-¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos un cumpleaños feliz!
Tapé mi boca, boquiabierta, con las manos cuando mi clase terminó de cantarme el cumpleaños feliz, Nina corrió hacía mi y me abrazó, casi ahogandome.
Toda la clase comenzó a felicitarme y abrazarme mientras alguno que otro compañero volvía a cantar la canción en solitario haciendo alguna gracieta. Había llegado tarde a clase, debido a que mi madre me detuvo por la mañana.
-¡Felicidades, puta!- gritó mi mejor amiga cuando me soltó del abrazo.
-Gracias- sonrei mientras la daba un beso.
El profesor de economía entró en la clase y nos podió que guardaramos silencio por respeto a otras clases pero parecía que nadie le estaba haciendo caso, y menos cuando Nina sacó una pequeña tarda de chocolate con dos velitas rojas. Soplé ambas velas después de volver a oir la canción y comí un poco de tarta para dejarlasela a los demás comerla.
Observé como Niall se peleaba con Dereck por el último trozo de tarta, ambos habían comido y ambos querían el último trozo, así que cogí el último trozo y me lo lleve a la boca dejandolos a ellos boquiabiertos.
-¡Era mi trozo!- se quejo Dereck con su acento neoyorquino.
-¿Y?- pregunté cuando trague el trozo.
-Emma, felicidades- dijó Niall abrazandome y estrujandome contra él.
-Gracias, rubio.
-¿Se puede saber que está pasando aquí?- preguntó alguien, me solte de Niall y mire a la puerta donde estaba Louis cruzado de brazos y con el ceño fruncido. Sonrei con inocencia hacía él- ¿Qué esta pasando?
-¡Es el cumple de Emma, profe!- gritó Nina.
Mierda, Nina, cállate la boca.
Louis me miró con el ceño fruncido y nos pidió a todos que nos sentaramos en nuestros respectivos asientos y no hicieramos ruido hasta que el profesor de guardia apareciera.
-Emma, ven conmigo- me levanté de mi asiento y seguí a Louis, encogiendome de hombros ante Nina para fingir que no sabía que pasaba para que él me llamara.
Louis cerro la puerta de mi clase y cuando lo hizó el griterio dentro del aula volvió, Louis rodó los ojos y me agarró de la mano para comenzar a caminar.
-¿Dónde me llevas?- pregunté cuando vi que subía las escaleras hacía el tercer piso del instituto donde solo estaban los departamentos de los profesores.
-A un lugar donde no haya nadie.
-¿Para qué?- pregunté con voz seductora.
-Ya lo veras.
Louis abrió la puerta del departamento de Literatura y me hizó una señal para que pasara. Él cerró la puerta detrás de mi con seguro para que nadie nos interrumpiera. Louis me besó, subiendo mi cuerpo encima de la mesa que había en el centro del departamento.
-Feliz cumpleaños- susurró sobre mis labios. Sonrei y rodeé su cuello dejando un par de besos en su cuello.
-Gracias.
-Tengo un regalo para ti- Louis se separó de mi.
-Louis no quiero nada, ya te tengo a ti.
-No pude contenerme cuando lo vi ayer- Louis se acercó a su maletín y me miró- Cierra los ojos.
-¿En serio?
-Venga, Emma.
Cerre los ojos, aún sonriendo por el pequeño detalle que había tenido conmigo. Louis se colocó delante mía, podía oler su colonia masculina. Algo se posó en mi cuello, Louis abrochó el collar detrás de mi nuca y apartó las manos, quise abrir los ojos pero no lo hice.
-Abrelos.
Abri los ojos y mire mi cuello, la figura de un pequeño conejo colgaba de mi cuello, era de plata. Lo miré con la boca abierta, pensando si en llorar por el detalle, si reirme porque estaba loco y no sabía porque era la figurita de un conejo pequeño.
-Louis... no hacía falta, joder.
-No pude resistirme, además, te va como anillo al dedo.
-¿Por qué un conejo?- pregunté mientras seguía mirandolo.
-Porque si, no te hace falta saberlo- Louis sonrió.
-Louis, ¿iras está noche a Fabric?- pregunté esperando que su respuesta fuera un si.
-No, lo siento.
-Está bien- dije resentida.
-Es lo mejor, se razonable.
-Vale- dije- Me voy a clase.
-No, tú te quedas aquí un rato más conmigo- Louis beso mis labios y mordió el labio inferior tirando de él.
Gemi sobre sus labios cuando sentí sus manos colandose por el interior de mi camiseta.
-¿No tienes clases que dar?- pregunté, curiosa.
-Pueden esperar un rato.
Dejé que Louis me tocara por encima de la ropa mientras yo, más descarada, metí las manos dentro de su pantalón para agarrar su miembro y masajearlo.
-Siéntate en la silla- hable soltandole, Louis gruño mientras me hacia caso.
Cuando estuvo sentado, me senté a horcajadas sobre él y le bese. Louis agarró mi trasero y lo masajeo.
-¿Polvo de cumpleaños?- preguntó, divertido mientras desabrochaba mi pantalón y lo bajaba. Afirme con la cabeza mientras yo misma me quitaba la camiseta.
-Reza para que nadie nos oiga.
(Dedicado a MichelleHoran266)
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Ley de Profesor |LouisTomlinson|
Novela JuvenilDicen que las leyes de atracción son las más peligrosas de todas. La seducción, al igual que el sexo o el amor, es un arte que se va perfeccionando a medida que pasa el tiempo y se practica, a diferencia de otros, Louis Tomlinson sabe que es un expe...