passive/aggressive → park jimin

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Jimin.

Besar a Hye Ri no fue más que acceder al cielo con todos sus beneficios, sus labios y los míos coordinaban a la perfección y la suavidad con que chocaban entre ellos sólo me hacían temblar entre cada movimiento.

No sé si era codicia o egoísmo pero en ese momento no quería que pensara en nadie más sino en mí y por eso me estaba esmerando en hacerle entender sólo con un beso lo mucho que la quería —sólo para mí — , deseaba que en su vida ella no entregara sus labios a otro hombre y que siempre fueran los míos los que deseara.

No toques nunca otros labios ni recibas otros besos, Hye Ri.

Lentamente movía mi rostro de un lado hacia el otro para poder compenetrarnos aún más, mis manos temblaban mientras sostenían las mejillas de Hye Ri y mi corazón terco no me permitía soltarla.

Y gracias a los cielos que ella tampoco buscaba hacerlo.

Cuando ya empezábamos a quedarnos sin aire empecé a aminorar la velocidad del beso y lentamente fui abriendo los ojos para encontrarme con su rostro sonrojado que aún no se atrevía a alejarse de mí.

— ¿Hye...

Mirarla tan de cerca me producía no sólo una ternura infinita sino también acrecentaba mis ganas por volver a tomar sus labios ya rosados y un poco hinchados y hacerlos míos.

— Hye Ri... —Susurré a su cuello mientras la abrazaba.

Ella no decía una sola palabra pero correspondía a mis acciones, así que no dudé en volver a besarla pero esta vez sólo deposité un minúsculo beso en sus labios y los observé con detenimiento por varios segundos.

— ¿Ahora entiendes lo mucho que me hiciste sufrir cuando supe que tenías novio? —Fue lo que alcancé a preguntar. Quería que supiera que me gustaba y que en mi cabeza no entraba la idea de que estuviera con alguien más.

Hye Ri subió su rostro hasta encontrar su mirada con la mía y se quedó así, mientras tanto yo sólo tenía la idea de que si seguíamos en esa posición no iba a durar mucho antes de que volviera a atajarla y no sabría si esta vez no iba a perder el control.

— Jimin —Musitó suavemente con sus grandes ojos marrones clavados en mí —¿Desde cuándo...

Yo sonreí porque la verdad es que no sabía la respuesta a esa pregunta.

Si me preguntara a mí mismo desde cuando había empezado a gustarme Hye Ri no sabría precisarlo pero lo cierto era que en secreto a veces me encontraba pensando en ella o riéndome de algún recuerdo a su lado.

Luego como si fuera algo de costumbre mis ojos comenzaron a posarse más de una vez en sus labios y mis manos se preguntaban cómo sería sostener las suyas y encajar a la perfección sus dedos con los míos. Así, sin previo aviso Hye Ri se había metido en mi corazón aunque yo no estuviese consciente de ello.

Supongo que así sucede a veces, te enamoras, te mientes a ti mismo diciéndote que no es lo que crees que es y que sólo es algo pasajero y finalmente cuando esa persona aparece delante de ti perdiste la batalla en contra de tus sentimientos.

Porque no hay manera de que mi corazón acelerado, el hormigueo en el estómago y un nerviosismo inconsciente signifiquen otra cosa diferente al amor cuando la veo.

— No lo sé —Respondí yo —Pero te juro que te quiero —Dije frotando mi nariz contra su cabello suavemente —¿Y tú... —Dime que no soy el único —¿Y tú me quieres?