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Seis meses después...

Era de noche y una estruendosa tormenta azotaba contra Beacon Hills de manera violenta. La luz se había ido en la mitad del pueblo, y en la otra mitad estaba fallando.

Un trueno resonó en la mitad de la noche, pero la rubia ni siquiera se inmutó. Habían salido del aeropuerto hace ya un par de horas y ahora se dirigían a la escuela para hacer quién sabe que para los alumnos de último año.

A decir verdad, Alex no se sentía la misma desde la noche en que había robado ese libro del instituto. Fue la última vez que vio el rostro de Matt en seis meses, y aunque quisiera cambiar eso, había algo en su interior que le decía a gritos que no lo hiciera.

Había leído y releído el hechizo durante ese plazo de tiempo, y ya estaba lista para realizarlo, pero Regina aún necesitaba conseguir los ingredientes en el mercado negro. Así que básicamente estaba a salvo. Por ahora.

Ladeó la cabeza y se puso de pie mientras se miraba de ropa. Había dejado de usar toda la ropa negra de siempre, ya no parecía emo, pero aún así no podía dejar atrás su vestimenta común. Se había decidido por unos tejanos oscuros, una camisa de cuadros y su chaqueta de cazadora de sombras, donde guardaba todas sus armas; y por último sus botas militares.

Y como era costumbre armas completamente indetectables para los mundanos. Pero en ese momento algo que más ansiaba era llegar a la ciudad y volver a ver a Scott.

[...]

Alex estaba de pie fuera del auto con los brazos cruzados sobre el pecho mientras observaba a su amiga caminar de un lado al otro sobre el auto, en busca de señal telefónica.

- Kira, ya baja de ahí, me pones nerviosa - la japonesa suspiró y obedeció, volviendo a entrar al auto.

Todos los autos se habían quedado parados en el tráfico debido a la tormenta y había distintas personas haciendo lo mismo que ellas. Entre ellas había un chico muy atractivo a los ojos de la rubia. Como si el chico notara su mirada se volvió hacia ella y sonrió amablemente.

- Yo tampoco tengo señal - dijo.

- Yo tampoco tengo señal - dijo

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Alex le devolvió la sonrisa. Parecía lindo. La chica simplemente apartó sus pensamientos y volvió al interior del auto.

- No es vandalismo; al menos no creo que sea... - decía Kira.

- Definitivamente es vandalismo, y por eso vamos a hacerlo. - Dijo Alex al entrar, sin saber en realidad a que se refería y hablando por hablar.

Ambos adultos las miraron mal antes de que Alex soltara una carcajada.

Nefilim • teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora