San Valentin de terror

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La vida en el colegio continuó su marcha normal los días que siguieron a las vacaciones de navidad. Rose y Scorpius casi no tenían tiempo libre entre las prácticas de quidditch y que los maestros los tapizaban de tarea en preparación para los T.I.M.O.S. Pero el ambiente se relajó para San Valentín, el día en que todas las chicas se volvían locas y lanzaban miraditas insinuantes a los chicos, rondaban los cupidos, los chocolates envenenados con pociones de amor y la salida a Hogsmeade eran un pretexto para tener citas y confesarse con el chico o la chica que te gustaba.

A Rose siempre se le había hecho una estupidez esa celebración, pero este año, por alguna extraña razón no encontraba tan irritante la cursi decoración del castillo y el ambiente empalagoso que predominaba a lo largo de todo el colegio. Será que en el fondo esperaba que Scorpius la invitara a salir ese día, y ella estaba dispuesta a aceptar debido a que no habían tenido gran contacto ni habían estado a solas desde hacía varios meses.

Por fin al terminar la clase de pociones que Gryffindor y Slytherin compartían, Scorpius se acercó a Rose y le dijo

- Hola, ¿tienes un minuto?

- Sí, es todo lo que tengo porque debo comenzar un ensayo de runas, pero dime

- ¿Quieres que te ayude?

- ¿Tomas la clase de runas?

- Sí, de hecho ya tengo avanzado el ensayo, iba a terminarlo hoy, ¿vas para la biblioteca ahora?

- Sí, no sabía que tomaras esa clase, pero vamos en el camino me cuentas lo que sea que vinieras a contarme... - dijo sin poder evitar sonar nerviosa

- Vamos - dijo cediéndole el paso - Oye... la verdad, yo quería preguntarte si tu quieres ir a Hogsmeade conmigo en San Valentin... ya sabes, como una cita...

- Oh, si, suena divertido

- ¿En serio? ¿Aceptas?

Ella asintió divertida por la cara de sorpresa del chico

- Por las barbas de Merlin... estoy muy feliz - dijo mirándola con ese hermoso brillo en los ojos que vio en él cuando venían en el tren

- La verdad, esperaba que me lo pidieras, así que yo también estoy feliz

Él la miró boquiabierto

- Wow... no sé si podré aguantar hasta entonces...

- Faltan 3 días

- Sí, pero... - se interrumpió y escondió su cara en sus manos - es que esto es mi sueño desde los 11 años, no son sólo 3 días, he esperado esto por 4 años

Ella se conmovió por sus palabras y se sintió un poco perversa cuando miró a todos lados y se dio cuenta que el pasillo estaba desierto

- Ok, tal vez esto te ayude a esperar un poco más - dijo colocándose delante de él y apoyando sus manos en sus hombros, se paró de puntas y depositó un suave beso en sus labios

Él sonrió y le dijo

- Si eso ayudaría, pero... podría esperar mejor si tan sólo... - se inclinó hacia ella y la besó, después de unos segundos despegó sus labios de los de ella y se miraron, sin poder controlarse se volvieron a acercar y continuaron besándose, pero esta vez, se abrazaron con fuerza y pegando sus cuerpos estuvieron inmersos en el beso hasta que escucharon pasos, Rose saltó hacia un lado y Scorpius comenzó a balbucear

- Bueno, es que nosotros ya pasamos al capítulo de interpretación de números primos, quizá te ayude realizar los ejercicios de la página 325 para comprender mejor el tema

Un par de chicas de Ravenclaw pasaron a su lado y desaparecieron por el pasillo ignorándolos. Cuando se fueron, estallaron en carcajadas, ya que se controlaron un poco, continuaron hacia la biblioteca, donde se sentaron en una mesa y realmente comenzaron a hablar de la clase de runas.

Scorpius le contó a Albus que Rose había aceptado ir con él a una cita, estaba tan feliz, y tan entusiasmado de que su sueño se estuviera haciendo realidad

— Al, es hoy — le dijo esa mañana — hoy le voy a pedir que sea mi novia

— Tienes mucha confianza, ¿eh?

— Estoy nervioso, ya me rechazó una vez pero siento que hoy va a ser diferente

— Pues buena suerte — y lo deseó de corazón, su amigo merecía ser feliz

Albus salió de la sala común primero, sin notar que alguien acechaba la salida de las mazmorras...

Rose esa mañana se sintió muy nerviosa, y las burlas de sus amigas no ayudaban a sus maltrechos nervios

— No sé por qué estás tan nerviosa Rosie, el tipo está loco por ti desde siempre, y tu lo estás por él recién, así que todo saldrá bien, diviértete y luego de hoy podrás besuquearte con él en público

— Espera, eso ya lo haces

Y ambas se rieron con ganas

Rose las fulminó con la mirada y continuó arreglándose. Cuando llegó la hora sus amigas querían esperar con ella, en el lugar designado de encuentro, pero ella les pidió que se adelantaran, el momento ya era suficientemente incómodo sin que nadie lo viera.

Y llegó al jardín trasero del colegio y comenzó a dar vueltas de un lado a otro nerviosa, luego pensó que se vería estupida caminando como león enjaulado, y se sentó. Pero luego de un buen rato, se entumió y volvió a caminar de un lado para otro, luego se cansó y se volvió a sentar. ¿A qué hora habían quedado? Pensó que tal vez equivocó la hora y entendió a las 12, cuando habían quedado a las 2. Se sintió aún más estupida y decidió quedarse ahí, esperaría otra hora a que fueran las 2 y luego fingiría que acababa de llegar... deseó haber traído un libro, algo para entretenerse... quizá podría ir a la biblioteca... tenía una hora después de todo... entonces se levantó y fue a buscar un libro para pasar el rato.

Sin embargo, como le pasaba a menudo cuando leía, el tiempo se le pasó volando y cuando se dio cuenta, eran las 2:20, salió corriendo a toda  velocidad y llegó sin aliento a las 2:35, buscó por todos lados y no había ni rastro de Scorpius. Por un momento se preocupó de que él se hubiera cansado de esperar y se hubiera ido, después de todo habían sido 35 minutos, pero luego llegó a la conclusión de que no podía ser, quizá se le había hecho tarde a él también... así que se sentó a esperar un poco más, pero ya 5 minutos antes de las 3 de la tarde y no había ni rastro de Scorpius... ¿y qué tal si se había equivocado de lugar? ¿Que tal si habían quedado en el jardín delantero? Después de todo tenía mucho más sentido, ya que de ahí era de dónde salían los carruajes a Hogsmeade... corrió a toda velocidad, cuando llegó buscó por todos lados pero, tampoco estaba ahí...

— ¿Va a subir señorita Weasley? — dijo uno de los profesores que despedían a los alumnos en los carruajes

Rose dudó un momento pero se sintió tonta por estar ahí esperando a la vista de todos y asintió sin pensar...

Todo el camino estuvo pensativa, algo no le sonaba bien, tenía un extraño presentimiento, de que algo andaba mal. Llegaron a Hogsmeade y comenzó a caminar por el pueblo, estaba lleno de chicos que iban en parejita o en grupo, ella era la única que caminaba sola y se sentía paranoica, como si la gente la señalara por ello. Pero ella era orgullosa, no tenía nada de malo caminar sola por el pueblo, fulminaba con la mirada a todo el que se atrevía a señalarla

De repente dando vuelta por un callejón, comprendió todo... ahí estaba Scorpius comiéndose a besos a Lily... y ahora observó un poco más la escena no porque no le doliera igual o más que la otra vez, sino porque no quería que le contara el cuento ese de que sólo había sido un rozon y que era para salir del muérdago, se fijo muy bien y no había muérdago por ningún lado, y estaba muy segura de que ese beso era con lengua y todo, así que tomando aire se dio la media vuelta y se fue. Ahora comprendía todo... ella no había equivocado la hora y lugar de la cita, él la había plantado, además seguramente se había paseado con Lily por todo el pueblo, y por eso era que todos la señalaban...

Ahora tenía ganas de salir de ahí a toda velocidad...

La lástima fue el comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora