Hye Ri.
Los planes de Eric estaban bien calculados y hasta pensaría que había estado ideando lo del secuestro meticulosamente, paso por paso desde el día en el que se enteró de lo de mi supuesta herencia.
Tan pronto como nos acercábamos a nuestro destino me ordenó quitarme la venda de los ojos y que actuara con total normalidad o me iba a ir muy mal si hacía lo contrario. A mi madre le dijo que se acostara en el asiento trasero junto a Lucas, ambos eran menudos por lo que no hubo mucho problema en que ambos entraran cómodamente.
Todas éstas directrices se debían a una sola cosa en particular y es que Eric nos había traído a un motel de parejas de esos en los que no tienes que bajarte del auto y entras directamente a él en tu coche, sólo pagas el tiempo que vas a estar dentro y listo, pasas directamente a la habitación y aparcas el auto fuera de ella.
El servicio es algo así como el auto mac de Mc Donald's sólo que ésta vez no veníamos por hamburguesas y papas fritas.
Por supuesto que en estos lugares no se permiten niños y también sería extraño que una señora de la edad de mi madre estuviera conmigo y Eric.
El plan de él hacerme pasar por mi pareja para que nos dejaran entrar con total normalidad como si fuéramos a pasar la noche ahí. Tan sólo imaginarme aquello me daba ganas de vomitar.
— Este es el pago —Dijo Eric pasándole el dinero a través de la ventana al chico que estaba tras el vitral en la recepción —Nada de nombres.
El chico de no más de treinta años le regaló una sonrisa pícara y luego paseó su mirada por mí soltando una leve carcajada.
— Como usted diga señor —Respondió el chico —¿Veinticuatro horas de servicio?
Abrí los ojos como platos y me estremecí al pensar en todas las cosas que ese hombre nos podía hacer a los tres, desde golpearnos hasta matarnos.
Podía sentir el sudor correr por mi espalda y escuchaba a mi madre y a Lucas removerse en la parte trasera del auto, seguramente estaban tan desesperados como yo de correr del auto y pedir ayuda.
Pero Eric tiene un arma, una bala es más rápida que nuestras piernas.
¿Este animal pretendía tenernos un día entero dentro de ese asqueroso lugar? Aunque desde el auto no alcanzaba a ver mucho, sabía que ese sitio no debía ser bonito sobre todo por el servicio que prestaban.
A lugares como esos sólo venían hombres que contrataban prostitutas o que necesitaban pasar el rato con sus amantes cuando sus esposas no estaban en casa.
— Veinticuatro horas —Repitió Eric —Y no quiero interrupciones.
— ¿Y el servicio de habitación? Podemos llevarle algunos bocadillos para la faena —Se burló el chico.
— Después veremos eso —Dijo Eric aburrido.
— Sólo tiene que llamar al 111 desde el teléfono de la habitación y la ahjumma se encargará de llevar lo que pida —Bramó pasándole las llaves de la habitación.
021, 021...
Ese era el número de la habitación. Si tan sólo pudiera llamar a emergencias desde el teléfono que había nombrado el chico entonces quizás podrían salvarnos.
El único y gran problema es que Eric no lo iba a permitir.
— Sí, sí —Eric subió el vidrio del auto y se dispuso a estacionar cerca de una de las habitaciones.
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passive/aggressive → park jimin
أدب الهواة❝Y en esta historia, tu nombre junto al mío es lo más hermoso de todo.❞ Para Lee Hye Ri la excesiva violencia presente en lo que antes consideraba su hogar empieza a convertirse en un fuerte obstáculo para continuar con sus estudios universitarios y...