|24|

5.8K 442 15
                                    


- ¿En serio, Stiles? ¿Un bate? Un día de estos tendrás que conseguirte algo mejor - afirmó Lydia con cierta petulancia.

Los tres se encontraban en la entrada de la escuela, buscando desesperadamente alguna señal de Derek, Scott, Malia o Kira, mas hasta ahora no había sucedido nada.

- Fue lo primero que encontré - excusó el castaño - además, son una buena arma.

Alex rodó los ojos con un dejo de molestia, a veces Stiles podía llegar a sacarla completamente de sus casillas por ser tan idiota, aunque igual le quería.

- Si querías un arma debiste pedirla. Una daga o un cuchillo, eso son armas.

Negó con la cabeza y llevó una de sus manos a el mango de su katana Oni, la cual estaba en una funda atada a su espalda, más que nada ese era solo un movimiento involuntario defensivo que solía usar cuando cazaba demonios o algún subterráneo insubordinado.

Un fuerte rugido se hizo audible en el silencio de la noche, haciendo que Alex pudiera todos sus sentidos alerta y corriera a toda velocidad hacia dónde lo había escuchado. Considerando su mayor velocidad, rápidamente dejó atrás a ambos chicos y llegó a la escena del sonido.

- ¡Kira! - gritó la rubia a modo de alerta al ver que una criatura la tomaba desprevenida. - ¡Oh, mierda! - murmuró al ver que las tres cosas se acercaban a ella.

Le tomó solo dos segundos para reconocer lo que eran. Berserkers. Esos malditos, sabía combatirlos pero no matarlos... aún. Rápidamente se puso en guardia, sujetando la espada frente a su rostro y balanceando el peso de su cuerpo levemente hacia el lado derecho.

No tardó mucho para que uno lanzara el primer zarpazo, pero como era de esperarse, ella fue más rápida. Se agachó levemente y aprovechó el momento de distracción para lanzar una estocada que fue parada por su araña dura de hueso. Lanzó una patada al segundo, el cual se estampó contra los casilleros; dio una vuelta hacia atrás al sentir la proximidad de un golpe de parte de los tres.

Antes de que se diera cuenta, Derek estaba combatiendo a dos solo, mineras que ella se quedaba con uno. El berserker la desarmó de un golpe y Alex metió la mano a su chaqueta para desenfundar una espada Serafín. Pateó a la criatura en el abdomen y esta se tambaleó para atrás, no sólo por el golpe, si no también por la visión del arma celestial.

Aprovechando la distracción, Alex alzó el arma y con igual rapidez la dejó caer con gracia, abriendo un tajo en el estómago de la criatura, no muy profundo pero lo suficiente para que éste chillara de dolor. Un rugido algo distinto a él de los hombres lobo se hizo audible, causando que los berserkers se dieran a la huída en segundos.

Alex giró la cabeza, su algo rizado cabello se agitó más al sentir una corriente de aire; quería ver que los chicos estuviesen bien y al parecer así era, pero su mirada solo se dirigía a un punto junto a ella, el cual decidió mirar también.

Derek estaba de pie, tan alto y fornido como solía serlo, volviendo a ser el Derek Hale amargado y sobretodo adulto, que todos conocían.

- ¿Derek? - preguntó Scott con cierta duda.

Él levantó la vista, y lo que parecía ser Derek, ya no lo era. Había cambiado un insignificante detalle demasiado significante. Sus ojos ya no brillaban de esa forma azul eléctrico, si no que tenía los ojos de un beta común, amarillos.

Alex largó un suspiro. Algo no estaba bien, a decir verdad, algo estaba terriblemente mal y no tenía idea de el cómo o el por qué.








Yo sé que es corto pero necesitaba separar este capítulo del que sigue, ya después verán por qué.
- Dixon.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nefilim • teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora