Cuando me desperté eran las ocho de la tarde y gracias a dios no había nadie en mi casa. Me encontré una nota de mi madre diciéndome que se habían subido a la sierra a dormir, y que me había llamado Eduardo, Mario, Cris, Silvia, Carlos e Irene, y que les dijese a mis amigas que a la hora de comer no se llama a las casa y menos un sábado. Me dejaba las típicas explicaciones de lo que podía cenar y comer al siguiente día, ya que bajaban después de comer. Llame a Eduardo y quede con él para esa noche, en ir a cenar antes de ir al Club. Luego llame a Cristina y a Silvia para que se viniesen a mi casa ya para arreglarnos allí. Les dije que yo me iba a cenar con este pero que nos veíamos en el club. Silvia estaba a los cinco minutos plantificada en mi casa muerta de la curiosidad por saber que había hecho yo ayer. Le dije que hasta que no llegase Cris no le iba a contar nada porque si no lo tenía que repetir todo después. Al fin, llegó la loca de Cris chillando nada más abrir la puerta.
- ¡¡¡Dios que curiosidad!!. tía nos tienes a las dos muertas. ¡¡Cuéntanos!!.
- Si os digo la verdad no recuerdo demasiado bien lo que hice.
- Da igual, cuenta de lo que te acuerdes, desembucha.
- Empiezo por el final, que creo que es lo más sorprendente. He dormido en casa de Jaime.
- ¡¡¡Ay dios mío!!!.- los ojos de mis amigas se salían de sus órbitas
- ¡¡JURAMELO!!. ¿Y?.
- Nada tranquilas, que no pasó nada de nada. Se portó como un perfecto caballero- les conté- es impresionante lo amable que ha sido conmigo.
- Cuenta el principio porque yo me estoy haciendo el lío- me pidió Cris
Les hice un breve resumen de la noche. Les dije lo mal que lo había pasado. Les conté lo del cerdo de Eloy. Estaban las dos que no salían de sorpresa en sorpresa.
- Madre mía lo que nos perdimos ayer. Tú le gustas a Jaime claramente- me dijo Cristina
- Si ya lo decía yo, que entre ese chico y tú..., detrás de ese odio tenía que haber algo más- corroboró Silvia.
- No digáis bobadas. Lo hizo porque le di pena. No os podéis imaginar que mal lo pasé, quería morirme. Me sentía como si de pronto tuviese cinco años y no supiera ni beber agua sola.
- Si te metieron pastillas no me extraña que acabases fatal
- No se pero ayer fue una noche de lo más rara. Además la chica esta Babi, empezó a contarme unas cosa súper raras de su novio y de lo que me podía pasar con Edu.
- Sinceramente- dijo Cristina- en eso yo no voy a discutir nada. No se Ale, pero un tío que te quiere tanto como dice, no te deja sola en ese estado y que te lleve otro a casas. Ni que te pases la noche entreteniendo a la novia de un socio, de dios sabe que negocios.
- Si la verdad es que Cristina tiene un poco de razón Alex, ese tío no me da demasiada buena espina.
- Que no, de verdad, que tan solo es que es un hombre de negocios ocupado- dije queriendo quitarle hierro al asunto aunque ni yo misma me lo creía del todo.
- Yo que sé, el tiempo lo dirá- dijo Silvia
- Bueno, ¿qué vamos a hacer hoy?.
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JUGANDO A JUEGOS DE MAYORES
RomanceAlejandra es una niña bien, estudiante de periodismo guapa que le gusta mucho salir por la noche. Pronto descubrirá que enamorarse de mafiosos no es un juego y que en ocasiones los amores mas reñidos, son los más pasionales al final.