Ley de Profesor |LouisTomlinson|

Capítulo 37

Después de abandonar la casa de Liam, fui hasta la parada de autobús para dirigirme a mi casa.

Después de haber leído el mensaje de la morena, no estaba bien, ¿qué naricez había pasado con Louis? No había podido llamarla mientras estaba con Liam, habría sido un falta de respeto hacía él y no tenía ninguna excusa para inventarme para hablar con Nina, así que decidi llamarla cuando estuviera en casa.

Ahora también, yo era oficialmente la novia de Liam. Sé que llegaría a quererle algún día y esperaba que ese día llegara lo antes posible. Liam me gustaba y le tenía cariño, cosas que eran importantes para comenzar una relación. Además ya era la novia de Liam, segú mi madre, solamente que ahora no sería una mentira.

Volví a intentar llamar a Nina, pero está vez tampoco me cogió la llamada. Mis dedos iban y venían a traves del móvil buscando el número de Louis pero él tampoco me contestaba. Y antes de que me diera cuenta ya estaba montada en el autobús de camino a la casa de Louis en vez de a la mia.

Tonta, eso era lo que yo era. Tonta. Pero no podía hacer otra cosa, a pesar de todo yo le quería y pensar en la posibilidad de Nina con él me hacía vomitar. Mi mejor amiga con el hombre que quería era algo a lo que no podría hacer frente.

Cuando llegué a la calle donde vivía Louis, no dude en ir casi corriendo hasta su puerta. La ansiedad cada vez era mayor.

-¿Qué haces aquí?- preguntó el ojiazul cuando me abrió la puerta. Trague saliva y pasé al interior de su casa- Adelante, como si estuvieras en tu casa.

Rodé los ojos ante su sarcasmo y me cruce de brazos para enfrentarme a él. Louis había sustituido la ropa del trabajo por otra más cómoda que le quedaba igual de bien que el traje.

-¿Q-Qué ha pasado con Nina?- pregunté directamente tratando de recuperar el aliento.

Louis encarcó una ceja. Supuse que comenzaría a reirse en mi cara, incluso a burlarse de mi ansiedad por saber la verdad pero seguía pasivo, como sí no fuera nada importante cuando para mi sí lo era.

-¿Qué te hace pensar que ha pasado algo entre nosotros?

-No me respondas con otra pregunta, por favor- supliqué, mordiendo interior de mi mejilla con fuerza.

-No pasó nada- volvió a insistir.

-¡No me mientas! Sé que pasó algo entre vosotros- dije tratando de controlar mi voz pero no pude. Louis se pasó las manos por el pelo y tiró de él como si estuviera cansado de la conversación, o incluso cansado de mi presencia.

-Me la folle- dijó, y me miró- ¿Era eso lo que querías oir?

Trague saliva, Louis comenzó a acercarse a mi, yo quería retroceder pero sentía los pies clavados en el suelo.

Cuando estuvó enfrete mía volvió ha hablar:

-A diferencia de ti, me la folle encima del escritorio y lo disfrute más que haciendolo contigo.

Louis giró violentamente la cara cuando mi mano impactó contra su mejilla derecha, el golpe fue seco, haciendome yo más daño que él. Mi corazón estaba roto y mis ojos comenzaban a picar por las ganas que tenía de llorar.

Iba a volver a golpearle cuando él agarró mi muñeca y acercandome a él, me besó. Comencé a moverme de forma violenta tratando de soltarme pero él comenzó a caminar hacía delante y yo caí en el sofá. Louis aprisionó mis piernas debajo suya para inmovilozarme pero no me iba a quedar quieta. Estaba comportandose como un completo gilipollas.

-Idio...- trate de insultarle pero volvió a besarme para acallarme.

Sentí sus manos colarse por debajo de la falda y acariciar mis muslos en círculos lentos. Mis manos corrieron a su pelo y tiré de él, sin saber si quería acercarle a mi o alejarle. La mano libre de Louis comenzó a acariciar mi pecho pero en lugar de sentir algo de placer sentía unas ganas enormes de romper a llorar. Cuando Louis soltó mis labios y bajó hacía mi cuello, un sollozo escapó de mis labios. Cerre los ojos y las manos de Louis se alejaron de mi cuerpo para acunar mi cara.

-Em..., pequeña, no llores- me suplicó. Abri los ojos y negué con la cabeza, no quería que hablara, no quería hablar. Sólo quería llorar y hacerme una bolita en mi habitación, sola. Louis me miraba preocupado, sin saber que decir- Joder, no, por favor.

-Sueltame.

Louis se sentó encima del sofá y yo me pusé de pie colocando mi falta y mi camiseta para después salir sin decir palabra. Sin darle ninguna explicación pero él sabría porque estaba a punto de llorar.

Mientras caminaba por la calle, la gente se me quedaba mirando por ir secandome las lagrimas que caían por mi rostro, pero no iba a esconderme para volver a casa.

El sonrojado rostro de Liam pidiendome ser su novia invadió mi cabeza, haciendome sentir mil veces peor de lo que me sentía y el rostro de culpabilidad de Louis cuando dejó de besarme también.

El pecho me dolía, era como esa desagradable sensación que se siente en las costillas cuando te colocas el seguro en una montaña rusa, sin embargo, yo no me sentía segura conmigo misma, ni con nada de lo que hubiera a mi alrededor.

Mire mi reflejo en el espejo del ascensor, mis mejillas estaban rojas, y mis ojos estaban hinchados pero mi aspecto ahora no me importaba, seguía con la idea de coger un bote enorme de chocolate y comermelo mientras me seguía deprimiendo.

El vestíbulo estaba oscuro, al igual que el resto de la casa. Camine dirigiendome a mi habitación cuando mi móvil sonó. Era Louis, automaticamente le colgué y revisé las llamadas que tenía. Dos de Liam, una de Nina y nueve de Louis. Borre los mensajes de la bandeja de Louis.sin leerlos. No quería saber nada de él.

El móvil volvió a sonar y agradeci que está vez no fuera Louis quién me llamaba.

-¿Si?- pregunté sorbiendome la nariz.

-¿Estás bien, Emma?- preguntó Nina al otro lado de la línea, preocupada por mis sollozos.

-Eh... Si, es que me he metido una hostia y me duele el pie- susurré dirigiendome a mi habitación.

-Eres una patosa- dijó riendose, y yo tuve que seguirla la corriente aunque reirme era lo último que me apetecía ahora mismo- ¿Tía, puedo contarte una cosa?

-Claro- dije no muy segura, sabiendo que se referiria a lo pasó entre Louis y ella- ¿Qué pasa?

-Louis me ha rechazado.

Me pare en mi sitio en seco y miré el móvil como si fuera algo irreal.

-¿Qué?- pregunté volviendo a colocarmelo en la oreja.

-Me rechazo, dijó que no estaba interesado en mi.

(Dedicado a SolBulzooni)