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-¿Podrías dejar de hacer eso? - Alex miró a Stiles con cierto pánico en los ojos - me estás poniendo los pelos de punta.

- Lo siento - se excusó - es algo que hago cuando estoy nerviosa.

- Sí, pues, ese labio va a comenzar a sangrar si sigues mordiéndolo, y odio la visión de la sangre así que, por favor, detente.

Alex dejó de morder su labio y miró a Stiles algo nerviosa.

- Disculpa ¿sí? Es que aquí sencillamente podrían encontrarme. Estoy en México, es lugar de cazadores de sombras y ¿sabes que?, ¡me están buscando para asesinarme! — El chico rodó los ojos.

- Tranquilízate, Scott no dejará que te pase nada.

- Eso me pone aún peor, porque Scott está allí adentro y yo estoy aquí afuera contigo, sin mucha oportunidad de ganar una pelea, gracias. - Stiles la miró mal - Es enserio, ¿por qué no puedo quedarme adentro con ellos? Sería mucho más divertido y de más utilidad. Digo, soy inmune a cualquier arma sobrenatural y sano rápido con cualquier arma mortal, yo...

Alex comenzó a tronar sus nudillos con nerviosismo, haciendo que Stiles se pusiera en el mismo estado de ansiedad que ella.

- Okey, basta. - Stiles le tomó ambas manos para que se detuviera y las dejó ahí hasta saber que estaba tranquila. Alex se apartó rápidamente, aún más nerviosa por su toque.

- Odio el contacto físico y lo sabes - excusó.

- No, en realidad no lo sabía, Isaac tenía otra opinión. —instó el muchacho con imperceptible irritación.

Y tu mejor amigo también, pensó. Recordar aquella fogosa noche con Scott solo hacía que se pusiera más nerviosa delante de Stiles, digo, ¿cómo reaccionaría él si supiera que ella había tenido sexo con su mejor amigo? Y aún peor, parecía que Stiles lo sospechaba; ella solo esperaba el momento para que cayera la bomba y él comenzara a preguntar.

Alex abrió la boca para replicar con algo grosero pero la Rubio-fresa vio el gesto e interrumpió.

- Ustedes dos, ya cállense de una buena vez, creo que encontré el lugar - Alex y Stiles suspiraron con enfado y se cruzaron de brazos al mismo tiempo. La ojiverde suspiró ante esa acción.

Lydia señaló el lugar, el cual era vigilado por dos hombres. Alex se colocó atrás de ambos a modo de guardaespaldas e intentó parecer ruda poniendo su cara de seriedad extrema, la cual, según Stiles, era como estar viendo peligro.

- Estamos aquí para la fiesta - Los dos hombres negaron ante las palabras de Lydia.

Alex observó la cámara que estaba por sobre sus cabezas; ambos chicos se miraron entre sí y luego la miraron. Alex alzó levemente su chaqueta y extrajo de ella una tarjeta con el dibujo de una extraña calavera en ella, acto seguido, la mostró a la cámara.

La puerta se abrió y los hombres los dejaron pasar. Observaron el largo pasillo que llevaba a Dios sabe dónde mientras la puerta se cerraba a sus espaldas, doblaron una esquina y se toparon con un club de lo mas extravagante.

- Ven, ¡esto sí que es diversión! - exclamó Alex - Muy buena música, hasta me dan ganas de bailar.

Comenzó a hacer movimientos raros con la cabeza y Stiles la miró consternado.

- Alex, el baile no es lo tuyo.

La tomó por los hombros y los tres se dirigieron al bar, donde les sirvieron tres tragos hasta el tope. Alex tomó el suyo y lo olfateó levemente. Vodka. Encogiéndose de hombros se lo empinó y bebió todo de un trago.

Nefilim • teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora