passive/aggressive → park jimin

03

Hye Ri.

— ¡No, no, no! De ninguna manera —Escuché decir.

Abrí los ojos lentamente y de forma abrupta sentí una punzada en la sien.

— Sólo por hoy, hyung. No la podemos dejar en la calle ¿o sí? Ya viste... —Hablaba Jimin.

Me levanté de golpe y me encontré en medio de una habitación que parecía destinada al ocio de los hombres: Videojuegos y películas.

Jimin y su amigo de cabello verde me miraron al mismo tiempo.

— ¿Estás bien? —Preguntó Jimin acercándose al sofá donde me encontraba.

Bajé la mirada y vi que tenía las piernas cubiertas con una manta marrón con rayas azules.

— Suga —Dijo Jimin señalando a su amigo —Yo soy Jimin, no sé si lo recuerdas, Mary Lee —Aún estaba agachado a mi altura y me sonreía.

Me quité la manta de las piernas y me levanté sintiendo el tenue dolor de cabeza.

— Sí, te recuerdo —Sacudí un poco mi falda y me pasé la mano por la cara.

— ¿No vas a decir las gracias? —Replicó Suga con los brazos cruzados —¿Qué fue eso de hace un momento?

Jimin levantó su mano en el aire para que hiciera silencio. Suga rodó los ojos y salió de la habitación.

— Estaba pensando en que si no tienes a donde ir te puedes quedar aquí esta noche. De seguro aún estás asustada... —Jimin hablaba rápido pero siempre sonreía.

Lo miré confundida con el ceño fruncido.

— Gracias por salvarme —Acoté haciendo una reverencia —Pero me tengo que ir —Me acerqué hasta la puerta.

A pesar de que ya el peligro inminente hacia mí había pasado, desde que desperté de mi desmayo los únicos dos pensamientos: Nam Joon y cómo llegaré a mi casa.

Jimin me atajó rápidamente y se interpuso entre la puerta y yo.

— ¿Disculpa? —Pregunté —Tengo que irme, de verdad.

— No creo que debas hacerlo en esas condiciones —Sugirió —Ya sabes, si vuelves a tu trabajo pueden hacerte daño...

— ¿Trabajo? —Pregunté confundida.

¿Este idiota está pensando que...?

— ¿Qué tú no...? —Jimin paseó sus ojos desde mi peluca hasta las mallas de mis piernas —Lo siento, lo siento.

Debió adivinar que no, no trabajaba de prostituta.

— De verdad, lo siento —Se disculpaba repetidas veces y noté un leve rubor en su rostro —¿Pero qué...?

— Necesito que me dejes salir de aquí, Jimin —Comenté con los brazos cruzados —Hay algo que debo hacer, por favor.

— ¿No tienes miedo de que vuelvan a aparecer? —Dijo dejando de obstaculizar la puerta.

— Tengo miedo de otras cosas.

Por ejemplo, Nam Joon.

***

Salí de casa de Suga con un ligero terror revolviendo mi estómago pero no había de lo que debía preocuparme, al final ellos habían desaparecido luego de la golpiza que estos chicos le dieron a esos tipos. Así me había comentado Jimin que por cierto, insistió en acompañarme.