Capítulo 12.

24 1 0
                                    

En mi cabeza sonaba una y otra vez las palabras de mi padre, ¿Hablaba enserio? Casarse con Kristen, apenas y la conocía.

- Casarse?
- Si, creo que es el momento indicado.
- Papá apenas y conoces a esta mujer.
- Hemos salido lo suficiente.
- Todos se quieren casar ahora!- Estaba demasiado alterada.
- Hija, es nuestra oportunidad de formar una familia.
- Papá, tu ya tienes una familia! Necesitas a esta mujer?
- Yo me siento solo, y los amo a ti y tus hermanos, pero... No es lo mismo.
- Haz lo que te venga en gana papá, pero eso si, conmigo no cuentes.

Salí del restaurante y aunque papá fue detrás de mi, corrí y no logró alcanzarme.
Mi mayor miedo se había vuelto realidad, lo único que quería era a mi mamá.
Seguí caminando y busque un taxi, le pedí que me llevará a un bosque, cuando llegue me fui detrás del sonido de agua a lo lejos.
Llegue a una cascada, estaba por lo menos a 10 metros de altura, la caída seria dura, no me importó.

Empecé a subir, me quite los zapatos, estaba helado, pero parecía ser inmune a eso, llegue a la cima, en ese momento recorde la última vez que vi a mi mamá.

Eran las 7 de la mañana, mi mamá estaba lista para un viaje muy importante a África, papá le preparó el desayuno y yo baje a darle los buenos días, ella me sonrió y me dijo que cuando fuera mayor le gustaría que la acompañara a África, ella amaba ir, era demasiado buena y amaba ayudar a las personas.
Ya estábamos todos listos, mi hermano le dio un fuerte abrazo y un beso, no podía ir al aeropuerto, tenía entrenamiento de fútbol.
Ariel y yo la acompañamos y en todo el camino fuimos hablando sobre lo hermoso de vivir y del ayudar.
Al llegar al aeropuerto mi hermana y yo lloramos, pero mamá me dijo que nos veríamos pronto y vi como se fue su avión.
No podía parar de llorar, miraba el agua sin mirarla, veía el rostro sonriente de mi mamá y recordaba su dulce olor, cuando me abrazaba y al ir a decirme buenas noches.
Me acerque un poco más, estaba lista, solo quería estar a su lado.

-Mamá.- Mientras el viento daba en mi cara y corrían mis lágrimas fue lo ultimo que dije, para después dejarme caer.

Aunque había bajado un par de metros en un segundo estaba de nuevo arriba e inclusive aún más, abrí los ojos y vi el reflejo de un ala de Santiago.
Él me había rescatado y me estaba regresando al suelo.

- En que pensabas?- Estaba demasiado molesto.
- Yo...
- Querías matarte o que?
- Santiago... Ya no puedo más.- Comencé a llorar de nuevo.

Mi Ángel GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora