Nefilim • teen wolf

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|25 de Diciembre, sala del cónclave, Idris|

- Matt Lightwood - leyó la mujer en voz alta - acusado de traición, robo de identidad y de cubrir las huyas de un criminal. Son muy graves tus delitos, jovencito; pero te diré algo... todos pueden ser perdonados si nos dices el paradero de la acusada de homicidio, Alexandra Carstairs.

Matt, quien se encontraba de rodillas en el blanco suelo de mármol, levantó la mirada hacia la mujer que lo acusaba; ella lo miraba con ira y autoridad, mientras que mechones de su cobrizo cabello le caían por el rostro. En su tiempo debió haber sido una mujer hermosa, pero la vida de cazadora de sombras cansa a cualquiera, haciendo que su rostro se cubriera por finas arrugas y sus ojos azules se tornaran fríos y sin sentimiento.

- No sé dónde está - contestó él con voz firme. Tenía el rostro cubierto de golpes y sangre pero eso no le impedía seguir luchando.

La mujer lo miró con los ojos entrecerrados e hizo un ademán a un cazador que se encontraba a la derecha de Matt. La sala estaba repleta de Nefilim, los miembros de la clave y distintos regidores de poder de alrededor del mundo; entre ellos se encontraba una joven chica que en silencio rogaba por el destino de Alex, su parabatai. Iris no podía mirar como torturaban a Matt y al ver que el no daba respuestas, sabía lo que se él venía.

- Si así lo quieres... ¡Traigan la espada mortal! - ordenó - Si no nos quieres decir la verdad, te la arrancaremos con el peor de los sufrimientos. - escupió con odio dirigiéndose a Matt, aquella mujer daba miedo.

Un hombre fornido entró en la sala con una gran espada que daba un aspecto celestial y majestuoso. El hombre lo obligó a que la sujetara y Matt sintió como si estuviese cargando el peso del cielo.

- ¿Has visto recientemente a Alexandra Carstairs? - preguntó la mujer.

Matt sintió una repentina opresión en el pecho, muy dolorosa.

- Sí —contestó como si las palabras fueran arrancadas de su boca.

- ¿Sabes dónde está? - Matt quería mantenerse callado pero el dolor aumentaba y era insoportable, aún así tuvo la misma sensación.

- Sí...

La mujer hizo un gesto con la cabeza y el hombre le retiró la espada de las manos antes de volver a dejarla protegida. Matt cayó de espaldas contra el frío suelo de mármol.

- Mmm...

Lo tomó por la camisa y lo obligó a que la mirara a los ojos.

- Dinos dónde está - ordenó. Él se mantuvo callado - Dinos dónde está y tu querida hermanita no sufrirá daños...

Matt la miró con pánico, estaba atado y rogaba en silencio. Perdóname, Alex.

- Beacon Hills, California.

Aquella mujer lo empujó y al instante el chico se desmayó pero ni siquiera se inmutó, ella estaba celebrando.

- Esa bastarda. - murmuró entre dientes, se acercó al cónsul y le susurró en el oído para que nadie más oyera - Iremos por mi hija. Y vamos a matarla.

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#Sorrynotsorry