Ella me observó con tristeza en su mirada, y lentamente abrió la puerta y la cerró tras de sí.
— ¡Y no se te ocurra regresar! — terminé de gritar para esta vez romper en llanto mientras apretaba con fuerza la almohada sobre mi pecho. — Te odio... — dije llorando sin consuelo.
Maldita seas Julianne...
CONTINUACIÓN...
Me sentía pésimo, no habían palabras, ni acciones, ni absolutamente nada que pudieran calmar este dolor que siento bien profundo en mi pecho. Es como si en todo este tiempo hubiera tenido enterrada una estaca en el corazón, y poco a poco la herida comenzara a agrandarse más y más. Así es como me siento.
Al parecer mi madre me oyó llorar y subió rápidamente a consolarme. Lo único que necesitaba en este momento era su abrazo.Julianne P.O.V
Acabo de salir de casa de Amelia, y de ver a Amanda. Creo que fue un gran error haber ido ya que solo empeoré las cosas, aunque esa no era mi intención. La verdad es que fui porque verdaderamente me preocupé mucho por la salud de Amanda, aunque ella no lo crea.
Sé perfectamente que hacía un mes no iba al colegio, sé de su mala alimentación, lo sé todo, ya que he hablado con Amelia y los psicopedagogos. Amelia afirma que es solo un problema de autoestima, que es normal a su edad, pero yo no lo creo. Amanda no es así. Todo esto comenzó desde que ella y yo peleamos y las cosas terminaron muy mal. Me siento tan culpable por ello, que nadie puede imaginarlo.
Verla allí recostada en la cama rompiendo en llanto al gritarme que me había casado nuevamente me destrozó por completo. Fue un golpe muy duro en verdad. Sentí que estaba ocacionándole mucho dolor, y sí...eso fue lo que hice.
Pero era lo correcto, entre ella y yo todo lo que exista es simplemente imposible, solo fantasías que en algún momento debían terminar. Ed es mi esposo, y también se encuentra en medio de esta situación, y la verdad es que no lo merece. Nadie merece esto.
Yo solo...no quiero seguir lastimándola, y tampoco quiero seguir sufriendo yo con sus confusiones, ya que ella también me lastimó mucho a mí y no una vez, sino dos. No le tengo rencor, solo quiero que sea feliz, y dudo que su felicidad sea a mi lado. Debo dejarla ir, pero antes...hay algo que debo decirle, o más bien aclararle, sobre la última cosa que me gritó en la cara. El embarazo. Sea como sea debo volver a hablar con ella, no me importa dónde pero debo hacerlo, no puedo separarme de ella sin antes tener una última charla, como dos personas civilizadas. Claro que esperaré que todo se calme un poco, ya que de este modo no lograremos entendernos.¿Respecto a mis sentimientos? Sí, aún siento lo mismo que sentí por ella desde que se acercó a mi por primera vez. Pero supongo que eso ya no importa. Debo alejarme de ella, debo dejar que sea feliz. Lo mismo intentaré yo.
Amanda P.O.V
Eran las 10 pm y yo me encontraba aún en mi habitación, después de hablar con mamá de lo que había ocurrido le pedí que me dejara sola, lo necesitaba.
Creo que desde que se fue Julianne me he fumado la mitad de la caja de cigarros. Los nervios están matándome. Y en este momento no encuentro otra forma de calmarme que no sea fumando.
Luego de la cena, que practicamente comí solo unos bocados, mamá vino a desearme las buenas noches y a decirme que estuviera tranquila.— Mi amor...ya deja de pensar, tranquilízate, todo estará bien. — dijo mi madre tratando de animarme.
— Nada lo estará mamá, todo es un desastre, un maldito desastre. — dije con el cigarro aún en mano.
— Creo que la visita de esa mujer empeoró las cosas, no debería haberla dejado entrar. — dijo arrepentida.
— No te preocupes, de todas formas debía decirle unas cuantas cosas. — dije aún nerviosa.
— Amanda cariño, debes terminar con esto, no puedes seguir así. Esto perjudicará tus estudios, perderás el año escolar por esa mujer. Y lo más importante, quiero que dejes de sufrir, te lo suplico. — dijo preocupada.
— No perderé el año mamá, no te preocupes por eso, y con respecto a Julianne, aunque me duela...ya he terminado. — dije firme, pero aún con ese nudo en la garganta que me dificultaba el habla.
— Está bien, solo quiero tu bienestar hija, nada me importa más que eso. — dijo con una sonrisa de alivio mientras acariciaba mi rostro.
— Lo sé mamá... — alcancé a pronunciar.
— Y ya no fumes. — dijo quitándome el cigarro de la mano.
Me dio las buenas noches, un beso en la frente, y arropándome en la cama se despidió de mí y se fue.
Yo no podía hacer otra cosa que pensar en lo que había sucedido. Le dije a mi madre que aunque doliera había terminado con Julianne, no sé hasta qué punto eso fue cierto. No lo sé.•••
Luego de aquello continué yendo al colegio con normalidad, nadie se enteró del último suceso, gracias a dios. Obviamente no podía faltar más ya que iba muy atrasada con todas las materias, y además, pronto llegarían los finales y yo debería esforzarme y estudiar más de lo acordado. Era un fastidio pero no tenía opción.
Los días pasaron, y yo aún me sentía muy mal, muy dolida, no podía creer todo lo que había ocurrido en tan poco tiempo. Fue como si en un abrir y cerrar de ojos mi vida diera un giro de 180° pero para mal. Todo ha resultado ser una mierda.
A Julianne por supuesto que continuaba viéndola, es decir, estamos en el mismo colegio y es inevitable no cruzarla a veces en el bufet, o en la biblioteca, ya que es su costumbre ir allí a leer. O en los pasillos, en fin. Se me hacía muy difícil continuar mi vida con naturalidad teniéndola tan cerca, y a la vez tan lejos. Poder verla pero no tocarla, poder olerla pero no besarla, eso estaba matándome por dentro. Pero así funciona esto, no hay nada que yo pueda hacer. No me queda más que armarme de valor y paciencia y rogar que estos malditos tres meses se pasen rápido para irme de aquí de una puta vez. Será la única forma de olvidarme de ella, o al menos que su desamor duela menos, no lo sé.•••
Una semana después...
Ya era viernes por fin, creo que esta semana he estudiado y trabajado más que lo que en un mes entero. Estoy tan estresada, son tantas materias, tantos trabajos, tantos exámenes, tantos temas que aprender y memorizar...demasiado para tan solo una semana. Y lo peor de todo es que aún no termino. Al menos puedo decir que he adelantado bastante, eso me deja más tranquila ya que no tengo pensado reprobar y pasar el resto de mis vacaciones estudiando.
El día terminó y ya podíamos ir a casa, mamá dijo que vendría por mi, pero le dije que no se molestara. Quería caminar y tomar un poco de aire, disfrutar de aquella noche fresca.
Me despedí de Candace y Cecile, diciéndoles que nos volveríamos a ver el lunes, y luego tomé rumbo a casa de mi tía Amelia.
La noche estaba espléndida ya que no hacía mucho frío, y el cielo estaba repleto de estrellas, era hermoso. Podía sentir cómo la suave brisa penetraba en cada poro de mi rostro, y aquello me daba completa plenitud. Era muy gratificante.
Para hacer el momento aún más placentero conecté mis auriculares al celular y comencé a caminar escuchando "I'm pretty when I cry" de Lana del Rey, a todo volumen. Amaba mucho aquella canción y siempre lograba hacerme sentir mejor.
Continué caminando, creo que quedaban unas cuantas cuadras para llegar a casa de mi tía. Cruzo la calle, pero no oigo el bocinazo de aquel conductor. Sigo de largo tratando de cruzar aquella calle, y lo único que logro ver es una luz que me encandila de frente, luego siento un fuerte golpe en la cadera que hace que caiga unos centímetros más allá del coche, golpeándome la cabeza.Desde allí, no supe más nada...
•••
¡Hola! Nuevo capítulo, el cual espero lo disfruten.
Muchas gracias a todas por sus votos y comentarios, y sobre todo, por leer. ¡Se las quiere!Sofi ♡
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Cuando amarte no sea pecado
Novela JuvenilMi vida era tan monótona y ordinaria como la de cualquier chica del montón. Hasta que por casualidad o causalidad te vi... Experimentar esa clase de accidente ancestral tal vez fue lo mejor que me ha pasado en toda mi vida. Después de aquel encuentr...