Capítulo 27.

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Una vez que termine de comer mi mirada quedo fija en ese joven, al poco tiempo él también se quedó mirándome por un momento pasó por mi mente que debía desviar la mirada y no hacer de esto un momento incómodo pero me fue imposible, ambos quedamos conectados de una manera indescriptible como si existiera una familiaridad o una conexión entre nosotros.
Ninguno mostraba expresión facial alguna, solo estábamos conectados por la mirada, en ciertas ocasiones pensaba que nos comunicabamos por la mirada, después de unos largos minutos empezó a sonar música que a juzgar por los movimientos de los invitados era electrónica, despegue los ojos de aquel joven unos segundos y cuando regrese a buscarlo ya no estaba, pensé que tal vez todo había sido solo mi imaginación pero me di cuenta de que no era así cuando alguien toco mi hombro.
Era él, me miro fijo a los ojos y sonrió ampliamente lo cual hizo que sintiera algo en mi estómago, esos nervios característicos también llamados mariposas me quede viéndolo fijamente unos instantes para luego escuchar su voz:

- Hola, un gusto. - Su voz era suave, elegante, grave e hipnotizante.
- Hola. - Sonreí.
- Podemos bailar?
- Yo... Si. - Me puse demasiado nerviosa, ya que no sabía bailar ningún tipo de música. Cuando me di cuenta del error de haber aceptado bailar ya estaba en la pista.
Me tranquilice un poco ya que no había dificultad en los pasos de baile.
Mientras bailaba miraba fijamente a ese muchacho quien miraba al suelo y no despegaba la vista de allí, cuando se percato que lo estaba viendo alzó la mirada y me sonrió, me sonroje un poco pero lo deje pasar, para acercarme un poco y tratar de conversar.
En ese momento empezó a sonar una canción que hizo que sintiera la adrenalina y subir el color rojo a mis mejillas.

En ese momento ya estábamos demasiado cerca, él me tomo por la cintura y empecé a seguir su paso, nuestras miradas estaban conectadas, ninguno la bajó en ningún momento, podía sentir miradas alrededor pero estaba decidida a no dejar de mirarlo, él parecía opinar lo mismo.
Cuando termino la canción, me susurro al oído algo que me hizo sentir esas mariposas de nuevo:

- Fue un gusto compartir esta pieza contigo. - Besó mi mano y se fue.

Me había dejado realmente intrigada, quise saber de quien se trataba, porque me sentía de esa forma a su lado.
Salí corriendo tras él pero ya no pude encontrarlo.

Mi Ángel GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora