Segundas oportunidades

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En cuanto Albus salió del despacho de McGonagall fueron a buscar a Rose para darle las noticias, que ahora podría ir a hacerle una visita oficial a Scorpius, lo cual alegró mucho a la pelirroja, pero que por otro lado le preocupaba pues no había signos de mejoría en él. Esa noticia cambió al anochecer, pues Draco le escribió a Albus para darle la noticia de que ya había reaccionado, solo faltaba ver cuantos días se quedaría en observación, pero ya estaba fuera de peligro. Todos se quedaron más tranquilos y pudieron dormir mejor esa noche.

Draco se encontraba más tranquilo sabiendo que su hijo estaba mejor, pero sentía curiosidad y algo de preocupación por la revelación de que su hijo estaba enamorado de alguien, y que él no supiera nada al respecto. Definitivamente estaba muy consciente de que esto pasaría eventualmente, pero no esperaba que fuera tan pronto y que además él no tuviera ni idea de quien era la chica que había hecho sufrir a su hijo. Trató de obtener sutilmente algo de información

— Scorp, yo no pienso que sea verdad pero, la medi maga era de la opinión de que tu estado inconsciente se debía a un tema anímico, me preguntó si habías estado deprimido y yo le dije que no, porque nunca me comentaste que tuvieras problemas pero me preocupé y fui al colegio a buscar a Albus

— ¿Y que te dijo? — preguntó él agachando la mirada

— Que habías tenido un pleito con una chica

— No fue un pleito... fue más un malentendido

— Ya... ¿y eso te tenía mal?

— Es cierto que he estado triste, pero ahora con todo esto, he ganado algo de perspectiva y voy a intentar arreglar las cosas con ella, no tienes que preocuparte

— Albus dijo que las cosas ya no estaban tan mal entre ustedes e incluso íbamos a arreglar un permiso para que te visitaran, Potter dijo que ella sin duda vendría, así que...

— ¿En serio? ¿Albus dijo eso? — y los ojos de Scorpius brillaron con emoción

— Si, al menos eso fue lo que dijo

— ¡Genial! Tengo que regresar pronto... padre ¿crees que me dejen ir mañana? Ya me siento bien, lo juro

— Ya veremos Scorp, no comas ansias, primero recupérate del todo y luego regresarás y arreglarás las cosas con ella, por cierto... ¿la conozco?

— Si

— Y supongo que no me dirás quien es...

— Eventualmente, pero primero debo hablar con ella, aclarar las cosas

— Bien, puedes tenerme confianza, espero que no sientas que debes ocultarme las cosas

— No lo hago, solo que aún no es momento

— Ok, descansa un poco, mañana te revisarán para decirnos cuando te vas

— Padre, ¿puedo escribirle a Albus? Para decirle que estoy bien

— Ya lo he hecho yo, no te preocupes, descansa

— Gracias padre

Cuando Draco salió Scorpius sintió que tenía ganas de bailar de felicidad, Rose había estado dispuesta a visitarlo, querría decir que tal vez podría volver a acercarse a ella, eso era algo muy bueno... ahora su estado de ánimo estaba mucho mejor.

La lástima fue el comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora