Nefilim • teen wolf

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Derek se había ofrecido para hacerse cargo de los cuerpos antes de que alguien notara su ausencia, algo demasiado amable de su parte. Scott se había encargado de que Liam y Malia llegaran a sus casas con alguien de confianza, pero no quería despegarse de Alex en ningún momento. Así como Matt tampoco lo hizo; pero él más que nada lo hacía por él temor que le tenía a la chica y Scott por qué quería protegerla. De sí misma.

- Alex, tenemos que irnos - susurró el licántropo, posando una mano en el hombro de la chica.

- Ni hablar - interrumpió Matt - Alex se va conmigo.

Ambos chicos la miraron, pero en cambio, ella no miró a ninguno.

- ... ¿Alex? - susurró Matt, preguntándose por qué tardaba tanto en tomarle la mano y ambos largarse de ahí.

La chica hizo un gesto con la cabeza, estaba cansada.

- Matt, lo siento. Tienes que ir con la clave ¿recuerdas? Órdenes directas. Me iré con Scott.

El pelinegro intentó ocultar el dolor que le había causado su rechazo, pero fue casi imposible. De un momento a otro, Matt había desaparecido entre las sombras de la noche. Alex se giró hacia Scott, quien la miraba comprensivo y acarició su hombro levemente, más como un tacto amistoso.

[...]

Melissa quedó un tanto confundida al ver a la chica en el umbral de la puerta;Tenía sangre seca en las manos y una mirada perdida en los ojos. Melissa no dudó ni un segundo antes de estrecharla entre sus brazos, mientras la chica intentaba recuperarse del shock. No hizo ninguna pregunta porqué ya sabía todas las respuestas, y a pesar de todo, su forma de verla no había cambiado.

Scott guió a la chica a su habitación, un tanto preocupado.

- Scott, ¿podrías dejar de mirarme así? Por favor, me siento... mal. - Pidió la chica una vez que estuvieron ambos solos.

El licántropo la miró confundido.

- Me miras cómo... como si fuera diferente. Me miras con lástima. No lo hagas, por favor, lo odio. - explicó la rubia.

Scott miró hacia otro lado, evitando mirar a la chica o coincidir con su mirada.

- Sé que no eras tú. Había algo que te hizo hacerlo, pero no eras tú en ese momento, Alex.

- ¿Cómo puedes estar tan seguro? - preguntó ella bajando un poco la voz.

- Porque no tenías esa mirada en los ojos, la que es una mezcla de altanería, superioridad, un poco de soledad y ese gran brillo azul en el iris. No eras tú, Alex. - en ese instante, Scott si la miró - En ese momento solo veía crueldad y sed de venganza. No eras tú.

Alex frunció levemente el ceño; normalmente palabras cómo esas las esperaría de Matt. Scott se acercó a ella pero cuando quedó un par de centímetro separado simplemente se detuvo en seco. Quería abrazarla, pero tenía miedo, a decir verdad, de muchas cosas.

- Bien. Pero no entiendo cómo es que no tienes ni una pizca de miedo, digo, maté a cuatro tíos ahí, y actúas como si nada...

Scott sonrió levemente.

- No te ofendas pero... no eres rival para mí - Alex alzó las cejas ante la respuesta del chico.

- ¿Ah, sí? - la chica rió por lo bajo.

Pero por muchas ganas que tuviese de retarlo a una pelea, eso la degradaría como nefilim. ¡Vamos! Un cazador de sombras no reta a un subterráneo a una pelea, simplemente lo elimina.