Terminando las confrontaciones

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— Rose, por favor debemos hablar — le dijo Scorpius que tenía un semblante terriblemente desmejorado

— Si... lo sé, vamos — dijo ella encaminándose hacia la torre de astronomía

Él caminó tras ella en silencio, repasaba en su cabeza lo que quería decirle, quería estar seguro de expresarle todo su sentir, sabía que aunque involuntariamente, había cometido un gran error y justo cuando por fin pensó que su sueño se haría realidad...

Llegaron y por suerte estaba vacío, por lo que Rose tomó aire y comenzó

— Ya se que fue lo que pasó, no voy a hablar de eso pues no tiene caso repasar lo obvio, sin embargo, creo que esto me ayudó a reflexionar sobre algo importante, y es que no puedo perder de vista mis objetivos, todo por lo que he trabajado y lo que he querido para mi, eso no incluye una relación ahora, ni contigo ni con nadie, así que creo que lo mejor es que nos alejemos

— No Rose, no hagas eso, escúchame, yo fui un tonto por caer en esa cosa de la poción, nunca creí que ella fuera capaz, no es justificación pero entiende que yo no siento nada por ella, eres tu, sólo me importas tú, no me alejes de ti, solo quiero estar cerca de ti, apoyarte en lo que sea que quieras hacer, no te estorbaría te lo juro, por favor no me alejes

— Me hiciste mucho daño — dijo ella derramando lágrimas — no puedo arriesgarme y no quiero volver a sentirme como ayer

— ¡Lo se! — dijo él que también había comenzado a llorar — no quise hacerte daño

— Lo se, pero lo hiciste

— Es que Rose, no volverá a ocurrir, no volveré a caer por eso

— No será eso pero será otra cosa, el hecho es que si sigo involucrándome contigo eventualmente me harás daño

— ¡No! ¡Nunca más!

— Escucha, se que no fue intencional pero aún así, los sentimientos te hacen vulnerable, no quiero ser vulnerable

— También te hacen fuerte, te lastiman pero te hacen feliz, si me dejaras te lo demostraría

— Lo se

— ¿Lo sabes? ¿Cómo?

Ella agachó la mirada y él se acercó a ella pero ella se alejó un paso, él se contuvo y le dijo con voz suave

— ¿Sientes algo por mi, verdad?

— Si... — dijo ella después de unos momentos

Él escondió su cara en sus manos y sollozo con fuerza

— Senti cosas muy lindas, pero, también senti mucho dolor, si mis sentimientos siguen creciendo y me vuelves a lastimar no lo soportaré

— ¡Pero no lo voy a hacer! ¡Rose te lo juro! — y la tomó de los hombros acercándose a ella

— No me toques por favor, respeta mi decisión, ya te expliqué mis razones, lo siento, pero no voy a cambiar de opinión, debo ser fiel a mi misma, debo cuidar de mi

— No te vayas, espera... esta bien, no es necesario que tengamos una relación, seamos amigos, así no voy a lastimarte, solo quiero estar cerca de ti y ayudarte ya te lo dije

— No puedo ser tu amiga, yo... siento cosas por ti y si seguimos juntos

— Verás que no te haré daño, por favor, Rose

— No, no me busques, no podemos ni ser amigos, te deseo lo mejor, en verdad, pero quiero que te alejes de mi. Respeta mi decisión. Adiós

Él estiró sus brazos para detenerla, pero se contuvo en el último momento, y sólo cerró los ojos y apretó los puños, para no verla marcharse, para no correr tras ella y abrazarla por la fuerza y obligarla a entrar en razón. No podía simplemente sacarlo de su vida, no ahora que por fin había logrado que sintiera algo por él. No era justo que lo castigara de ese modo, no, porque además él no había actuado consciente, no, porque si a caso él también era una víctima de las circunstancias, no, porque él la amaba y no quería perderla...

Se sentó en el suelo y sintió un hueco en su pecho, se sintió vacío y sólo. Sintió que ya nada valía la pena, ya nada importaba, después de conocer el paraíso estando con ella, después de hacerse ilusiones con un futuro a su lado, después de que sus esfuerzos daban frutos, y ahora se quedaba sin nada. La tarde cayó, llegó la noche y él seguía ahí, mirando el cielo, lamentando su suerte y pensando en por qué la vida había sido tan injusta con él...

Ella no estaba mucho mejor que él, a pesar de que estaba segura que había hecho lo correcto, el dolor no aminoraba, no se consolaba con ese pensamiento. Se encerró en su cuarto y ni siquiera tuvo ánimos de hacer su tarea... Al día siguiente su humor no había mejorado. Bajó de su cuarto a la sala común y James corrió a su encuentro

— Rose, te ves terrible

Ella lo fulminó con la mirada mientras le decía

— Gracias James, tan amable de tu parte

— Escucha, lo siento mucho, Lily perdió la razón, la he reprendido severamente, Malfoy le ha dicho hasta de lo que se va a morir, la odia y aunque quisiera romperle la cara por haberle levantado la voz a mi hermana, simplemente no puedo porque tiene razón, ella no tenía derecho a hacerle algo así, a jugar con su voluntad, y lo peor es que también te ha lastimado a ti, tu eres nuestra familia, la familia debe permanecer unida, cuidar unos de otros, y yo tampoco me porté muy bien contigo, perdón por haberte metido en este lío, no quiero verte triste, ¿hay algo que pueda hacer para animarte?

Ella movió su cabeza

— Démosle tiempo al tiempo James, por lo pronto no quiero tu lástima ni la de nadie, no me traten como si estuviera rota, lo único que quiero es volver a la normalidad ¿si?

— Lo que sea que tú necesites

— Bien, gracias, me voy a clases

— Rose... una última cosa... se que terminaste con él, pero creo que deberías pensar en si eso es lo que te hará feliz, no en lo que crees que debes hacer

— No terminé con él, porque nunca iniciamos, gracias por tu preocupación, pero estaré bien, puedo cuidar de mi y mis decisiones las hago sólo pensando en lo que es mejor para mi

— Lo mejor para ti no es que seas un fantasma...

— No te metas

— Ya — dijo él levantando las manos — solo daba mi opinión, no hablaré más de ello

— Entonces estaremos bien. Te veo en la tarde

Salió de la sala común y en el camino se encontró con la persona que menos quería ver ahora: Lily. Estaba rodeada por sus amigas que fulminaron a Rose con la mirada, y Lily le dedicó una furiosa mirada mientras les decía a sus amigas

— Miren quién viene ahí. La reina de los hipócritas — las amigas de Lily rieron y ella caminó al encuentro de Rose

— ¿No vas a contestar nada prima? ¿No negarás que eres una mosca muerta mentirosa?

— Déjame en paz Lil — dijo tratando de sacarle la vuelta, pero ella le cerró el paso

— ¿Por qué me mentiste?

— No se de que hablas, déjame ir

— ¡Hablo de Scorpius! ¡Dijiste que no te gustaba! ¿No lo recuerdas?

— Ya basta, ¿qué quieres de mi?

— Que lo reconozcas, que te dije que si te gustaba me lo dijeras y no me metería en tu camino, pero dijiste que no, yo te hablé con la verdad, te dije que me gustaba y ¿qué haces? Vas y te le metes por los ojos y luego te haces la víctima

— Ok, ya, lo dije, pero no estoy haciéndome la víctima, lo único que quiero es recuperar mi vida

— ¡Por tu culpa él me odia! ¡Me ha gritado en frente de todo mundo que por mi culpa te ha perdido! ¡Como si fueras la gran cosa! ¿Qué se han creido ustedes dos? Yo soy la única que fue honesta en todo este lío, y ahora me hacen la villana, pero escúchame bien: cumpliré lo que te dije ese día, no te voy a hablar más, estás muerta para mi, además escucha esto: se han ganado una enemiga, los voy a hacer desaparecer, los odio a los dos, pero más a ti por hipócrita — escupió con rabia y se fue seguida de sus amigas

Rose no tuvo ocasión ni de hablar, Lily siempre había sido muy dramática y teatral, pero por un momento, Rose se había sentido asustada, había visto mucho odio en sus ojos. Respiró profundo y continuó su camino, ya terminadas todas las confrontaciones, era hora de volver a la normalidad...

La lástima fue el comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora