La lástima fue el comienzo

Entre la espada y la pared

Comenzaron moviendo sus labios lentamente, dejándose llevar por el instinto, Rose soltó la túnica que apretaba fuerte con sus manos y pasó sus brazos por alrededor del cuello de él, al tiempo que se paraba en puntas e inclinaba la cabeza para ganar profundidad en el beso. Él reaccionó al mismo tiempo que ella y sus manos que inicialmente acunaban su cara, se repartieron entre su espalda baja para pegar sus cuerpos más y su nuca, enredando sus dedos en su cabello. Sus lenguas danzaban entrelazadas en sus bocas, ella jugueteaba con una mano con su cabello y la otra comenzó a recorrer el camino desde su oreja pasando por su mandíbula y su cuello, él también comenzó a acariciar su rostro con el pulgar paseando por su mejilla y luego por su cuello. Les comenzó a faltar el aire y separaron sus bocas pero él inmediatamente hundió su cara en la unión de su cuello y su hombro repartiendo pequeños y húmedos besos siguiendo un camino hasta su mandíbula. Ella ladeó su cabeza mientras ponía sus brazos en sus hombros disfrutando de sus caricias y sintiendo cosquillas con la respiración agitada contra su piel, cuando sus bocas se volvieron a encontrar lo abrazó con fuerza y sintió el latido acelerado del corazón del chico golpetear su pecho y se aceleraron más sus latidos y su respiración. De repente quizo imitar sus besos y se separó de su boca para devorar su cuello siguiendo el camino hasta su oreja, donde atrapó su lóbulo con los labios y luego le dio una pequeña mordida, y luego regresó a su boca, donde sus lenguas juguetearon entrelazadas, acariciandose y bajando nuevamente el ritmo con el que sus labios se movían. Cuando nuevamente les faltó el aire se separaron y abrieron sus ojos, cuando sus miradas se encontraron ella sintió su corazón saltar y dar un vuelco en su pecho, al ver el extraño brillo en los ojos de él, estaban cargados de deseo, de pasión, su cabello estaba más revuelto que de costumbre y sus mejillas sonrosadas, sus labios se veían húmedos e hinchados y sin embargo se curvaron en una hermosa sonrisa, que hizo su corazón derretirse y ella no pudo más que corresponderle, tenían sus frentes pegadas y una de sus manos en la cara del otro haciendo caricias con sus pulgares y disfrutando su contacto, mientras ella lo rodeaba por el cuello con el otro brazo y él la rodeaba a ella por la cintura, de repente dejaron de mirar sus ojos y miraron sus bocas, él se acercó y atrapo su labio inferior entre sus dientes, tirando de él levemente y luego pasándole la lengua por encima, reanudaron su beso, estrechándose mutuamente con fuerza y ladeando sus cabezas para tener más espacio para que sus lenguas exploraran y acariciaran la boca del otro. No supieron exactamente cuanto tiempo estuvieron así, repitiendo su dinámica entre besar sus bocas y luego comenzar a repartir besos en sus caras y sus cuellos, a Rose siempre le pareció excesivo ver a las parejitas del colegio besarse sin control como si estuvieran pegados de los labios, pero ahora mismo se sentía atada a Scorpius por la boca e incapaz de separar su cuerpo del suyo, cuando lo hacía porque le fallaban las fuerzas, inmediatamente retomaban sus caricias y con renovada fuerza lo estrujaba y pegaba su cuerpo al de él. Las luces de la fiesta titilaban y la mareaban un poco cuando abría los ojos y su mirada no estaba fija en él, así que optó por dejar sus ojos cerrados cuando él trabajaba succionando su cuello o su oreja y sólo abría los ojos para mirarlo a él directamente, aunque la sensación de sentir su cuerpo aplastando el suyo contra la pared se disfrutaba mejor con los ojos cerrados.

Tan inmersos estaban en su burbuja de felicidad y pasión, que nunca notaron cuando la fiesta terminaba, y ocupados como estaban saboreandose y acariciandose, mientras besaban la comisura de sus labios escucharon un carraspeo a su espalda

— Malfoy, la fiesta terminó

Scorpius cubrió a Rose instintivamente con su cuerpo y miró a su compañero Aaron Fawley que sonriendo le guiñó un ojo y se fue. Rose repasó rápidamente la sala común y estaba casi vacía, un par de chicos llendo a sus habitaciones, un par de chicas sentadas en los sillones, una lloraba y la otra la consolaba, luego en otro rincón una pareja se besaba con tal desesperacion que parecían querer tragarse mutuamente, se veía algo grotesco y entonces ella pensó si a caso así se habían visto ella y Scorpius hacia un rato, pero recordar los besos tiernos y gentiles del rubio la hizo desistir de ese pensamiento, aunque habían sido apasionados, los besos que había recibido estaban llenos de ternura, caricias, cariño y se había sentido protegida, apreciada, tratada con delicadeza y con respeto, no como aquella chica que tenía una mano del chico estrujando su trasero y la otra debajo de la blusa...

Scorpius regresó su mirada a ella y comenzó a acomodar con cuidado su cabello, mientras besaba su frente y sus sienes. Se separaron un poco y en eso llegó Gina la amiga de Rose y le dijo

— Rose, aquí estás, necesitamos llevarnos a Miranda, antes que se la traguen — y señaló a los chicos que se besaban en el rincón

— Las acompaño — dijo Scorpius, pero Gina le sonrió amablemente y le dijo

— No es necesario, pero gracias por la invitación, adiós Malfoy — y tomó a Rose por el brazo y la jalo tras ella

Rose se sentía entumida y sólo escuchó a Scorpius decirle

— Adiós Rose

Ella agitó su mano y trató de sonreír aunque le pareció que sólo logró una mueca rara, y se fue tras Gina, donde ella jaló a Miranda para sacarla de los brazos de Cameron Flint, que para incomodidad de Rose y diversión de Gina tenía una enorme ereccion que se asomaba en su pantalón, y Miranda sólo lo golpeó en el brazo cuando trató de jalarla de vuelta con él y riéndose junto con Gina, tomaron a Rose y salieron las tres corriendo de ahí.

Las risitas de las chicas resonaban por los pasillos y cuando llegaron a su habitación se tiraron en la cama de Rose y estuvieron comentando sucesos de la fiesta

— Pero claro, no lo notaste por estar literalmente pegada con Flint — decía Gina y ella y Rose se reían de Miranda

— Tu cállate Rose que todo fue tu culpa

— ¿Mía? ¿Por qué?

— Bueno se ve que Malfoy besa muy rico y quise conseguirme algo para mi pero Cameron besa horrible

Rose se ruborizó un poco por el comentario pero en su lugar ella y Gina rieron

— ¿Y así lo estabas dejando tratar de tragarte y manosearte? — le reprochó Gina

— Bueno, era eso o nada — dijo ella encogiéndose de hombros

— Y tu — dijo Gina dándole un codazo a Rose — pensé que dijiste que no pasaba nada entre tu y Malfoy

— Bueno no pasaba, y no pasa, no sé que fue lo de hoy

— Todo mundo los vio fajando en ese rincón oscuro, no creo que puedas seguir diciendo que no pasa nada

Rose se quedó boquiabierta

— ¿En serio?

Las amigas se miraron y soltaron una carcajada

— No, es broma, pero deberías ver tu cara, no es que no hubieran estado dando un tremendo espectáculo pero había mucha gente, estaba muy oscuro y sobre todo, no eran los únicos, incluso había una pareja que te podría jurar que estaba teniendo sexo... y no eras tu Miranda

Y las tres rieron con fuerza.

— Deberíamos dormir

— Si buenas noches, que sueñen con sus galanes — se burló Gina

— No serían buenas noches para mi, Cameron tiene más tentáculos que un pulpo

Rose se desvistió y se acomodó en su cama. Sentía una enorme cruda moral por lo que había pasado con Scorpius, se había dejado llevar por el momento y ahora no tenía idea de como iba a hacer para enfrentarlo al día siguiente. Pero había valido la pena. Realmente él besaba muy bien y por ello la había mantenido fascinada y muy entretenida toda la fiesta. De repente notó que sus pantaletas estaban mojadas... de verdad que el rubio besaba muy muy bien...