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Hye Ri.

No supe a que hora nos quedamos dormidos, lo cierto es que Jimin era la primera persona que me hacía compañía en el apartamento.

Y había sido nuestra primera noche durmiendo juntos.

— ¡Levántate Hye Ri! —Jimin estaba saltando en el colchón sobre sus rodillas —¡Vas a llegar tarde!

— Ya... —Murmuré mientras abría los ojos con dificultad —Ya, Jimin eres muy escandaloso —Dije aún envuelta en la cobija que él arrancó de un golpe dejándome descubierta.

— ¡Es hora de levantarse Hye Ri! Tenemos que irnos —Seguía azotando el colchón con sus rodillas y con su envidiable energía matutina.

— ¿Qué hora es? —Dije apoyándome sobre un brazo y tallándome los ojos con la mano libre.

— Las ocho y cuarenta y cinco.

— ¿¡Qué!? —Me paré de prisa y corrí al perchero a buscar la ropa, él me miraba divertido desde el colchón —¿¡Qué te parece gracioso!? ¡Se supone que habías puesto la alarma!

— Y la puse sólo que tú no la escuchaste y yo llevo media hora intentando despertarte, eres toda una pereza con maestría —Se burló mientras arrugaba la nariz.

No sabía si había sido el frío de la mañana o el aire acondicionado de la noche pero Jimin tenía las mejillas ligeramente ruborizadas por el clima lo cual hacía que se viera increíblemente dulce y suave como un algodón de azúcar rosado.

— Me tardo cinco minutos —Caminé de prisa hacia el baño para asearme y cambiarme de ropa lo más rápido posible.

— ¿Quieres un banana milk para el desayuno? —Gritó desde la cocina.

— Sí —Canturreé mientras terminaba de ponerme unas converse rojas hasta los tobillos y salía del baño.

— ¿Estás lista? —Preguntó mientras metía un banana milk a una lonchera violeta que yo guindaba en una de las sillas de la mesa de la cocina pero casi nunca usaba porque no me daba tiempo de preparar el desayuno.

— Sí, ¿qué haces? —Pregunté curiosa alisándome el cabello con los dedos.

— Te he metido un banana milk y una manzana que había en el refrigerador —Comentó mientras cerraba la lonchera —Consideré ponerte un poco de kimchi que había allí pero el picante en la mañana quizás te caiga mal. Ten —Dijo pasándome la lonchera por encima de los hombros.

— Gracias —Musité enternecida y sin poder creer que él se hiciera cargo de mi improvisado desayuno.

— ¿Tienes todo? ¿El morral, los libros?

— Sí, todo —Me acerqué hasta el borde del colchón y cogí mi morral.

— No olvides un suéter, siempre usas esas franelas delgadas y esas faldas que no te abrigan —Fingió regañarme mientras se cruzaba los brazos.

— Tienes razón —Me disculpé con una ligera sonrisa y tomé un suéter a rayas blancas y negras.

— ¿Paraguas?

— ¡Vamos mochi! —Lo tiré por la misma chaqueta verde que tenía desde ayer y lo saqué a rastras del apartamento o iba a terminar haciendo que empacara medio apartamento en el morral.

— He traído el auto, te llevo.

— Mejor, estos días no he usado mi motocicleta.

— Sabes... —Dijo ya cuando estábamos dentro del auto —A veces me preocupa lo de la motocicleta, ¿y si tienes un accidente?

passive/aggressive → park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora