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La enfermera había dictaminado que debían llevar a Liam al hospital, lo cual era algo obvio pero Alex no prestó mucha atención a lo que la vieja decía, estaba demasiado ocupada buscando a Scott. Se había ido hace poco sin avisar y conociendo a Alex, cualquier cosa podía decir "peligro". Comenzó a buscar en los salones cercanos, iba lentamente procurando examinar cada detalle, cada sonido y cada olor.

Lo encontró poco después, en el borde de la escaleras; pero no estaba solo. Estaba con Kira. Y no estaban exactamente charlando, a decir verdad...

Bueno, de cierta forma quería pensar que estaba bien, que no le afectaba en absoluto

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Bueno, de cierta forma quería pensar que estaba bien, que no le afectaba en absoluto. Debería decirse que se sentía feliz por ambos, feliz de que al fin encontraran a alguien... pero no. De hecho, en ese instante no lograba comprender por qué sentía un vacío en lo profundo del estómago, ni siquiera lo sabía identificar. No entendía por qué se sentía así si fue ella misma la que le dijo a Scott que no quería tener nada con nadie en aquel momento...

Tal vez fuera lo mejor, considerando lo que pronto le harían. Ella ya había dañado suficiente aquella pequeña manada, les había conseguido suficientes problemas, ya no tenía de qué preocuparse si su sentencia de muerte ya estaba firmada. ¿Entonces... por qué retenía las lágrimas? Eran cientos de preguntas a las cuales ella aún no tenía una respuesta concreta.

Se dio la vuelta antes de que alguno de los dos notara su presencia y se dirigió al jeep de Stiles, quien los esperaba fuera.

- ¿Estás bien? - preguntó el castaño cuando ella entró al auto.

- Sí, claro... ¿por qué preguntas?

- No lo sé... hace rato estabas sonriendo y ahora simplemente parece como si un pájaro hubiese cagado en tus zapatos favoritos.

Alex fingió una sonrisa, lo cual no le costó tanto considerando que era Stiles, el chico que le resultaba cómico con solo verle la cara.

—Es sólo que... Algo no resultó como tenía en mente, eso es todo.

Él asintió, pero al ver que la muchacha hacía un esfuerzo por contener sus emociones, le tomó la mano para llamar su atención.

—¿Stiles...?

—Tranquila. No sé qué haya sucedido pero... Estoy aquí contigo para lo que sea, tonta niña teñida. —le dijo a broma, acariciando el dorso de su mano con el pulgar.

—¿Me prometes que, pase lo que pase... Seguiré siendo tu tonta niña teñida?

La pregunta casi llegó a ofenderlo. ¿Cómo podría pensar que dejaría de serlo?

Nefilim • teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora