Cosas de chicos

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Ella respiró aliviada un segundo, luego su corazón se aceleró y comenzó a sentir esa familiar sensación de mariposas en su estómago (ya había comenzado a aceptar sus síntomas como lo que eran)

— Aquí — dijo con voz temblorosa

En un instante él apareció por detrás de las pilas de objetos

— Hola... ¿cómo estás? ¿Realmente bien?

— Sí, te dije que lo estoy, o te lo escribí al menos, pero también es verdad que si descubren la verdad estaré en problemas

— Es que ya estás en problemas, mira este desastre — y ambos miraron a su alrededor, efectivamente había caos por doquier

— Esto no es nada en comparación con lo que te hubiera pasado a ti

— ¿Cómo puedes saberlo? Además yo lo merecería

— Se lo que tú y Al hicieron el año pasado, por lo que estuvieron castigados el año entero, y que además están bajo observación, no creo que McGonagall hubiera sido indulgente contigo esta vez, te habrían expulsado, y sobre lo otro... tu me salvaste, fue mi culpa haberme metido en terrenos prohibidos, supongo que estaba distraída, y por eso lo hice, pero si no hubieras llegado... bueno yo estaba muy asustada, gracias por ayudarme, lo menos que podía hacer era pagarte el favor, y lo hice, ahora estamos a mano, vete por favor que se arruinará todo si te ven aquí

— Escucha Rose... — comenzó él y el un típico gesto de nerviosismo en él, tomó su cabello y tiró de él hacia atrás — yo soy culpable de lo que pasó, te agradezco que hayas tomado mi culpa como tuya pero yo merezco el castigo, permite que te ayude, así en verdad estaremos a mano, además, no estarías aquí sola en caso de que se desplome la torre de cachivaches y te aplaste

Ella rió por la broma, sintió un raro calor inundar su pecho... pasarían tiempo juntos... a solas... no debía ser porque ella le había dicho a Lily que no tenía interés en él, lo cual al parecer ya no era del todo cierto, o quizá nunca lo fue, pero el caso es que quería hacerlo, a pesar de todo...

— Está bien, no quisiera morir aplastada y sin que nadie lo sepa...

— Bien — dijo él comenzando a quitarse la túnica — ¿de qué se trata todo este desorden?

Pero antes de que ella pudiera contestar, la puerta se abrió de nuevo

— Roseeee — dijo la voz aguda de Lily

— ¿Lily? — contestó ella confundida

— Oh, aquí están, venimos a ayudarles

— ¿Venimos? — dijo Scorpius alzando una ceja

— Hola... — dijo Albus saliendo de una torre de cachivaches

— ¡Al! ¡Viniste también!, esto será divertido ¿verdad Rose? — dijo Scorpius entusiasmado

Y adiós a nuestro tiempo a solas... pensó Rose, pero se forzó a sonreír

— Sí, tanto como podría ser limpiar este desorden supongo, pero gracias chicos — y Rose les transmitió las instrucciones de McGonagall

— ¡Perfecto! Scorp y yo haremos este lado y tú y Al hagan en otro lado — dijo Lily que ya se había quitado su túnica y jaló a Scorpius tras ella

El rubio miró a Rose por última vez antes de desaparecer tras un cerro de trastos, donde ella no podía dejar de mirar como si él fuera a volver a aparecer por ahí

— Tierra llamando a Rose — dijo Albus pasando su mano por su cara

Ella dio un manotazo a la mano de Albus

La lástima fue el comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora