Nefilim • teen wolf

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Scott le había explicado la situación a Deaton, acompañado de la manada, armaban un plan entre todos.

- Quiere que vayamos a la bodega de los Argent, todos. De seguro tiene un plan, pero... Deaton, cada vez se vuelva más fuerte, ahora absorbió el poder de Lucas.

- No tengan miedo, no puede darles el veneno de escorpión, solo puede absorber su fuerza, velocidad y agilidad. - explicó el mayor.

Malia miraba nerviosa a Stiles, quien a su vez miraba a Scott, mientras que Lydia simplemente miraba a todos y Kira daba vueltas por todos lados. El alfa había decidido dejar a Liam fuera de todo aquello.

- No se preocupen, sé de algo que podrá ayudarlos.

•••

Importaba un demonio lo que los demás pensaran, ir a la escuela era solo una fachada, así que fácilmente podía no ir. Aunque quisiesen mandarle un reporte, ¿a quién lo entregaría? ¿Su madre quien la quería muerta? ¿Los Yukimura, quienes a pesar de todo la cuidaban? No le importaba.

Había decidido ir al bosque, solo las aclararse la mente y pensar en una estrategia. Después del mensaje de fuego que había recibido de parte de la clave, era hora de actuar. Y cita: te damos la oportunidad de tener una muerte digna y caer como una verdadera cazadora de sombras, luchando.

Así que básicamente no le daban otra opción. Iba a morir y pronto. No quería robar el poder de los de la manada, no quería matarlos. Pero no tenía opción, sabía que si no lo hacía querrían acompañarla, y mandarlos a la lucha contra los cazadores de sombras sería correr un destino igual.

Suspiró y se sentó en una gran piedra que se encontraba junto al risco y miró hacia la nada sumida en sus pensamientos.

Recordaba haber hablado con Theo hace un par de días. Recordaba haberle confesado que era una asesina, recordaba que no le importó. También podía vagamente recordar que él mismo le había dicho que era un asesino, y a ella tampoco le importó. Incluso le dio un consejo que básicamente la ayudó a planear cómo deshacerse de la manada McCall.

- Oh, me alegra oírlo. Pero si puedo darte un consejo... ataca primero al corazón, una vez que tu víctima esté emocionalmente destrozado, básicamente te rogará que lo mates.

- Tomaré ese consejo.

Y no sintió pena ni remordimiento.

•••

Matt no podía sinceramente estar más feliz, se sentía completo. Alex no iba a morir, iba a ser salvada; claro, el ángel no le dijo cómo lo haría pero le dio su palabra, y supuso que eso era importante. Así que fue a Beacon Hills sólo par ver a Alex, pero no planeaba decirle nada, no quería estropearlo. Aunque sinceramente no se esperaba que el perro, la zorra carismática, el mundano, la coyote y la gritona estuvieran esperándolo.

Le explicaron todo lo sucedido, además del plan que tenían para vencerla. Al principio no se lo creyó, ¿cómo podría? Estaba convencido de que Alex no haría cosas como esa, así que solo para probárselos accedió a participar en el plan.

Y vaya que jamás se había sentido tan decepcionado.

•••

Justo cuando Alex creyó que ya no aparecerían, en realidad llegaron. El jeep azul estacionó enfrente de aquel lugar que la chica había escogido como punto de reunión. Contó con la mirada y se aseguró de que estuvieran todos, y bueno, se llevó una sorpresa al encontrar a Matt ahí.

El rostro sin expresión de Alex no le daba nada de confianza al arquero, ni mucho menos aquel cambio de aspecto. Llevaba aquella típica vestimenta oscura, solo que en lugar de usar sus botas militares llevaba unos botines con plataforma. Alex jamás usaba plataforma.

- Me alegra ver que saben cuándo cumplir una orden - dijo ella, ahora con una amplia sonrisa.

- Me alegra ver que aprendiste a usar el delineador - comentó Lydia rodando los ojos.

- Aprendí de la mejor - respondió la rubia sonriéndole falsamente - ahora, entren.

Pasaron por su lado sin siquiera atreverse a mirarla a los ojos, excepto Stiles, quien se detuvo y la miró sólo de reojo antes de seguir caminando. Matt ni siquiera movió un músculo, estaba plantado en su lugar mirándola seriamente, notándose incluso algo molesto.

- ¿Por qué? - preguntó en voz baja.

- Porque quiero y puedo, además es mi decisión y ya está tomada. No hay vuelta atrás. - contestó Alex mirando más allá de él.

Sabía con certeza que la única persona posible de hacerla cambiar era Matt. Pero no quería cambiar, así que no le daría el lujo de acercarse lo suficiente.

- Ahora entra.

Matt suspiró y obedeció, una parte de él sentía curiosidad por lo que pasaría.

Una vez que estuvieron todos adentro, Alex tomó un poco de ceniza de cerbal y la lanzó al suelo, adhiriéndose automáticamente a el resto de cenizas que habían sido previamente colocadas. Nadie salía, y nadie entraba.

- Que comience el juego.

•
Es un capítulo kk y además es corto, pero bueno, si ponía todo se haría un capítulo larguísimo y no publicaría como hasta la siguiente semana.

Así que algo es mejor que nada ¿no?

Eso es todo,
Que sueñes con Alex (lol, que trauma, te asesinaría).

-Dixon.