Capítulo 24.

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Llegamos con 10 minutos de retraso, pero no había problema porque el padre había tardado un poco y apenas salió.
Anunció que ya estaba todo listo y yo me asome y vi a toda la gente sentada y a Saúl hasta el fondo moviéndose de un lado a otro.

Todas las damas nos acomodamos siendo yo la última, aunque iría al frente de todas dentro de la iglesia.

Saúl tenía algo así como damos de honor los cuales se colocaron uno al lado de cada dama, nunca había visto algo así pero no proteste ya que me toco entrar con mi hermano, lo que me hacía sentir más segura con respecto a los zancos que traía los cuales se hacían llamar tacones.

Empezaron a avanzar y yo sentí como mi corazón se aceleraba cuando la que estaba delante mío entró.

MI hermano me dio el brazo, lo tome y comenzamos a caminar, por un momento me invadió el pánico de caerme o doblarme un tobillo, pero después se me vino a la cabeza la idea que iba vestida de novia del brazo de papá y me esperaba en el altar Santiago, cuando estaba por desviarme desperté y me dirigí a mi lugar, por suerte fue justo a tiempo y no pase una vergüenza.

El resto de la ceremonia me la pase pensando en Santiago y yo juntos, en un futuro juntos y que tan posible era. Dicen que no existe lo imposible.

Mi Ángel GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora