlo rápido; no solo por las clases, sino también porque precisaba aclarar cuanto antes mis confusos pensamientos.  

Llamé a la puerta y unos segundos después se abrió, mostrándome a Calíope en un estado mucho mejor al que se encontraba ayer.

—Tracy, sabía que vendrías, entra. —Se movió hacia un lado para permitir que me adentrara en la habitación.

—Te ves mucho mejor.

—Me siento mucho mejor, lindo cabello.

—Ah, gracias.

—Siéntate —me ofreció, por lo que me senté en la cama, y ella hizo lo mismo en frente de mí—. Supongo que quieres hacerme algunas preguntas.   

—Bueno, sí, realmente... quiero saber cómo terminó en la mansión de los Malfoy, pero me gustaría conocer la historia completa. 

—No puedo darte la historia completa, pero sí que puedo contarte cómo terminé ahí. —Asintió, pensativa—. Bien, resulta que hace muchos años me enamoré de un hombre, él era realmente perfecto —dijo, antes de soltar una risita sin gracia—. Eso pensaba yo, estaba tan enamorada que no podía ver más allá de eso. Con el tiempo comenzó a comportarse de una manera diferente, me di cuenta de lo ambicioso que era, comenzamos a tener muchos desacuerdos y se enojó mucho, dejó de ser la persona de la que me enamoré. Entonces me alejé de él, me estaba hundiendo a su lado, así que decidí irme lejos. Tiempo después me di cuenta de que estaba embarazada. Tendría una niña. —Hizo una pequeña pausa, en la que me dediqué a observar su rostro mientras ella tenía la mirada perdida—. El día que Voldemort fue derrotado por Harry Potter, muchos mortifagos regresaron al buen bando, pero otros más siguieron siéndole leal a su señor y aun varios años después intentaron acabar con las principales familias cercanas a los Potter, intentando hallar a Harry. Todos estábamos preparados para luchar, en honor a Lily y James, íbamos a darles guerra. Solo recuerdo que me vi rodeada de varios mortifagos y cuando desperté me habían capturado. 

—¿Solo porque sí? —pregunté—. ¿Por qué no te mataron? —Calíope simplemente se encogió de hombros—. ¿Qué pasó con tu hija? —insistí, intentando atar cabos de lo que me parecían dos historias enteramente diferentes y que no conseguía unir, pero desde luego no mencionaría eso.

—No lo sé, mi hermana se quedó cuidándola, pero ha pasado mucho tiempo y no he vuelto a saber nada de las dos. 

—Lo siento —musité al encontrarme sin palabras.

—Pero voy a buscarla, confío en Samay y sé que la ha cuidado como si fuera su propia hija. No importa cuánto me tarde, la encontraré.

—Desde luego, y si puedo hacerlo voy a ayudarte.

—Yo... ya te debo demasiado, ¿cómo podré pagarte?

—En realidad, hay una forma en la que puedes ayudarme. Necesito información.

—Es verdad, puedo hacer eso. Estando en la mansión Malfoy escuché varias cosas, Bellatrix bajaba cada tanto a torturarme, le gusta presumir de ciertos asuntos, como del regreso de Voldemort. Lo que se dice es cierto, ha vuelto y con más determinación que nunca. —Con sus palabras sentí como si mi corazón se detuviera, entonces todo era cierto, pero ¿por qué? ¿Por qué no se había manifestado? ¿Realmente no iba a buscarme? ¿Era verdad entonces que quería matarme a mí también?—. Quiere terminar lo que comenzó, matar a Harry Potter, está reuniendo de nuevo su ejercito en todo su esplendor. También escuché que Potter ha conseguido entrar en la mente de Voldemort, es tu amigo ¿verdad? —Asentí—. ¿No te ha comentado nada?