Cuando amarte no sea pecado

Capítulo 83: "Pequeños detalles"

En verdad estoy tan desorientada como sorprendida. ¿Es su cumpleaños y no me lo dijo? ¿Por qué ocultármelo? Es decir...se supone que es una linda fecha para todos, y es agradable recibir regalos y saludos de la gente que te quiere e incluso compartir una fiesta con ellos. ¿Qué le sucede? Por más que pienso no logro descifrarlo...

¿Acaso no es una fecha agradable para ella?...

CONTINUACIÓN...

El día transcurría rápido y yo seguía con una duda rondando en mi mente. ¿Era su cumpleaños? Si era así estaba clarísimo que no le agradaba cumplir años. De todas maneras...siento la necesidad de hacerle cambiar de idea y preparar algo especial para ella.
Pero antes...debo confirmar que en verdad es su cumpleaños.
Salgo de clases junto con Candace y Cecile aproximadamente a las 7:00 pm. Era día viernes así que a las 9:00 pm nos iríamos a casa, pero antes, debía hablar con Julianne. Así que les dije a Candace y Cecile que las veía en un rato y me fui en busca de Julianne.
Fui hasta su oficina pero no estaba, así que decidí esperarla allí.
Pasaron algo de 15 minutos y escuché el ruido de sus tacones encaminarse hasta el despacho por el pasillo. Así que rápidamente me coloqué detrás de la puerta para que al abrirla no me viera fácilmente.
Entró, cerró la puerta de un tirón sin mirar, y cuando iba directo a su silla la tomé por la cintura haciendo que pegara un salto del susto.

— ¡Dios! Amanda... tú y tu manía de asustarme. — dijo agarrando su pecho mientras yo continuaba pegada a su cintura.

— Lo siento. — dije riendo.

— ¿Por qué has entrado así? — preguntó sin cambiar la posición pero girando la cabeza para verme.

— Vine a buscarte pero no estabas, así que decidí esperarte y sorprenderte. — dije sin más.

— Vaya manera extraña de sorprenderme. — resopla.

Está malhumorada, es evidente.

— ¿No te ha gustado? Lo siento, es que te extrañaba. — digo mientras beso su cuello pero ella se resiste.

— Para Amanda. — dijo soltándose de mi agarre sin mirarme.

— ¿Qué pasa? — pregunté confundida.

— Nada, solo que no es lugar para eso. — dijo aclarando su garganta y sentándose en su silla.

— Estás evitándome... — digo desde el mismo lugar.

— Claro que no. — responde y aún no me mira a los ojos.

— Claro que sí, ni siquiera estás mirándome. — continúo.

— Amanda solo...estoy muy cansada, es todo. — dijo recorriendo su frente y suspirando.

— Claro, seguro es eso. — digo cruzándome de brazos.

— No tengo ganas de discutir ¿está bien? — dijo esta vez mirándome.

— Tampoco yo, ¿por qué no eres sincera conmigo y me cuentas qué es lo que te sucede? En verdad estoy preocupada por ti. — digo.

— Te dije más temprano que no me sucede nada Amanda por dios. — dijo irritada.

Sé que detesta que se metan en sus asuntos y mucho más que se preocupen por ella. Pero la amo, y no puedo verla así. Deberá aprender a aceptar mi ayuda de vez en cuando, aunque quiera aparentar que no la necesita.

— Estoy harta, habla conmigo por favor... — dije pero no obtuve respuesta. — ¿Es tu cumpleaños? — pregunté sin más.

— ¿Qué? — dijo sorprendida.