Capítulo 5

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Louis me pidió que parara de tocarle o sino se correria en mi mano y lo único que quería era "metermela hasta el fondo" palabras suyas. Seria profesor de Lengua y Literatura pero cuando hablaba sucio no había quien le ganara.

Vi como agarró un preservativo de color negro y se lo colocó, mis nervios estaban a flor de piel ¿tenía que decirle que era virgen?

Sentí la punta de su miembro en mi entrepierna, haciendo un poco de fuerza, levanté las rodillas enroscandolas en su cuerpo y fue cuando le sentí que me penetraba poco a poco, deje escapar un jadeo de mis labios mientras hacía un puño con las sábanas. Louis se agarró al cabecero de la cama y me beso mientras seguía empujando, demasiado lento, demasiado despacio para ser real.

Cuando me desvirgo, hechó su pelvis hacía atrás y empujó con un poco más de fuerza.

¡La hostia como había dolido!

Me había pillado desprevenida y me había hecho ver las estrellas.

-Estas muy apretada pero te sientes tan bien- gruñó sobre mis labios, le bese cuando comenzó a moverse.

Poco a poco me fui acostumbrado a que estuviera dentro de mi hasta que las punzadas que sentía en mi bajo vientre desaparecieron. Cerre los ojos y arqueé mi espalda llena de placer, oí la ronca voz de Louis llamarme:

-Mirame.

Así lo hice, sus ojos azulados me miraban, sentía que mis mejillas estaban calientes al igual que el resto de mi cuerpo ¿habría visto unos ojos más hermosos que los suyos?

Enrede su pelo en mi mano y tire de él mientras besaba cada parte de su cuello. Las sensaciones cada vez eran mejores, estaba a punto de romperme y no podría pararlo, ni quería que parara.

-L-Louis...- me queje.

-Vamos, nena- pidió con un gruñido encima de mi boca, su aliento mentolado, mezclado con alcohol, era intoxicante- Dámelo.

Cerre los ojos mientras atraía su cuerpo al mio. Toque el cielo, grite y mis paredes aprisionaron a Louis haciendo que él tambien llegara al orgasmo. Dejó caer su peso encima de mi, ambos estabamos sudados y cansados.

Salio de mi cuerpo y sentí un incómodo vacío, ahora quería volver a sentirlo pero también estaba bastante cansada como para repetir. Además seguro que me llamaría adicta al sexo o algo peor.

-Duerme, pequeña- dijó dandome un beso en la frente, me cubrió el cuerpo y a los pocos minutos me quede dormida pero él ya no estaba a mi lado.

|*|

Me acababa de despertar pero por alguna razón seguía cansada, trate de volver a dormirme pero tenía un ligero dolor en la entrepierna y había un peso encima mia, así que abri los ojos para encontrarme con Louis encima mia besando el valle que llegaba a mis pechos.

-Por fin despiertas- dijo para después morderme. Ahora que recapacitaba esto habia estado mal. Quizas había sido el mayor error de mi vida.

«Ayer no te importa mucho...» me dijó mi subconciente y tenía razón, cosa que me asustaba, ayer no fui consciente de mis actos pero me encanto todo lo que Louis me hizo.

-Ah- gemi cuando pellizcó mi pezon dejandolo duro- Buenos días a ti también.

-Teniendote en mi cama, claro que lo son- dijó mostrandome un sonrisa.

-Tengo hambre- dije incorcopandome un poco de la cama, era una glotona, la comida era una de mis pasiones.

-Puedes comerme a mi- dijó Louis haciendo un rápido moviento y dejandome encima suya. Me besó con fuerza, rodeé su cuello tirando ligeramente de la parte baja de su cabello. Tenía un fetiche con su pelo, me encantaba.

Le mordi el labio con fuerza, Louis me agarró con fuerza la cintura y me atrajó hacia él dejandome sentir su miembro duro ¿tan rápido se había empalmado? Bese su mandibula y mordi su mentón cuando sus manos de colaban por mi entrepierna y comenzaba a acariciarme el clítoris. Y otra vez volvíamos a ser él y yo, solos.

Ley de Profesor |LouisTomlinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora