La fragil paz

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Scorpius esperaba fuera de la enfermería mientras caminaba de un lado para otro, realmente estaba preocupado por Rose, ya había perdido a la mujer más importante de su vida (su mamá) debido a una enfermedad, así que era bastante sensible con temas relacionados a la salud. Después de un rato, Rose salió de la enfermería, venía con la mirada perdida, se veía confundida

— Rose... ¿estás bien?

— Malfoy, te dije que no era necesario que me esperaras

— Si pero

— Querías hacerlo, ya lo dijiste, pero yo quiero estar sola, si no te molesta, me iré, adiós

La actitud agresiva de Rose hizo a Scorpius preocuparse, pensó que quizá había recibido malas noticias, y que por eso su humor había empeorado tanto. Decidió probar su suerte. Entró a la enfermería

— ¿Hola?

— Señor Malfoy, ¿le ocurre algo?

— Bueno, verá, hace unos momentos Rose Weasley estuvo aquí porque se sentía un poco mal, yo la acompañé aquí, pero la verdad estoy preocupado, ¿ella está bien?

La enfermera sonrió, movió su cabeza y rodó los ojos

— Sí, la señorita Weasley estuvo aquí, no le puedo dar información sobre su diagnóstico, es confidencial, pero le puedo asegurar que no tiene nada de qué preocuparse, ella está bien

Scorpius exhaló un suspiro

— Bueno, eso es algo, sólo una pregunta, ¿hay algo que yo pueda hacer por ella?

— Supongo que eso se lo dirá ella a su tiempo...

— Si... ella me dijo que quería estar sola... cuando llegamos estaba de buen humor y cuando salió... bueno, por eso me preocupé, pensé que le había dado malas noticias o algo

— Señor Malfoy, ya le dije que no le puedo dar información, si la señorita Weasley decide hablar con usted lo hará, pero creo que eso debería ser su decisión, usted todo lo que puede hacer es ofrecerle su apoyo, no puede obligarla a tomarlo

Scorpius suspiró

— Si... lo sé solo quisiera que ella supiera que puede contar conmigo... bueno, gracias por su tiempo, la dejo trabajar

La enfermera lo vio salir mientras se preguntaba si quizás su amor fuera correspondido...

Rose fue directo a su sala común y sin saludar a nadie se fue directo a la cama... no quería pensar. Sin embargo su subconsciente no estaba de acuerdo, por tanto soñó con Scorpius toda la noche... En su sueño, ella caminaba a su lado por un centro comercial muggle, mientras iba colgada de su brazo y reían de quien sabe que, luego compraron palomitas y ella se las dio de comer en la boca, fue cuando notó que su corazón latía desbocado, tan rápido que hasta le dolía un poco, se sentía muy nerviosa y él la miraba de un modo que ella sentía que el mundo daba vueltas, pero que no existía nadie más que ellos. De pronto Lily apareció y lo tomó por el brazo y se lo llevó, dejándola con un extraño vacío en el pecho...

Despertó agitada esa mañana, se levantó al baño y se mojó la cara con agua fría, levantó su rostro lentamente y miró su reflejo en el espejo. De repente se sintió muy inconforme con su aspecto. Su cabello era un desastre, ni hablar, sus rizos estaban enmarañados, tenía algunas pecas en su nariz y sus mejillas, de repente deseó tener un cabello más dócil y una piel más limpia, algo como Lily... Merlin, ¿qué estoy pensando? NO puedo envidiar a Lily, ella es mi familia... sin embargo es muy linda, es tan bonita, como una princesa, y yo.... ¡basta Rose! Todo es culpa de esa enfermera y su loca teoría de que estoy enamorada de Scorpius, ¡espera! Ella no dijo eso... entonces ¿por qué vi su cara cuando ella mencionó "una persona"? Quizá se deba a que él es el único chico que me ha invitado a salir y que al parecer aún tiene una extraña fijación por mi... entonces no debería estar nerviosa o ansiosa a su alrededor, sólo debo volver a concentrarme en mis estudios y en el quidditch, eso es todo, eso debo hacer...

Y con esa resolución, Rose salió del baño y se cambió para comenzar su día.

Decidió dar una vuelta por los jardines, sin embargo, casi sin notarlo se adentró en el bosque prohibido, para cuando se dio cuenta, la curiosidad le ganó y de repente se preguntó por qué estaba prohibido si los senderos eran tan pintorescos y la caminata estaba siendo tan refrescante. Comenzó a escuchar ruidos, era como si alguien viniera tras ella... ahora si estaba preocupada... sacó su varita y se puso alerta. Se escondió tras unos arbustos y esperó, agudizó el oído y de repente escuchó ruidos provenientes de dos diferentes ángulos. Por las barbas de Merlin, me están rodeando. Sabía que habían criaturas peligrosas en el bosque, esperaba poder controlar la situación pero estaba un poco nerviosa. De repente sintió que la atrapaban, inmovilizando sus brazos con demasiada fuerza, se revolvió con todas sus fuerzas pero no fue suficiente, sentía que el corazón se le saldría del pecho, de repente escuchó

— Desmaius

Por un momento cerró los ojos pensando que el encantamiento le golpearía, pero sintió que la liberaron y luego escuchó como alguien golpeaba contra un árbol, abrió los ojos y escuchó que alguien corría hacia ella

— ¡Rose! ¿Estás bien?

— Scorpius... — dijo ella en un suspiro de alivio

Él llegó junto a ella y la abrazó, la rodeó con sus brazos con fuerza pero ella se sintió protegida, necesitaba esa cercanía, esa que le transmitía seguridad, recargó su cabeza en su hombro y sintió que temblaba, él comenzó a acariciar su espalda y su cabello, estaba funcionando, por fin dejó de sentir pánico y se comenzó a relajar, disfrutando su calor y su contacto, por un momento volvió a sentir que el mundo a su alrededor desaparecía, sólo lo sentía a él, quien había sido su salvador...

— ¿Qué fue eso? — dijo ella alejándose de él y buscando a sus alrededores

— Un centauro... — dijo él mirando hacia donde efectivamente yacía un centauro inconsciente

— ¿Y lo aturdiste? ¿Estás loco?

— Rose, él te atacó, yo... no pensé sólo quería que te liberara

— ¿Sabes lo que esto significa? La paz con los centauros es demasiado frágil, ahora no sé cómo arreglarán esto o si será posible siquiera

— Ya lo sé — dijo él tirando de su cabello — te digo que no pensé, pero no te preocupes, esto no fue tu culpa, yo fui quien lo aturdió, asumiré las consecuencias

— ¿¡Estás loco?! ¡Te expulsarán! — dijo ella histérica cayendo en cuenta, de repente escucharon ruidos, seguro era la manada de centauros, su cerebro trabajó a toda velocidad, debía hacer algo... drástico. Miró a Scorpius que estaba distraído escuchando el ruido y probablemente dándose cuenta de lo que pasaba, rápidamente sacó su varita y la apuntó hacia él

— Expeliarmus

— Rose, ¿pero qué...?

— Scorpius — gritó ella interrumpiendolo — realmente lo siento mucho: petrificus totalus

Ella corrió hacia él y lo escondió rápidamente tras unos arbustos habló atropelladamente y en voz baja

— Escucha, cuando el hechizo pase vuelve de inmediato al castillo sin que nadie te vea — dejó su varita en su túnica y se levantó, justo cuando la manada llegaba y se daba cuenta de la situación...

Todos enloquecieron al ver a uno de los suyos inconsciente y a Rose parada cerca de él, varita en mano... ella comenzó a hablar rápidamente

— Eso fue un accidente, yo me asusté pero no quería lastimarlo, si me lo permiten, lo volveré a traer de vuelta

— Baja tu varita — habló uno de los centauros y todos apuntaban con sus arcos hacia ella

— Esta bien — la soltó y levantó las manos — sólo quería hacer el contra hechizo para que vuelva a estar consciente, sólo está aturdido

— ¡Silencio! Eres una bruja, en territorio de los centauros, atacaste a uno de nosotros, eres nuestra prisionera

Al momento, volvió a sentir que la aprisionaban y ataban sus manos

— Por favor, si la directora McGonagall pudiera venir aquí y explicarles...

— Lo arreglaremos, ahora guarda silencio, eres nuestra prisionera — repitió el centauro y entonces la empujaron y comenzaron a caminar, ella no pudo evitar mirar hacia dónde había dejado a Scorpius petrificado, sólo le quedaba esperar que él estuviera bien...

La lástima fue el comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora