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- Alex.

La voz del chico alfa sonando a través del teléfono hizo que se desperezara.

- Mmmm...

- ¿Puedes venir al hospital? Creo que necesitamos ver tu punto de vista.

—¿Mi punto de vista con respecto a qué? ¿Y cómo diablos conseguiste mi número?

—¡Eso no importa! Esto es una emergencia y necesito tu ayuda... ¿Puedes venir?

Alex meditó su respuesta, no estaba segura de que involucrarse en ese drama sobrenatural adolescente fuera lo más beneficioso para ella. Sin embargo, era cierto que necesitaba aliados.

- Ajá. - Murmuró frotándose los ojos. - Voy en un minuto. Una ya no puede tomar una siesta tranquila en esta ciudad...

Se escuchó una pequeña risa del otro lado del celular. Pero en menos de lo que pensaba, cuando estaba a punto de terminar la llamada, una explosión de escuchó fuertemente, como un cable de electricidad al estallar y el celular de Scott terminó la llamada.

- ¿Scott? ¡Demonios! ¿Cuando podré dormir tranquila?

- ¿Que sucede? - Matt entró a su habitación rápidamente.

- Algo sucede en el hospital. Vámonos, necesitan mi ayuda... - se colocó sus armas y su chaqueta, pero no vio que Matt se moviera ni para respirar. Caminó hacia él intentando pasar pero le obstruía el camino y parecía no quiere moverse. - Hazte a un lado.

Él negó con la cabeza y le lanzó una mirada de advertencia.

- No podemos ir, Alex. ¿Qué parte de "estás en peligro" no entiendes? Eso sería exponerte demasiado. - dijo con firmeza y decisión.

- Tengo que ir, me necesitan ahí. Scott está en peligro... - Matt la miró alzando las cejas.

- ¿Con qué Scott, eh? - masculló entre dientes.

- ¡Matt, no entiendes! - Alexa apretó los ojos y la mandíbula fuertemente - Necesito la protección de esta manada. Solo en caso de que me encuentren, yo... necesito encajar. Por favor, solo... déjame ir.

El chico no la miraba, solo se quedó callado y con la cabeza gacha.

- Lo intento, Alex. Cada día de mi estúpida vida desde que te fuiste... he intentado dejarte ir; no importa cuánto lo intente ni cómo lo haga. No puedo... - Alex sintió lástima. Ella no sentía nada y en cambio él... sabía que debía sentirse acostumbrada, ese era el efecto que siempre causaba en las personas. Pero también sabía que era mejor mantenerlas alejadas.

- Matt - su voz sonó suave - me tengo que ir, en serio tengo qué.

El chico de ojos claros ni siquiera la miró cuando salió por la puerta principal, sabía que tenía que dejarla ir.





• • •





Alexa llegó al hospital central lo más pronto que pudo, que a decir verdad no fue mucho por que vivía cerca. Se había puesto una runa de glamour haciéndose invisible para todo aquel que no fuera un subterráneo o no poseyera la visión. Al llegar se dio cuenta de que ocuparía ponerse más runas ante el desastre que había.

- ¡Todos para atrás! - se escuchó gritar a Kira, la chica japonesa con la que aún no había interactuado mucho.

Había agua esparcida por todo el suelo, y al parecer estaba electrificada, varios ya la habían pisado y quedado tendidos en el suelo gracias a la gran descarga de corrientes. Qué bueno que sus botas de cazadora de sombras eran aislantes. Scott y Derek salieron corriendo en dirección a Kira, sin saber que lo del agua.

- ¡Cuidado! - los detuvo a ambos extendiendo su mano por sobre el pecho del mayor. Éste sólo la miró, ordenándole en silencio que se apartara, pero ni que le fuera a hacer caso.

Kira atrapó el cable suelto con su mano y lo cubrió con ella, evitando que saltaran más chispas y succionando toda la electricidad. Sus ojos se tornaron de un naranja fuego.

- ¿Por qué nadie me dijo que Kira es un Kitsune trueno? En serio, necesito enterarme de ciertas cosas ¿saben? - masculló Alex ante la mirada de ambos hombres lobo.

Derek bufó pero al instante su expresión cambió radicalmente al ver el cuerpo de Isaac tirado en el suelo, rápidamente corrió a su lado.

-¡No está respirando!

Alex entró en pánico y corrió hacia el interior del hospital pidiendo ayuda para el beta. Al salir, La policía había llegado y dictaminado que había sido sabotaje, Stiles estaba desaparecido e Isaac estaba en el quirófano.

- Scott, yo...

- Vuelve a casa, Alex. - dijo sin mirarla - Te involucré en esto y lo lamento.

- No es tu culpa, Scott. - Alex posó una mano en el hombro del Alfa para que él se girara a mirarla. - Ayudaré a buscar a Stiles, veré qué puedo hacer, pero no cuentes con que no voy a ayudarlos.

- No deberías...

- Pero quiero. Y lo haré. - Alex apartó su mano y lo miró a los ojos - Cuenta conmigo.

- Hay algo que debes saber... ¿Tienes alguna idea de no que es un nogitsune?

- Mmm, sí. Es una especie de demonio japonés que posee a las personas. - Contestó Alex con el ceño fruncido. - En el instituto nos hablaron de él, nunca profundizaron demasiado ya que no es muy común verlos, pero sé alguna que otra cosa, ¿por qué?

Scott suspiró.

- ¿Crees poder cazar uno? - Alex sonrió de lado.

- Por supuesto.

- Bien, Stiles fue poseído por el nogitsune. - Entonces sí entró en pánico. ¿Stiles? ¿De todos los buenos portadores del mundo, por qué el nogitsune habría elegido a Stiles?







• • •







La mañana siguiente, Alex se la pasaba de clase en clase intentando concentrarse mientras que aquellas preguntas atormentaban su mente cada segundo. El timbre sonó, haciéndola sobresaltar; tomó sus cosas y las metió con avidez en su mochila antes de salir a los pasillos.

Metió un par de libros a su casillero cuando un leve sonido comenzó a escucharse a través de las paredes; un emisor para hombres lobo. Comenzó a seguir el sonido, el cual provenía del sótano.

En el sótano había una persona sosteniendo el emisor de espaldas a ella, pero aún de espaldas ella supo de quién se trataba.

- ¿Stiles?

Nefilim • teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora