|63|

2.5K 230 226
                                    


"We fight every night for something, when the sun sets we're both the same. Half in the shadows, half burn in flames."

Estaba exhausta, sus brazos se sentían pesados de cargar con la espada, estaba cansada de desplazarse, de esquivar y de golpear. Reyna la observaba desde el otro lado del cementerio con los brazos cruzados y una expresión seria.

No podía seguir; sentía que los párpados le pesaban y el sudor le empapaba el rostro. No sabía ya cuanto rato llevaba así, no sabía si quería continuar. Posteriormente tenía que caer, lo sabía. Pero aún así no pudo evitar pender del delgado hilo que sostenía sus esperanzas de vivir.

Sintió un golpe en las costillas y supo con seguridad que un par se había roto. Se dobló del dolor y sus adversarios se aprovecharon para tomar ventaja; uno de los cazadores de sombras, el cual ella no lograba identificar, la tiró al suelo de un golpe y le apuntó al cuello con una de las espadas arcángel.

Quiso agacharse para tomar su espada, pero al menor roce aquella arma la degollaría. Cerró los ojos, en espera de que se realizara algún movimiento, y fue casi como si el mundo guardara silencio, esperando a ver lo que sucedería. Contuvo el aliento por un par de segundos que se sintieron eternos.

Y cuando estuvo al pie de la muerte, lo escuchó. Logró escuchar el sonido de una flecha cortando el aire, y el leve grito de dolor de aquel hombre que le apuntaba. Abrió los ojos y lo vislumbró con una flecha atravesándole el pecho, cayó de rodillas, contemplando su propia muerte.

Miró a su madre de reojo y pudo ver la preocupación y sorpresa en su rostro antes de que otra arma atravesara la noche. Una daga se clavó entre los ojos del siguiente más cercano a ella.

Alex aprovechó la confusión y tomó su katana del suelo, poniéndose en pie de un salto y atacó a los demás a su alrededor. Un rugido, un destello en la oscuridad.

- ¿Derek? - murmuró la chica sin aliento, incrédula.

El ex-alfa sonrió levemente, un gesto que sinceramente la sorprendió.

- Y tú estabas preocupada por tener que salvar mi trasero.

Casi se echa a reír, salvo porque esa no fue la única sorpresa.

- ¡Isaac!

- Alex, es bueno verte de nuevo. Ahora, solo evitemos no morir - la chica asintió con una sonrisa.

Miró a su alrededor. Estaban ahí, habían venido a defenderla después de todo. Derek, Scott, Isaac, Malia, Kira, Matt y... ¿Iris? Ambas se miraron cortamente y un remolino de emociones se desató en su estómago. Iris asintió con la cabeza y sonrió dándole apoyo. Matt se acercó a ella con el arco en alto, evitando que los oponentes se acercaran demasiado a ambos.

Fue entonces cuando supo que lo que fuera que se viniese no iba a ser bueno. Porque su Parabatai y Matt estaban tirando a matar, al igual que ella, o sea que si lograban escapar, también serían fugitivos. El arquero se puso de espaldas junto a ella.

- Lo siento. No debía ser tan duro contigo... - dijo mientras lanzaba una flecha a alguien cercano.

- Ahora no es el momento, Lightwood. - masculló Alex, lanzando un golpe con su espada y esquivando una estocada.

Nefilim • teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora