Capítulo 6.

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Estaba a unas semanas de la boda de mi hermana y me sentía inexplicablemente animada. Hasta para mi hermana era extraño, aunque aún no recordaba como sonreír.
Un día en que fuimos a ver el salón donde sería la fiesta mientras paseaba por él jardín recordé a ese joven que había entrado en mi habitación, entonces de repente...

- Hola.
Grite.- ¿No sabes aparecer decentemente?
- Lo siento, pero me llamas de repente.
- Así que si te pienso o te llamo apareces.
- Así es.
- ¿Y tus alas?
- ¿Que alas?
- La primera vez que te vi tenias alas.
- Las viste?
- Si.
- Vaya, aún fallo en ocultarlas.
- ¿Ya me dirás que eres?
- ¿Qué parezco?
- Un... Un...
Estaba sonrojandome.
- ¿Un...?.- Dijo divertido.
- Un... ¿Ángel?
- Vaya, entiendo porque te graduaste con honores.
- Noto algo de sarcasmo en esa frase?
- Si, y mucho.- Rió.
- Vaya! No que los ángeles son buenos y serios?
- Nunca me han dicho eso, pero aún soy nuevo así que supongo que aún tengo errores.
- Eres el ángel más extraño que haya visto.
- Disculpa, ¿Cuantos has visto?
- Pues... Olvida eso, aquí la pregunta es, ¿Quién eres? Y ¿Qué quieres?
- Soy un ángel, tú ángel.
- Si, eso es evidente pero mi pregunta es ¿Cuál es tu propósito? ¿Porque te dejas ver? ¿No se supone que los ángeles te cuidan anónimamente y no se dejan ver?
- Si, se supone.
- ¿Entonces?
- ¿Qué?
- Okay, empecemos por presentarnos, mi nombre es...
- Catherine Davis, naciste cerca de Texas y eres la menor de 3 hermanos, tu cumpleaños es el 6 de octubre y te encantan los batidos de mango.
- Vaya... Ni yo me hubiera podido describir mejor.
- Es un cumplido?
- Algo así.
- Esta bien.
- Ahora presentate, yo soy una simple humana que no sabe tu nombre, considerando que tu sabes mi biografía.
- Mi nombre es Santiago, a tus órdenes.
- Santiago... Lindo nombre.
- Muchas gracias.
- Ahora ángel Santiago, ¿Que te propones lograr conmigo?
- Sencillo, que regrese tu sonrisa.
- Ja! Que lindo y alagador de tu parte pero por si no lo sabias nadie a logrado hacer eso en 10 años.
- Bueno... Aún más motivador.
- De verdad?
- Si, mi único propósito en tu vida es que seas feliz.
- Bueno, te deseo suerte, y ojalá no te desilusiones cuando no cumplas tu cometido o peor que te despidan.
- No te preocupes... Te he observado, te conozco como a la palma de mi mano.
- Genial! Entonces nos veremos.

Me aleje porque podía empezar a sentir calor en mis mejillas, era la primera vez que conversaba con alguien en muchos años, ni siquiera con mis amigos había una comunicación así.

De inmediato volví con mi hermana y ella no paraba de sonreír, estaba tan feliz que no podía ocultarlo. Pero al salir de aquel lugar me dio una mala noticia: la prueba para vestidos de las damas era mañana, y la mejor noticia el color del vestido era rosa, solo esperaba verme como anuncio de circo mañana.

Al llegar a casa papá tenía una visita con quien no paraba de reír, una mujer, más o menos de su edad, poco más alta que él y morena de cabello castaño largo, él me la presento, la "señora" se llamaba Kristen y estaba saliendo con papá hace apenas unas semanas.

La salude de mala gana y subí sin cenar, estaba agotada así que me dormí enseguida.

Mi Ángel GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora