Capítulo 73: "Obsesión"

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Saldremos juntas de esto, lo prometo. - dije susurrándole en el oído, mientras ella lloraba sin consuelo en mi hombro, tan vulnerable como jamás la vi.

Yo solo continué abrazándola y tratando de hacerla sentir segura y protegida, era lo que más necesitaba en estos momentos.

Juntas podremos con esto...

CONTINUACIÓN...

- Dios, no quiero que me veas así. - dijo separándose de mi abrazo algo avergonzada.

- No debes avergonzarte de llorar frente a mí. - dije.

- Se supone que soy yo quien debe mantener la compostura, y al contrario estás tú consolándome. - dijo secándose las lágrimas.

- ¿Y eso qué? Tienes derecho a llorar y a sentirte mal. No por ser mayor que yo debes ser siempre la más fuerte, no eres mi madre. - dije seria.

- Tienes razón, lo siento, es solo que...no estoy acostumbrada a mostrarme así frente a nadie. - dijo volviendo a su seriedad de siempre.

- No te preocupes, solo quiero que sepas que siempre estaré para ti, cuando me necesites y cuando no también. - dije mirándola a los ojos.

- Lo sé, gracias. - sonrió aún triste.

Luego suspiró y acarició su frente. Estaba preocupada, eso se notaba. Y no se tranquilizaría hasta encontrar una solución.

- Ya, no estes así, te dije que podremos con esto. - le repetí.

-m- Pero cómo Amanda, cómo... - dijo frustrada.

- Yo... aún no lo sé, pero lo que sí se es que no podemos darle el gusto a la persona que nos está amenazando de separarnos, no podemos. - le dije observándola.

- No sabemos si es peligrosa, no sabemos nada Amanda, esto no es un juego. - continuó.

- Sé que no, pero estando separadas sería aún mucho peor, yo ya no quiero estar sin ti... - dije.

- Tampoco yo. - suspiró.

- Entonces eso ya no está en discusión. Mira, no estoy segura pero...creo tener sospechas de quién puede ser la persona que está chantajeándonos. - dije bufando.

- ¿Quién? - preguntó intrigada.

- Michelle, estoy casi segura de que es ella. - dije observándola.

- ¿Michelle? pero...no puede ser, ni siquiera la he visto en todo este tiempo, ni tampoco se ha mostrado de alguna forma extraña conmigo como para sospechar de ella. - dijo incrédula.

- Eso es porque no conoces de lo que es capaz, está loca. Algo de lo que obviamente no pude darme cuenta cuando me enamoré de ella. - dije meciendo mi cabeza.

- Entiendo, está bien...si tú lo dices debe ser así. Pero entonces... esto es aún peor, la veremos en el colegio, conseguirá tenernos controladas. - dijo.

- No si somos más inteligentes que ella. - dije.

- ¿A qué te refieres? - preguntó confundida.

- Ella no sabe que nosotras sabemos que nos chantajea ¿no es así? - dije.

- Sí, ¿y? - preguntó.

- Vamos a pretender. - dije decidida ella me observó sin entender demasiado. - Pretenderemos que ya no estamos juntas, ¿ahora sí entiendes? - dije.

Su expresión cambió de inmediato, como si de pronto sintiera alivio en todo su cuerpo el cual había permanecido tenso todo ese tiempo.

- ¿Crees que funcionará? - preguntó para asegurarse.

Cuando amarte no sea pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora