— Te amo... — volvió a repetir sobre mis labios.
— Y yo te amo a ti, desde hoy, hasta mañana, y para siempre... — dije con la mirada cristalina mientras depositaba un dulce beso en sus labios y me acostaba a su lado.
Quisiera hacerte el amor el resto de mis días Julianne...
CONTINUACIÓN...
Amanda P.O.V
Unos pequeños rayos de sol se colaban por la rendija de la ventana de la habitación, dando en mi rostro, lo que hizo que de a poco comenzara a despertar. Al comienzo desconocí un poco el lugar, luego toda la secuencia de la noche anterior vino a mi mente como si fuera un flashback. Se me adormeció el estómago de solo recordarlo. Una vez más...había hecho el amor con Julianne, pero esta vez fue distinto, esta vez...ella me amaba.
No fue hasta que la vi dormida a mi lado cual ser proveniente del cielo, que me di cuenta que nada había sido un sueño, sino una dulce realidad.
Me quedé observándola embobada por su belleza y por aquella paz que me transmitía con solo mirarla.
Era tan hermosa y extraña a la vez, ¿qué mujer podía verse tan odiosamente bella con solo dormir? No tengo idea qué clase de espectro sea, qué clase de mujer sea... mi mujer caída del espacio.
Continué observándola por unos momentos, hasta que no pude resistirme a rozar mis labios con los suyos de una forma delicada y especial, lo que hizo que ella se moviese solo un poco, pero no lo suficiente como para despertar.
Me incliné hacia ella y comencé a depositar pequeños besos furtivos en sus mejillas y su rostro en general. Poco a poco comenzó a despertar...Julianne P.O.V
Me encontraba durmiendo plácidamente, cuando de pronto siento el tacto de una piel tibia y suave que recorre todo mi rostro. Abro los ojos algo confundida, y observo a Amanda dándome algunos besos suaves, lo que hizo que despertara por completo. Al verla allí frente a mi no pude evitar sonreír.
Siento que es la primera mañana junto a ella que no siento miedo, ni culpa, ni remordimiento, ni absolutamente nada. No hay prisa. Este momento es nuestro y sé que jamás lo olvidaré. Solo...me siento libre y sin ningún peso encima que me haga arrepentirme de lo que sucedió.
Ella al notar la sonrisa en mi rostro, sonrió a la par, haciendo que me sintiera aún mejor.Amanda P.O.V
— Buenos días bella durmiente. — dije sonriendo al verla despertar.
— Buenos días... — respondió aún algo adormilada.
— ¿Dormiste bien? — le pregunté sentada a su lado.
— Sí...muy bien — respondió observándome mientras se sentaba y se apoyaba en el respaldar de la cama.
— Qué bien. — dije sonriendo.
— ¿Hace mucho que estás ahí? — preguntó refiriéndose al hecho de que notó mi embobada mirada sobre ella mientras dormía, qué pena.
— N-No no, yo...acabo de despertar. — dije en un tono nervioso, ella lo notó, e hizo esa sonrisa de costado que tanto me puede.
— Ya no sonrías así. — no pude evitar decir.
Ella me observó pícara y sin decir nada se quitó las sábanas de encima. Carajo, olvidé que aún seguía desnuda.
Caí en cuenta de ello al verla dirigiéndose al baño mientras las sábanas se deslizaban por su aterciopelada piel, como si nada. ¿Cómo podía ser tan perfecta? y ¿Cómo es que tenía el puto descaro de provocarme de esa forma? Por dios...Se dirigió al baño sin decirme una sola palabra y dejó la puerta entreabierta. Luego de unos minutos escuché el ruido de la ducha. Yo aún tenía su imagen desnuda en mi cabeza, ya debía dejar de pensar en eso.
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Cuando amarte no sea pecado
أدب المراهقينMi vida era tan monótona y ordinaria como la de cualquier chica del montón. Hasta que por casualidad o causalidad te vi... Experimentar esa clase de accidente ancestral tal vez fue lo mejor que me ha pasado en toda mi vida. Después de aquel encuentr...