Vi a Liam ponerse rojo, pero de la risa, yo estaba roja de la verguenza. Mi madre sabía como ponerme en un aprieto y no parecer avergonzada por ello, sino orgullosa de conocer los puntos flacos de su hija.
-¡Mamá...!- me queje.
-No quiero que te pase lo mismo que a mi- dijó cogiendo su plato vacío y dejandolo en el fregadero, luego tendría que limpiarlos yo.
Mis padres me tuvieron con mi edad, eran muy jovenes aún, pero según ellos estaban perdidamente enamorados el uno del otro. Después de mi nacimiento, mis padres se casaron a los dieciocho pero no duraron mucho tiempo juntos, a los veinte terminaron por separarse. Solo veía a mi padre en vacaciones ya que él vivía en un pueblo del centro de Reino Unido y mi madre me mandaba allí la mayoría de los veranos para verle, aunque me pasara los días en casa porque no conocia a nadie.
-Me tengo que ir a trabajar- dijó agarrando su bolso y colocandoseló en el hombro- Tener cuidado con lo que haceis. Un placer, Liam.
-Igualmente, Marie.
-¿Mamá, ya no estoy castigada?- pregunte con esperanza.
-Supongo que no.
Cuando oí que la puerta se cerraba me deje caer en la silla. No había sido para nada como me imaginaba, mi madre no me había avergonzado tantas veces como pensaba. Vi a Liam con la misma expresión relajada que la mia y recostado en la silla del comedor. Le mire.
-Gracias.
-De nada. Tu madre me cae bien- dijó con una sonrisa- ¿Cuándo conocere a mi suegro?
Rode los ojos divertida y reí sarcasticamente ante la posibilidad de que Liam y yo llegaramos a tener algo serio.
-Mis padres estan separados.
-Oh- dijó apenado- Lo siento.
Hice una mueca de indiferencia. Cuando mis padres se separaron yo tenía tres años asi que no recordaba como era su matrimonio, no recordaba sus peleas ni los gritos, asi que de cierta manera, no me afecto.
-Sera mejor que me vaya ya- dijó poniendose de pie.
Me puse de pie y le acompañe a la puerta, Liam agarró su mochila y se la pusó al hombro, luego me miró.
-Gracias otra vez, Liam.
-¿Sabes como me lo podrías agradecer?- negue con la cabeza, él se acercó un poco a mi- Besandome.
Me puse roja y negue con la cabeza rapidamente dando un paso hacía atras.
-No puedo- dije pensando en Louis.
Era tonta, él me mintió con Eleonor, deberia devolversela pero un beso no era lo mismo que una relación, y acostarme con Liam no era una cosa que estuviera dentro en mis planes.
-Es un chico con suerte- dijó Liam leyendo mi rostro. ¿Tan fácil de interpretar resultaba ser? - ¿Por qué no le digiste a él que viniera en mi lugar?
Me mordi el labio.
-Es complicado.
-Lo complicado siempre termina mereciendo la pena- se inclinó dejando un pequeño beso en mi mejilla derecha- Adiós, Emma.
Liam abrió la puerta y salió, suspire y volvi al comedor para dejar los platos en el lavavajillas. Tenía que llamar a Louis, mi madre siempre guardaba mi móvil en uno de los cajones de su mesita de noche cuando me lo confiscaba, fui directa hacía allí y encontre mi móvil y una carta de Jack, el jefe de mi madre. ¿Qué hacía enviandole una carta a mi madre? No era de mi incumbencia, asi que cerre el cajón con el móvil en la mano y me dirigi al salón.
Allí me deje caer sobre el sofá, desbloqueé el móvil y busque el número de Louis, aún le tenía guardado como "Zanahorio" tendría que cambiar su nombre por Louis, Lou o sexy profesor capullo, cualquiera de ellos le vendrian bien.
El timbre sonó tres veces antes de que alguien lo cogiera:
-¿Si?- preguntó la voz ronca de Louis
-Soy Emma- dije.
-Hola, fea.
-¿Cómo que fea?- dije indignada, chistando- Habló aquí, orco.
-Pues bien que este orco te hace gozar como una loca.
Solte un carcajada sintiendo un calor por mi cuerpo que solo Louis sabía provocarme. Oí la suave voz de Louis reirse.
-Mi madre me ha levantado el castigo...- dije cuando mi respiración volvió a regularizarse.
-¡Eso es genial!
Lleve un dedo a mi boca y comence a morderme la uña del dedo índice fastidiandome el color violeta que tenía, todo por querer saber si Louis había roto ya con Eleanor.
-¿Y tú?- pregunte cuando me quede sin uña que morder.
Se produjó un silencio al otro lado de la línea que hacian que mis nervios florecieran, no era tan difícil contestar o decirme que ya había roto con ella.
-He dejado a Ele- dijó, solte el aire de mis pulmones y el nudo de mi estómago se desenredo- Mañana quiero llevarte a un sitio.
-¿A dónde?
-Es sorpresa.
Hice un puchero sabiendo que seria inutil porque él no me veia.
-Te espero en mi coche cuando terminen las clases mañana. Estara estacionado enfrente del parque ecologico.
-Esta bien- dije ya pensando en mañana.
-Adiós, fea.
-Adiós, orco.
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Ley de Profesor |LouisTomlinson|
Teen FictionDicen que las leyes de atracción son las más peligrosas de todas. La seducción, al igual que el sexo o el amor, es un arte que se va perfeccionando a medida que pasa el tiempo y se practica, a diferencia de otros, Louis Tomlinson sabe que es un expe...