Capítulo 10.

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Rodrigo llegó esa mañana más entusiasmado que de costumbre, había estado de viaje por Italia por su luna de miel, y llegó con la noticia que seria papá, Penelope estaba embarazada.
Todos estábamos muy felices, papá era él más feliz, era su primer nieto. Rodrigo se fue por la tarde para comenzar a alistarse para la fiesta de mi hermana de compromiso.
Santiago escuchó la noticia y me felicito por ser tía.

- Es una noticia muy buena! Ya quiero verte como tía.
- Yo también. - Reí.
- Bueno, lista para esta noche?
- Si, pero me siento algo preocupada.
- Porque?
- Nunca me he maquillado y no se hacerlo.
- Eso te preocupa?
- Si, imagina si llegó mal arreglada.
- Porque no bajas y llamas al salón?
- Para que me arreglen en dos horas?
- Entonces prueba tu.
- Okay.

Comencé a guiarme por mi instinto, tenía la esperanza de que me saliera bien.
Cuando termine no tenia un maquillaje de campeonato pero al menos no lucia como payaso.
Termine de arreglar mi cabello y mi vestido y salí de mi habitación. Santiago me esperaba abajo porque no quería que me viera cambiarme.

- Vaya.- Dijo boquiabierto.
- Que te parece?
- Tu no necesitas maquillaje para lucir hermosa.
- Gracias.- Sonreí y me sonroje.
- Tu padre esta afuera en él auto.- Seguía sorprendido.
- Vamos.

Salimos y en todo él camino no dejaba de mirarme, era alargador pero incómodo.
Al llegar felicitamos a mi hermana y me dirigí a una mesa, estaba feliz de no estar sola esta vez, Santiago me acompañaba y podíamos hablar y no me aburriría como acostumbraba en las fiestas.

Mi hermano llegó y lucía radiante y feliz, celebrábamos dos cosas, la futura boda de Ariel y la llegada de un nuevo integrante a la familia.

- A Penelope le sienta muy bien el embarazo.- Me dijo Santiago sonriendo.
- Pienso que todas las mujeres lucen hermosas embarazadas.
- Si, a ti te sentaría muy bien.
- No digas tonterías, no tengo deseos de embarazarme.
- Tal vez ahora no, pero en unos años, cuando conozcas al hombre ideal para ti, que quieras y te quiera, no te gustaría tener hijos con él.
- Cuando llegue ese momento hablamos de eso, por ahora no me veo como mamá.
- Bueno, esta bien... Pero cuando nazca tu sobrino ve adquiriendo practica.
- Esta bien, pero tendrás que ayudarme.
- De acuerdo.

Seguimos conversando y estuvimos de acuerdo en que aunque era linda, la fiesta no era necesaria.
Mi hermana y su prometido a las 10 de la noche se fueron al centro de la pista, agradecieron la presencia de todos y tras un par de anécdotas sobre como se conocieron y como Paul mi cuñado la conquisto poco a poco, después de todo eso, anunciaron su boda y como esperaban la presencia de cada uno de los en ese momento presentes.
En cuanto acabaron de hablar empezó a sonar música y todos se pararon a bailar.

- Bailamos?- Preguntó Santiago haciendo una reverencia y ofreciendome su mano.
- No gracias. No me gusta.
- Vamos! Amo esa música.
- No, además, me vería muy extraña bailando sola.
- Tuche.

Reí mucho, papá me veía sonriendo.

Mi Ángel GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora