Capítulo 31.

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Regrese a casa con ánimos y feliz de haber visto de nuevo a Santiago, Janis seguía seria y estaba mirando por la ventana.

- Estas bien Janis?
-Si. - Dijo casi inaudible.
- Segura?, estas demasiado seria, te ocurre algo?
- Debo irme.
- Esta bien.

Janis se fue y solo me dejo pensativa.

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- No puedo continuar.
- Porque? - Estaba tenso y confuso.
- Creí que podría pero ya vi que no. - Estaba demasiada molesta.
- Pero ella te necesita.
- No me necesita a mi, lo necesita a él! Ellos son el uno para el otro. - Apenas lo dijo se rectificó. - Perdón.
- Se que lo son, pero conoces las reglas.
- Lo sé, pero... Pero ya no puedo.
- Porque?
- Es la mujer que ama el hombre que yo amo!

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Pasaron varios días, y Janis no había vuelto, o tal vez ya no podía verla, lo cual debía ser lo normal. Después que ese pensamiento llegó a mi traté de vivir mi vida normal y dejando de lado el volver a ver a Janis, aunque dentro de mi prevalecía la esperanza de ver a Santiago.

...

Había llegado el otoño y junto con el frío me llegaron dos noticias que podía considerar como lo bueno y malo de mi vida, lo bueno era que mi hermana esperaba un bebé y que se acercaba el conocer a mi primer sobrino. Por otro lado la mala noticia era que Janis me había visitado y dicho que ella no seria mi ángel más, tenia una misión importante y al nuevo o nueva asignado no lo conocería ni sabría cuando llegaría, ya no debía tener contacto con ellos directamente, lo que me hizo pensar era mi castigo por haber ido a buscar a Santiago.
Ahora llevaba una vida relativamente normal.

Mi Ángel GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora