Nefilim • teen wolf

|14|

- Es que no lo entiendo ¿por qué se las llevaría? - preguntó Scott en un intento desesperado de conseguir respuestas.

- A Lydia por qué es una Banshee - contestó la madre de Kira - podría usar su poderes en su contra pero... no tengo la menor idea de para qué necesitaría a una cazadora de sombras.

Scott tragó saliva, estaba muy preocupado. Se giró hacia Deaton.

- Tú tendrás que contarme todo lo que pasó con Alex, no ahora, pero tarde o temprano tendrás que decírmelo. - El mayor lo miraba con remordimiento, sabía a la perfección que era su culpa, era un error con el que tendría que cargar de por vida.

•••

- Me encontrarán, lo sabes ¿no? - el demonio le sonrió de manera retorcida.

- Es exactamente por lo que las traje, para que las encontraran.

- ¿Y entonces por qué no puedo estar con Lydia? - el nogitsune ladeó la cabeza.

- Alex, tú ya lo sabes, es diferente que no quieras aceptarlo. - La chica apretó la mandíbula. 

- ¿Sólo por eso me trajiste aquí? ¿Cómo una distracción? - una risa malévola se escuchó en los pasillos.

- Por supuesto que no, Alexandra. - Stiles se acercaba cada vez más a ella - ¿Tienes idea de lo que se alimenta un nogitsune?

Alex sabía a la perfección, más no respondía.

- El nogitsune se alimenta de caos, dolor y destrucción - se acercó tanto que la tenía acorralada en una esquina, con los brazos extendidos para no dejarla ir - pero hay algo más que la gente no sabe... y es que el nogitsune también se alimenta del placer - Alex abrió los ojos de par en par e intentó vanamente escapar - y querida, tú estás llena de eso. En tu interior hay demasiado dolor, demasiado caos y tantísima destrucción... lo único que quiero hacer es saciarme de ti.

Alex buscaba desesperadamente una salida mientras que aquella cosa con el rostro de Stiles se acercaba cada vez más y la distancia entre ellos era mínima.

- Aléjate de mi - escupió la chica. El demonio no borró su sonrisa, si no que simplemente siguió acercándose hasta que sus labios tocaron los de la rubia.

Sintió como si repentinamente toda la felicidad se esfumara, y definitivamente no se sentía como los dementores de Harry Potter, eso incluso hubiera sido lindo; sentía como cualquier emoción fuera arrancada de su cuerpo con cuchillas, desgarrándole los órganos y el alma. Intentaba separarse pero era como luchar contra un gigante que le doblaba en fuerza, simplemente no tenía oportunidad y cada vez se sentía más débil.

•••

- Ellas no quieren ser encontradas. - Declaró Meredith, quien se encontraba sentada en la cama de habitación de Scott.

Los tres chicos; Scott, Stiles y Isaac soltaron un suspiro con cierta frustración, algo que la chica no notó.

- La rubia... - Scott levantó la mirada ante la mención de la chica - está sufriendo, percibo su dolor. Pide a gritos que no la busquen.

Scott se llevó una mano a la frente, intentando calmarse.

- ¿Que nadie atenderá? - Stiles y Isaac se miraron entre sí, sin comprender muy bien a que se refería Meredith - Tu teléfono está sonando.

- ¿Mi... mi teléfono? - balbuceó el castaño. Isaac y Meredith asintieron mientras que Scott los miraba con el ceño fruncido. - Ah, mi teléfono.

El chico sacó su celular del bolsillo y se lo llevó al oído, obviamente actuando.

- Es para ti - le tendió el aparato a la chica, quien lo tomó sonriente. Después de un par de segundos se lo devolvió.

- Dicen, coup de foudre.

- ¿Cou qué? ¿Pero qué idioma es ese?- murmuró Stiles.

- Francés. - Habló Scott por primera vez - Ya sé dónde están.

•••

El nogitsune se había ido, dejándola sola. En realidad no sabía exactamente qué hacer, estaba buscando alguna salida, pero bien estaba bloqueada o no existía. Y en caso de que se topará con algo no tenía mucho modo de defenderse más que su habilidad para el combate cuerpo a cuerpo, lo único que conservaba era su estela y su piedra runa de luz mágica, además llevaba un pequeño kindjal* en la bota, el cual no tenía runas aún.

La había besado. Fue la sensación más horrible que pudiera existir, pero de alguna forma, el hecho de que tuviera el rostro de Stiles, la dejaba intranquila.

Se dibujó una runa de curación, silencio, rapidez, fuerza y visión nocturna. Pero aún así el demonio podría olerla, el único defecto de ser Nefilim es que el olor a Ángel es demasiado fuerte.

- ¡Alex! ¡Alex! - Scott salió corriendo de un pasillo y la tomó de los brazos.

- No, no, no... ¿Qué hacen aquí?

- Vinimos a salvarte. A ti y a Lydia.

- No deberían estar aquí - la voz de Alexa sonaba desesperada - él piensa matar a alguien. Él va a matar a alguien, tenemos que salir de aquí rápido.

Aún sin soltarla Scott la guió hacia la salida, notaba que la chica estaba débil y no podía evitar preguntarse ¿qué le había hecho ese demonio? Pero todas sus preguntas, o simplemente cualquier pensamiento que se cruzó por su mente, se borró al llegar a la entrada de Oak Criek. Abrió las rejas y las traspasó antes de que el cuerpo de la chica tocara el suelo.

- Allison... - el nombre de la cazadora salió involuntariamente de los labios de Alex.

Él se lo había advertido. Le había dicho que esa noche alguien moriría por su culpa, pero no le creyó, ella estaba segura de que saldría bien. Y por su culpa alguien había muerto. Allison Argent estaba muerta por su culpa.

- Lo siento Scott, en serio lo lamento tanto... - las palabras salieron en un murmullo, el cual no quería que fuera escuchado.

Así que simple te se dio la vuelta y desapareció en las sombras, como solo ella sabe hacer. Miró el anillo de plata que llevaba en el dedo, el cual solo le recordaba la decepción que ella era. Siguió caminando, nadie lo notó, todos estaban muy concentrados en la muerte de alguien querido, mientras que ella simple te seguía caminando. Una débil lágrima de culpa se derramó por su ojo.

•
Mientras escribía el capítulo lloré por qué también estaba escuchando la canción de multimedia y pues, mi corazón no lo soportó ;(