La lástima fue el comienzo

Y feliz año nuevo

Cuando terminaron de abrir sus regalos, Hugo organizó un partido de quidditch para distraer a su hermana. Jugaron chicos y adultos, y Rose agradeció una vez más que su hermano fuera tan inteligente y considerado. En el aire estaría a salvo de Lily y además, le encantaba volar y siempre se divertía mucho jugando con sus tíos y primos. Pasaron toda la tarde jugando y cuando bajaron y Molly les llamó para cenar, Rose estaba más animada. Soportó con relativa facilidad la cena y cuando terminó se retiró despidiéndose cordialmente de toda la familia, y siendo seguida de cerca por Hugo que se había convertido en una especia de guarda espaldas para su hermana.

Cuando llegaron a su habitación, Rose abrazó a Hugo y le dijo

- Gracias Hugo

- Por nada hermanita... dime... ¿qué haremos con esto? - dijo sacando el paquete con el regalo de Scorpius y su carta

- Por mi... quémalo

- Con gusto - sonrió Hugo - ¡Incendio!

- ¿Qué haces? ¡Aquí no!, Aguamenti

Y el paquete a medio achicharrar chisporroteó y sacó humo, ambos se miraron y les dio un ataque de risa

- ¡Serás idiota Hugo!, pudimos haber muerto incendiados

- ¡Perdón! no lo pensé, me molestaba sentirlo dentro de mis ropas, y sólo pensar en lo que te decía...

- ¿Leíste mi carta? - dijo Rose dejando de reír

- Oh, pues... si... ¿perdón? estaba aburrido mientras ustedes jugaban quidditch

- Eres el colmo...

- No te preocupes, no tenía cosas demasiado privadas

- No es eso... sólo no vuelvas a leer mi correspondencia ¿si?

- Está bien... lo siento...

Al día siguiente cada familia volvió a sus respectivas casas y entonces Rose pudo respirar en paz otra vez. Pasarían el año nuevo con la familia de Hermione, lo que les aseguraba no ver a sus primos los Potter, así que su humor mejoró considerablemente. Sin embargo, había algo que le molestaba... tenía mucha curiosidad de saber qué le había escrito Scorpius, era un hipócrita, ¿cómo se atrevía? ¿a caso pensaba que nunca se iba a enterar de lo suyo con Lily? Sin embargo luego pensó que su plan tenía un fallo fatal, si ella quería pretender no estar afectada por él, debía saber qué demonios era el regalo y qué decía la estúpida carta... Era el día de año nuevo y la cena en la casa de los Granger estaba transcurriendo muy animadamente, pero de repente sintió una gran urgencia por hablar con Hugo... debía preguntarle, debía saber...

Se comenzó a revolver inquieta en su silla, y luego se sintió observada. Estaba siendo demasiado paranoica, ¿quién la iba a estar observando dentro de la casa de sus abuelos muggles? miró con disimulo hacia la ventana, la calle estaba muy oscura, pero podría jurar que había escuchado una piedrita golpear la ventana, sacudió la cabeza y decidió poner atención a la plática que transcurría a su alrededor. De repente un nuevo golpecito llamó la atención de Rose y ahora sí creyó estar alucinando, vio desaparecer una cabecita rubia y una azabache... que se le hacían muy familiares...

Se disculpó diciendo que iba al baño y salió por la puerta de la cocina, varita en alto, rodeando la casa para sorprender a quien quiera que estuviera ahí haciéndola alucinar cosas sin sentido... Sólo que la realidad era que no estaba alucinando, cuando dio la vuelta y vio a Scorpius y Albus escondidos pero asomándose por la ventana sintió que su corazón se le iba a salir del pecho

- ¿Qué hacen aquí? - les dijo con tono de voz golpeado, que los hizo dar un brinco en sus lugares y girarse con sus varitas en mano

- Rose... - dijo Albus suspirando - por fin reaccionas