Su mirada no me abandonó, me miraba esperando cualquier respuesta, sin estar completamente seguro de que yo respondiera de forma negativa.
-No, no quiero terminar con esto- dijé, Louis sonrió y besó mis labios- Pero, quiero hablar contigo.
Louis se incorporó y se empezó a vestir, yo hice lo mismo. Mire el reloj del salpicadero que marcaba casi la una de la mañana, mi padre no estaría muy ocupado seguramente estuviera babeando con Darío.
-¿De qué quieres hablar?- preguntó cuando termino de vestirse.
-Es complicado.. Me digiste que habías estado con otras dos chicas antes de estar conmigo... ¿por qué?
Me sentía tonta haciendo aquella pregunta, era una cosa de su pasado y en la que no tendría que meterme pero mi yo -"tocapelotas"- curioso necesitaba saberlo.
-No hay un porqué- respondió simplemente- Simplemente pasó.
-¿Cómo eran?
-La primera de ellas era la típica chica de piercings, dilataciones y padres de acogida. Una chica mala en potencia- explicó de manera desinteresada- Mantuvimos la relación en secreto durante siete meses. La segunda la has conocido.
Le mire levantando una ceja sin entender a lo que se referia.
-¿Cómo?
-Fue Eleanor- explicó y senti mi respiración cortarse- La conoci cuando me traslade a Londres y comencé a trabajar allí.
Yo seguía con los ojos como platos.
-¿Entonces cuántos años tiene Eleanor?
-Diecinueve.
Mi boca se abrió, ¡sólo me sacaba dos años! Dos simples e insinificantes años de mierda. Aquello parecia tan irreal... Mis oídos no daban crédito a lo Louis decía. Yo siempre habría pensado que Eleanor era mucho más mayor que yo. Quizás seis o siete años pero ¿sólo dos?
-Pero si parecía más mayor que yo. No quiero decir que no se conservará bien pero pensé que tendría veinticinco o por ahí.
-Eso me gustaba de ella- no oculte mi gruñido, no me gustaba que hablará de otras cuando estaba conmigo y mucho menos de Eleanor.
-Que bien...- dije con sarcasmo.
Louis trato de besar mi boca pero gire la cara para que plantara un beso en mi mejilla. Me estaba comportando como una niña pequeña pero los celos me estaban carcomiendo.
-No te pongas celosa- me pidió mientras volvía a agarrar mi cara, obligando a mirarle- Ya no tengo nada con Eleanor.
-Me fastidia que hables de ella como sí fuera una mujer madura. Me hace pensar que yo soy una niñata para ti.
-Eres bastante madura para tu edad, Emma. Es es una de las cosas que me gustan de ti.
Levanté la vista, Louis me sonrei de la forma en la que sólo él sabía volverme lunatica.
-Venga, te llevare de vuelta a casa.
Hice un puchero, yo esperaba una segunda ronda pero me quedaría con las ganas.
Louis agarró su ropa y me pasó la mía para vestirnos. Cuando terminamos volvimos a la parte delantera del coche y Louis arrancó el coche.
-¿Dónde vas a estar?- pregunté.
-En casa de mi madre. ¿Por?
-Curiosidad- dije simplemente encogiendome de hombros- Pensé que estarías en algún hotel o algo.
-¿Quieres que te llevé a mi habitación?- Louis levantó una ceja de forma divertida mientras echaba un vistazo a mi cuerpo.
-¡Déjame!- grite muerta de la vergüenza.
-Sabes que quieres.
-No lo negare.
Ambos permanecimos callados hasta que llegamos a la plaza.
-¿Vas ha dejar a Liam?- preguntó antes de que saliera del coche.
Suspire. Liam era un factor de la ecuación que no encajaba ahora mismo en mi vida pero tampoco quería deshacerme de él. En cierto modo yo le tenía cariño y me gustaba. No podía volver el lunes y decirme:
«¡Hey, Liam!¿Qué tal todo? Por cierto te dejo por otro.»
Lo veía cruel, quizás demasiado cruel para lo que yo era.
-No lo sé- hablé después de un rato.
-¿Entonces vas ha dejarme a mi?- preguntó Louis haciéndose en ofendido.
-No.
-¿Entonces que quieres, Emma?
Le mire. ¿Qué quería? Quería muchas cosas en mi vida, algunas de ellas materiales otras eran sentimentales. Pero la más emotiva era que no quería dejar a Louis, tampoco quería que Liam desapareciera de mi vida. Ambos eran importantes en ella en mayor o en menor grado, pero lo eran.
-Necesito tiempo para pensarlo.
-¿Cuánto?
-No lo sé. Cuando tenga todo claro serás el primero en saberlo.
(Dedicado a Directioooner2307)
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Ley de Profesor |LouisTomlinson|
Novela JuvenilDicen que las leyes de atracción son las más peligrosas de todas. La seducción, al igual que el sexo o el amor, es un arte que se va perfeccionando a medida que pasa el tiempo y se practica, a diferencia de otros, Louis Tomlinson sabe que es un expe...