Tras más de media hora esperando la gran esperada De mi hermano. Suena mi móvil en el respaldo del sofá y lo cojo mirando su nombre en la pantalla.
—______, me has dado la dirección equivocada, ¡bravo por ti! —
No puede ser que me allá equivocado. Voy a la puerta de la entrada y veo un coche a lo lejos fuera del portón negro. sonrió y corro apresuradamente por la grada.
—¿Tu coche es negro?—
Pregunto con la voz entrecortada por la carrera que estoy haciendo. Al llegar a la portón me paro mirándolo. Si, sin duda es él quien está en el coche. Su cara es de confusión mirando a los lados está que da conmigo, abre los ojos y sale del coche apresurado. Yo en la cera de la carretera con la cara que me está apunto de estallar de emociones doy un paso y me tiro en sus brazos. ¡Dios lo necesitaba! Anhelaba sus brazos reconfortantes.
Me aparto de su pecho para darle un primer vistazo, tiene un aspecto fenomenal, tan blanquito como siempre y tan guapo. Con Su pelo rubio bien peinado y sus gafas de sol. No a cambiado en nada, sigue siendo el niño pijo de siempre.—Me moría por verte—
Dice secándose una lágrima que se le escapa por la mejilla. Se la quitó con mi mano y le doy un golpe en el hombro quitándome yo también mis lágrimas traicioneras.
—¿Entonces por que no has venido a visitarnos?—
—Pues por que apenas tengo tiempo para mí. —
Eso ni siquiera es excusa, pero sin ganas de discutir, lo agarró de los mofletes achuchadolo. Mamá ya lo pondrá en su sitio cuando lo vea en persona.
—Me tienes que contar muchas cosas, ¿No crees?—
Dice guiándome al interior del coche mientras sacude la cabeza en dirección a la casa. Pues ahora que lo menciona es verdad. Mamá sabe mi historia, pero él no. Sin duda no se lo tomara como ella se lo tomó.
—Digamos que el amor me a traído hasta aquí.—
Cierra la puerta y rodea el coche para subirse también.
Lo pone en marcha y dejamos la cada de Harry atrás.—No entiendo ¿Como el amor?—
No pilla mis indirectas, será tonto.
—Te lo presentaré un día de estos, ¡es más guapo!—
—¿Estas con alguien?—
Casi da un frenazo. Le golpeó el hombro muerta de la risa. Que histérico llega a ser a veces. Siempre me a estado controlado con quien salía y con quién iba a quedar, pero todo eso se acabó cuando se marchó.
—Si, y si no te comportas como es debido, no te lo presentaré en la vida.—
—Tendré que echarle un vistazo, no voy a dejar que cualquiera salga con mi hermana pequeña —
Esta claro que algún día se tendrán que conocer, pero por ahora quiero dejar las cosas pasar. Nada más pensarlo veo lo que me va a venir encima. Harry protector y mi hermano igual, nada bien puede acabar.
15 minutos después llegamos a una cafetería. Tomamos asiento al final del local en unas sillas de colores. Que sitio más colorido. Una chica rubia de unos 20 pocos años se acerca a nosotros con una gran sonrisa.
—¿Ella es ______?—
Dice la chica. Mi hermano asiente sonriendo mientras juega con sus dedos. Entonces veo que ella se acerca todavía más a mí. En su cintura tiene un delantal con el logo del local, en lo que supongo que trabaja aquí.