Ahinoa no se mueve del baño ni si quiera cuando tengo que orinar en el tes, lo intento pero al final desisto y lo hago delante suya. Mucho pudor tampoco tengo con el problemon que hay encima de mis hombros. Terminó haciendo tres tes a la vez y poniéndome el vestido de nuevo en su sitio suspiro pesadamente.
-Solo queda esperar, cuñi-
La miro y rezo a todos los santos que me ayuden en estos momentos tan difíciles. Estoy por tirarme por la mini ventana del baño, pero seguro que con mi mala suerte mi culo no cabra por hay. Mi cuñada se coloca detrás de mí y apoya sus brazos en mis hombros. Mirándonos en el espejo de enfrente esperamos los 3 minutos que se necesitan para que salga la respuesta. No parecen 3 parecen 50.
-Relajate, _____. Salga lo que salga seréis felices igual, eso no te lo quites de esa cabecita loca que tienes-
Las palabras no salen de mi boca y en vez de esforzarme en decir algo me concentro en los tres tes que están sobre la pica del baño. Mi corazón está que se sale de mi pecho de la fuerza de mi mismo pulso, estoy nerviosa, estoy de los nervios y no puedo controlarlo. En el prospecto indica que dos rayas es positivo y una negativo y en uno de los tes empieza a salir una raya y después de ella otra. ¡No, no, noo!.
Ahinoa también la mira y da un pequeño gritito de sorpresa. Nos quedamos unos segundos asimilando lo que acaba de pasar y finalmente suelta lo que tiene dentro.-Hola, mami-
Dice con voz de niña pequeña. ¡La madre que me trajo!. Otro tes empieza a salir y también marca dos rayas y después el último. TODOS POSITIVOS. Me llevo las manos a la cara y empiezo a llorar como un chimpancé. Cogiéndome de la mano me saca del baño y me lleva a la habitación. Hace que me asiente y me recoge el pelo en una coleta alta.
-¿Que voy hacer ahora?-
-¿Tu que piensas? pues esta claro que seguir a delante por que como te se ocurra alguna estu...-
-No haré ninguna estupidez.-
Esta claro que nunca se me ocurriría abortar. Si Harry se opone tendrá que fastidiarse. Mis ojos llenos de lágrimas miran a un punto fijo en la pared imaginando todo lo que está por venir.
-______, tú tranquila. Estoy segura que todo saldrá bien. Ese pequñito bebé que crece en tu vientre será la alegría de la casa, verás como Harry lo amará como te ama a ti.- Me abrazo a ella y lloró todavía más. Un bebé, mi bebè, nuestro bebè.
(...)
Nos encontramos en la sala de espera del hospital. La Acompaño a la visita de su bebé y de paso pido cita para mi también. Miró a mi alrededor y me desespero viendo a todas las mujeres embarazadas con sus enormes barrigas. Siento que me ahogo, es como si me hubiera metido en la boca del lobo. Ainoha que se da cuanta me aprieta la mano y me da una mirada tranquilizadora.
-¿Ahinoa Tyler?- dice la doctora y cuando nos levantamos desaparece dejando la puerta abierta para que pasemos.
Le hace varias preguntas y después le hace que se siente en la camilla para hacerle una eco-grafía. En una pantalla aparece una imagen que apenas se entiende y la doctora nos indica dónde está el bebé y que lo que suena a nuestro alrededor es su pequeño corazoncito. Cuando termina le da la foto que sale cuando mide y lo que pesa el feto.
-Muy bien, pues todo está correcto. Te daré cita para dentro de dos meses donde ya podremos sabes el sexo del bebé.-
Ella se emociona y guarda en su bolso la fotografía de su bebé. La doctora mira la lista de sus siguientes paciente y mirándome dice:
-¿Eres ______ Lacer?- Asiento tragando duro. ¡Dios mi turno!
-Bien, a partir de hoy yo seré tu matrona. La que te llevará todo el embarazo esta el día del parto. ¿Esta conformé?- Asiento casi asustada.