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Los murmullos se oían distantes, casi en eco. Una luz era lo único que podía distinguir cuando su visión se iba aclarando, podía sentir como su cabeza dolía ligeramente, volviéndolo todo diez veces más molesto.

- ¿Dónde estoy? - gimió Alex, frotándose los ojos para aclararse la vista - ¿Qué sucedió?

- Digamos que sufriste un terrible colapso, pero logramos salvarte - entonces la chica logró ver. Se encontraba sentada en la mesa quirúrgica de la veterinaria, y Deaton había dicho eso.

El resto de la manada estaba alrededor de la habitación; Scott y Stiles junto a ella, Lydia y Malia junto a Deaton, Kira algo apartada y... ¿Matt? Él estaba en una esquina con los brazos cruzados y una expresión de preocupación y tristeza pintada en el rostro.

- ¿Colapso? ¿De qué hablan? - murmuró.

- ¿En serio no lo recuerdas? - preguntó Stiles como si no pudiera creerlo, ella solo negó.

- Es una amnesia temporal. En cualquier segundo puede recuperar la memoria. - explicó el mayor.

La habitación se llenó de un silencio incómodo, al cual Alex no le hallaba sentido, quería hacer un comentario cómico pero el aire era demasiado tenso. De repente su cabeza comenzó a punzar del dolor, un dolor constante e inminente. Logró recuperar sus recuerdos por fracciones lentamente a medida que el dolor desaparecía.

- Por el ángel - murmuró sin aliento.

- ¿Estás bien? - preguntó Malia algo preocupada.

La chica negó con la cabeza e intentó huir de aquel lugar, tenía que pensar, tenía que sufrir por todo lo que había hecho, quería llorar pero no podía frente a ellos. Matt la abrazó cuando intentó salir, aprisionándola fuertemente contra sí.

- No puedo, lo siento... yo no quería... es mi culpa. Perdón, de verdad lo siento - sollozó contra el pecho del chico.

Al sentir todo aquello tan repentinamente ya no pudo evitar las lágrimas, simplemente no pudo contener todo el dolor y toda la culpa que se acumulaban en su interior.

Se giró para mirar a los chicos, quienes la miraban con lástima y hasta un poco de resentimiento.

- Lo siento, en serio lo siento, no sé qué me sucedió... perdónenme, yo no quería. Esa no era yo, lo juro.

- Lo sabemos - contestó Scott - tranquila.

- ¡No puedo estar tranquila sabiendo lo que hice! Dios, merezco morir. Merezco un infierno. Soy una asesina...

Stiles se removió incómodo. Él sabía lo que era matar a una persona, sabía cómo Alex se sentía, sólo que tal vez ella era mucho peor.

- Está bien, Alex. Sabía con certeza que no eras tú. - contestó Scott.

- Tengo malas noticias - anunció Deaton, llamando la atención de todos - Lo que Scott te inyectó era sangre de Ángel pura.

»Pero el problema es que era una cantidad mínima, con eso debió bastar para traerte de vuelta permanentemente... Sin embargo, me temo que la amnesia temporal y el desmayo no fueron buenas señales. Tengo motivos para creer que el hechizo que se te realizó fue más allá de mis conocimientos, pero puedo identificar que en lugar de la sangre de seelie, la poción contenía sangre de demonio pura.

»Hasta donde yo sé, la cantidad de maldad que hubo en tu interior fue masiva, llegando a consumir toda tu humanidad. Me temo que la dosis de poder celestial que corre en tus venas es limitada, y si se te llega a administrar en mayores cantidades . . . Me temo que morirás.

Nefilim • teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora