Pase el resto del día con el ánimo por los suelos y por suerte papá no estuvo.
Por la noche Janis me dijo que debíamos salir temprano de la casa para ir a un lugar más adecuado para visitar a Santiago, yo solo asentí.La mañana no lucía como otras, no parecía que fuera a salir el sol y todo era gris, de la misma forma me encontraba yo, salí tras Janis y a mitad de camino pude reconocer la ruta.
Tras una hora estábamos en la iglesia más grande de la ciudad, una vez dentro Janis me dio la mano y me pidió que cerrará los ojos. Así lo hice y empecé a sentir como si estuviera subiendo en un elevador, hasta que me percate que mis pies no estaban sobre el suelo, ni nada, estaba simplemente flotando.
Una vez que llegamos Janis me indicó que ya podía abrir los ojos, estaba realmente fascinada, no podía ver lo que estaba viendo.
Era una ciudad enorme, llena de oro y plata en cada lugar, existían kilómetros y kilómetros, la vista no alcanzaba a terminar de ver todo, las casas eran grandes y en un color perla que las hacía lucir elegantes.- Son los hogares de aquellos que en vida fueron buenos y siguieron el buen camino, algunos viven con su familia como en la tierra.
- Creí que las casas serian color blanco, no perla.
- Son así porque a pesar de ser buenos no fueron exactamente ejemplares, algunos cometieron malos actos.
- Debo suponer que no muy graves?
- Además de que se arrepintieron de corazón de haberlo hecho.
- Y los que fueron ejemplares en vida donde están?
- Ellos están un poco lejos de aquí, es una comunidad diferente, nosotros los llamamos protectores ejemplares, ustedes ángeles.
- Entonces tu y Santiago...
- Si, y muchos más, aunque cada vez hay menos de nosotros.
- Lo lamento.
- Esta bien, no tiene caso lamentarlo aquí, sino allá.
- Janis, se que venimos por Santiago pero, crees que podría ver a mi mamá.
- Seria demasiado arriesgado.
- Entiendo.Estaba maravillada por todo lo que veía pero una voz tras nosotros hizo que me tensara.
- Janis, que hace ella aquí?
- Hay no. - Alcance a escuchar decir a Janis, aunque fue casi inaudible.
- Porque una humana está aquí?
- Ella... Ella no es, no es una humana.
- Sabes que no puedes engañarme.
- No te informaron? Es un caso especial, es la primer protectora ejemplar de su generación, esta aquí para ser instruida.
- Es... Esta bien, pero recuerda las reglas para los iniciados.
- Si.Escuche pasos retroceder y en ese momento Janis y yo nos giramos, le pregunté sobre que había pasado y me aseguró que era el jefe de los ángeles, no era malo, solo estricto, aunque me hizo sentir tensa e incomoda, le creí.
Después de caminar por lo que pareció mucho tiempo al fin llegamos a donde se encontraba Santiago. Al volver a verlo mi corazón se aceleró más que nunca y una sonrisa enorme se formó en mi rostro.- Santiago!. - Se escucho mi voz en un eco eterno, él volteo y sonrió.
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Mi Ángel Guerrero
Teen FictionCat vive encerrada en su dolor & mundo propio, Santiago es la esperanza para volverla a la vida.