No quiero esta vida

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Rose llegó al castillo y cuando estuvo en la soledad de su habitación lloró amargamente. Tenía mucha rabia dentro, pues se sentía tan tonta de haberle creido a Scorpius cuando le dijo que él no estaba con Lily, que la quería a ella y a nadie más. No entendía por qué demonios la había invitado a salir, ¿quería humillarla a caso? ¿Para qué? Lo único que tenía en claro era que quería arrancarse el corazón en este momento, le dolía, le dolía tremendamente, lo único comparable con el dolor que ahora sentía era el amor que había sentido por él, como se había sentido en sus brazos, con sus besos, con sus palabras... palabras que habían sido mentira...

Lloró y lloró y cuando cayó la noche se encerró en su cama, no tenía ganas de lidiar con sus amigas ahora... pero ellas pensaban distinto

- Rose, ¡Rose!, ¿estás ahí?

Ella fingió estar dormida, esperaba que tuvieran la prudencia de dejarla en paz, pero... Miranda la comenzó a zarandear mientras repetía

- ¡Rose, aquí estás!, ¡por fin! ven un momento tenemos algo importante que decirte, no te hagas la tonta, se bien que no estás dormida, ¿los viste verdad?

- Déjame en paz Miranda - contestó Rose sin abrir los ojos y forcejeando con ella para zafarse de su agarre

- No puedo, debes escuchar esto

- Estoy harta

- ¡Ella le dio una pócima de amor!

Rose abrió los ojos y la fulminó con la mirada

- Claro... eso tiene todo el sentido del mundo, ahora déjame en paz

- ¿No vas a hacer nada? - preguntó Gina desesperada

- ¿Cómo qué?

- Lily ya llegó, tuvo un pleito grande con James, ¿no quieres ir a romperle la cara?

- No

- Pero.. pero

- Miren, - dijo ella sentándose en su cama y tallando sus ojos - la verdad, estoy un poco cansada de esta situación, no quiero estar en este triángulo más, si ella le dio poción, que tonta, debería saber mejor que eso es sólo una ilusión y no genera amor de verdad, si él fue tan estúpido para caer en la trampa más vieja de todos los tiempos... no vale la pena... no quiero nada con él, ahora déjenme en paz, tuve un día terrible, tuve que reflexionar mucho, aún tengo que hacerlo, y no puedo hacerlo con ustedes aquí parloteando

- OK, entiendo pero

- Gina... por favor, mañana hablamos, déjenme estar ¿sí? - pidió Rose

Ambas amigas se miraron y luego Miranda le habló

- Bueno, está bien Rosie como tu quieras, pero sin embargo, ten en cuenta que nosotros queremos lo mejor para ti, te apoyamos, descansa - y después de que ambas la abrazaron, cerraron sus cortinas y la dejaron sola.

Rose estaba furiosa. Se había enojado tanto con él... y ahora resulta que sólo había caído en la trampa más estúpida del mundo, más aún que lo del muérdago encantado, pero eso no cambiaba en nada su decisión. No podía seguir siendo parte de este triángulo amoroso, le dolía, le lastimaba bastante, era cierto que ese amor le había hecho sentir cosas muy lindas, pero ahora mismo no sabía si podía soportar otra desilusión como la de hoy, no quería, quería su viejo yo, aquel que no le importaban los chicos ni el amor, aquel que sólo le importaba la escuela, eso era algo que estaba bajo su control, y cosas que estuvieran bajo su control eran cosas que no la desilusionaban ni la lastimaban, porque ella no se fallaba a sí misma jamás.

Por tanto, trató de dormir, aunque aún sentía ese dolor en su pecho... y aún faltaba la peor parte, enfrentar a todo mundo, sus amigas, sus primos, Scorpius...

La lástima fue el comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora