Tras darnos una ducha y dejar atrás nuestra sesión de sexo, bajamos a la cocina a cenar. Estoy muerta de hambre y cuando Harry saca la lasaña del horno que a echó Rosa, me entra más el apetito. Alarga su cuerpo y coge dos platos llanos, tenedores y baso. Los coloca en la encimera y empieza a repartir la comida. Me acuerdo que Ainhoa me a dicho que me llamaría esta noche a sin que aclararemos cuando comenzaré a trabajar. La verdad es mi primera vez que lo voy hacer. Mi madre siempre se empeñó en que no me hacía falta y que me concentrará en los estudios. Pero ahora estoy un poco nerviosa.
-Harry.-
-Mmm.-
Responde concentrado en lo que está haciendo. Me deja el plato enfrente y coge el suyo para hacer la misma operación.
-¿Me enseñarías alguna autoescuela de por aquí?-
Me pregunta le hace mirarme fijamente y hasta tiene un toque asustado. Su cabeza da vueltas a mi petición pero enseguida se pone a negar con la cabeza.
-No te voy a llevar a ninguna autoescuela. Ni loco.-
¡Ya estamos!. No puedo pedirle a mi hermano que venga todas las mañana a qué me lleve hasta la cafetería. Tendré que sacarme el carnet de conducir, quiera o no.
-Vamos, Harry. Ahora no te me ponga maniático con que me va a pasar algo.-
-Que no vas a convencerme. Se acabó la conversación. -
Dice dándome la espalda para ir a la nevera a por una botella de agua. ¿Que mierda se piensa que me va a pasar? Conducir conduce todo el mundo.
-No estas siendo razonable. y me da igual lo que digas, se lo pediré a alguien.-
Deja el agua en la encimera y viene hacia mí sin ninguna expresión en la cara. Retira el plato y lo sustituye por mi trasero dejándome encima de la encimera. Separa los muslos para colocarse entre ellos y me mira poniendo las manos en mi culo para apretarme más a él.
-Lo se y lo sabes. ¿A que se debe tanta insistencia? -
Sus ojos me miran fijamente y mi corazón Salta al hacerlo. Dudo en contárselo pero prefiero hacerlo, no quiero tener secretos con él y menos en una tontería como está. Mi mano le acaricia el bajo vientre despacio haciéndolo estremecer.
-Tengo trabajo en la cafetería de la novia de mi hermano-
Su gesto me hace saber que no le a alegrado la noticia y no se si quiero escuchar lo que va a decir. Aparta las manos de mis nalgas y agarra mis muñecas tirándome hacia atrás. Acerca su boca a la mía pero no la llega ni a rozar.
-No hace falta que trabajes, ya estoy yo para hacerlo.-
Me niego a tener que convivir a si. Se que gana lo bastante para mantenernos más que suficiente, pero yo también quiero aportar algo y no quiero que todo me lo compre él. Lo tengo más que claro. Voy a sacarme el carnet de conducir y voy a trabajar.
-Quiero trabajar yo también. No quiero ser una inútil hasta que tu vuelvas de trabajar. No puedes tenerme encerrada-
Cierra los ojos y suspira. Sabe que tengo toda la razón y no puede ocultarlo. Me acabaría volviendo loca si es que me quedo de brazos cruzados.
-Ojala... Pero se que tu cabezonería no lo va a permitir-
Niego con la cabeza. Roza sus labios con los míos y yo lo invitó a que me dé uno de sus besos de infarto. Mete una de sus manos por debajo de una de sus sudaderas grises que me he puesto y me acaricia el vientre despacio como segundos antes he hecho con él.
-Exacto, no lo voy a permitir-
Afirmó acercándolo con mis piernas más a mí. Sube su mano todavía más y agarra uno de mis pechos haciéndolo endurecer. Mi respiración se acelera y cierro los ojos entregándome completamente a él. Me clava su erección en mi entrepierna y eso me hace querer quitarle el fino pantalón azul de dormir que tiene puesto. Desciende sus mano por mi cuerpo y va directa a mis bragas. Las baja lentamente y las deja en el taburete que tiene a lado.
-Mírame-
Su voz. El tono exigente que utiliza en este instante es lo que hace que abra los ojos rápidamente y lo mire. De pronto saca su polla palpitante de sus pantalones y la acerca a mi húmeda entrada impaciente.
-Te amo.-
Lo sé, Y yo a él igual. Cuando siento que se va a fundir en mí, el teléfono de Harry empieza a sonar no muy lejos de nosotros, puedo ver que en la pantalla pone el nombre de "Sam". Intento que vuelva a meterse de nuevo en nuestro juego pero no consigo nada. Se coloca los pantalones en su sitio y me da un beso en la frente cerrándome las piernas.
—Lo siento, cariño. Es importante.—
Indignada lo suelto y coge el teléfono. Doy un salto y me bajo de la encimera. Me pongo su sudadera gris y salgo de la cocina. No me hace falta esta ahí escuchando lo que le tenga que decir el tal Sam corta royos
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No es muy largo pero es algo. Tengo mucho lío entre manos y apenas tengo tiempo.
¿Creéis que está bien la portada o la cambio?
Recompensare en el próximo capítulo. Lo juró. ❤❤❤