Ha pasado casi dos meses desde que estoy en Inglaterra. las cosas me van de maravilla, Harry y Alan se encargaron de que me sacara el carnet de conducir y gracias a ellos lo tengo, Harry se encargaba de llevarme y Alan de recogerme. en tan sólo un mes aprobé la teórica y hace nada estoy utilizando el coche. con un poco de miedo y mucho cuidado voy y vengo sola a trabajar, Harry no quiere que valla a ninguna otra parte más. Esta aterrorizado con la idea de que me pase algo incluso cuando fuimos a comprarme un coche me hizo que eligiera uno más seguro y grande... A mi no me gustaba la idea, cuanto más grande y bueno más caro y yo tenía un presupuesto de no mucho, lo que gane en la cafetería y unos ahorros que hice en California era la único que tenía, pero Harry como es tan cabezón elijio el grande y caro. En nada de tiempo me di cuanta de por qué insistía tanto, en caso de que pasará alguna accidente el coche grande se llevaría la paliza y no yo. ¡Mas maniático imposible!.
Llamó a mi madre todos los días y le cuento todas y cada una de las cosas que me pasan día a día, ella me cuanta las suyas y de en vez en cuando pillo alguno de mis primos por allí y empezamos hablar y a plantear quedar pronto. Mi madre está desesperada por verme y yo igual a ella, es un récord el tiempo que llevamos sin vernos. Hace dos semanas arme de valor a Alan para que le contará lo del embarazo de Ainoha. cuando vi como le hablaba a mamá y en la forma en que se tragaba las lágrimas al decírselo se me partió el corazón, no pensé nunca que ocurriría esto, mi hermano esperando un hijo. Una vez la noticia dada, no quiso esperar más para preparar los preparativos de la boda y hoy por hoy están en ello, no será una boda escandalosa más bien una sencilla con tan solo los más cercanos.Ahora mismo me encuentro recogiendo las últimas mesas. No hay nadie en la cafetería aparte de yo y Ainoha y el chico de la cocina. Al estar todos los días juntas hemos echo muy buenas migas, incluso hemos quedado para elegir mañana el vestido de novia. Paso la bayeta húmeda por la mesa y está queda limpia y brillante, luego hago lo mismo con las demás y mi jornada de hoy está echa. Me encanta el echó de que cuando llegue a casa Harry aparecerá poco después. No a pasado ni 10 horas cuando Harry me rompió las bragas y acorraló haciéndome ver las estrellas en el vestidor por no querer obedecerlo quitándome el bonito peto Vaquéro de falda que llevo puesto. según él se me ven las piernas demasiado y no quiere que los hombre de la cafetería me miren sin que él les pueda partir la boca.
Voy a la cocina y cuelgo mi delantal en el mini perchero de pared junto a las neveras de congelado. Ahinoa se acerca por detrás y cuelga el suyo haciéndome sobre saltar en el sitio, ella se ríe y me da una palmada en el culo para salir de la cocina.
—Pepe ya se a marchado, solo quedamos nosotras—
Asiento colgándome el bolso de lado. Hoy no a sido un día muy bueno, creo que estoy pillando algo y nada más quiero llega a casa y tomarme algo para que se me pase. Miró el reloj de mi muñeca y van a dar las 8:30, Harry de seguro ya abra llegado a casa o estará apunto.
—¿Quieres que te acompañé a casa?—
Digo tocando su mini abultada barriga y pasó de largo apagando todas las luces del local. Me aseguro de que todo esté en orden y apagó la última luz que queda.
—No hace falta, _____. Vivo en la esquina—
—¡Lo seee!, pero estoy tranquila viéndote entrar en el portal de tu casa—
Salimos y Ainoha le da al botón para que empiecen a bajar la persiana. Se que no le pasará nada pero estoy más tranquila a si.
—Si te hace feliz, adelante, llévame—
Sonrió satisfecha y comenzamos andar hasta mi nuevo coche. Subimos en el y doy la vuelta a la esquina quedando frente al portal de Ainoha.
—Gracias por haberme traído a casa, a si do un viaje muy duro—